El 12 de agosto de 1883, José Bonilla estudiaba el sol desde el Observatorio de Zacatecas, en Mexico. De pronto, ante su lógica sorpresa, vio una serie de manchas extrañas que cruzaban el disco solar -en linea absolutamente recta- y a una distancia que el astronomo estimó no superior a los 300.000 km. En otras palabras, como si las "manchas" se movieran a una distancia silmilar a la existente entre nuestro mundo y la luna.
Bonilla no lo dudó. Y fotografió los enigmaticos objetos. Aquella, mientras no se demuestre, puede ser la primera fotografia de un objeto no identificado.
Bonilla no lo dudó. Y fotografió los enigmaticos objetos. Aquella, mientras no se demuestre, puede ser la primera fotografia de un objeto no identificado.
Según describió Bonilla, -"Aquellos objetos alargados pasaban de dos en dos por encima del disco solar."
La observación duró un día y parte del siguiente. Cuando el astrónomo mexicano dio a conocer su sensacional hallazgo, ninguno de los eminentes científicos de la epóca lo tomó en consideración...
Desalentado, José Bonilla, remitió las placas al diario L"Astronmie, de París. Y allí sí las dieron por buenas, siendo incluidas en la pagina 347 del volumen correspondiente a 1885.
El mismo Bonilla escribe en el diario L'Astronomie (revista de astronomia popular de metereología y de física del globo), publicada por Camille Flammarión: -"...El 12 de agosto de 1882, a las 08:00 horas a.m., comencé a extraer puntos del sol, cuando de repente, observé un pequeño objeto brillante, que penetraba en el campo del telescopio, marcándose en el papel que usaba para señalar los puntos. Cruzó el disco solar y se proyecto como una sombra casi circular."
-"Apenas me había recuperado de la sorpresa cuando el mismo fenómeno se repitió y a una frecuencia tal que en el curso de dos horas fui capaz de contar 283 objetos cruzando la cara del sol."
Bonilla y su ayudante llegaron a registrar 331 objetos en el referido 12 de agosto (divididos en dos periodos de 283 y 48 objetos, respectivamente) y 116 al día siguiente. En total, pues, 447 objetos no identificados. La trayectoria tomada por los objetos fue de oeste-este, con más o menos inclinación hacía el norte o el sur del disco solar.
-"...Después de varios minutos de observación -prosigue Bonilla-, noté que esos cuerpos eran perfectamente redondos y otros alargados, parecían ser negros y sombríos mientras se proyectaban a través del disco solar, pero aparecían luminosos al abandonar el sol, cruzando el campo del telescopio...Como frecuentemente tomaba fotografías del sol cuando su disco mostraba puntos y "faculae" (regiones luminosas de la fotosfera del sol, vistas muy facilmente cerca de los bordes del sol), decidí tomar también fotografías de este raro e interesante fenómeno del paso de los cuerpos a traves del sol..."
-"...Para este fin reemplacé, en el mismo ecuatorial, la lente de 16 cm por otra de igual intensidad, un foco químico (apropiado para el trabajo fotografíco) y el ocular con una camara fotografíca. Después de varios intentos de ajustar el equipo, tuve éxito al tomar varias fotos, de entre la cuales envié a L'Astronomie la más interesante. Mientra yo tomaba las fotografías, un ayudante contó los cuerpos con el descubridor ecuatorial del telescopio..."
-"...La fotografía fue tomada utilizando una placa humeda con un tiempo de exposición de 1/100 seg. Esta velocidad no me permitió valorar y preparar convenientemente los baños, además el negativo debió ser un poquito coloreado por el relevador. El foco no está totalmente en el sol, sino más bien en el cuerpo que era de más interes en está ocación."
José Bonilla señala en este sentido que, según sus calculos, aquellas desconcertantes "escuadrillas" de objetos podían navegar a una distancia estimada desde la Tierra de unos 242.000 kilometros. Dichas "escuadrillas" pasaban ante el sol en formaciones de 15 a 20.
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