Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

Visitas

ULTIMAS PUBLICACIONES

31 de marzo de 2017

Evidencias de yanomamis aislados y amenazados en la Amazonia



Nuevas fotografías muestran a una comunidad no contactada en el Territorio Indígena Yanomami, cerca de la frontera con Venezuela, y en serio riesgo por la presencia de miles de mineros ilegales.

Nuevas y extraordinarias fotografías aéreas muestran una comunidad indígena no contactada de la Amazonia que podría tener un centenar de habitantes. La comunidad se encuentra en el Territorio Indígena Yanomami al norte de Brasil, cerca de la frontera con Venezuela. Alrededor de 22.000 yanomamis viven en el lado brasileño de la frontera, y al menos tres grupos no mantienen contacto. Son extremadamente vulnerables a la violencia y a las enfermedades que propagan los foráneos.

Cuando su tierra está protegida, los pueblos indígenas aislados pueden prosperar. Sin embargo, esta zona está actualmente invadida por unos 5.000 mineros de oro ilegales que disparan los temores de que algunas de las personas más vulnerables del planeta puedan ser aniquiladas.

Los mineros han propagado en la región enfermedades como la malaria y han contaminado las fuentes de alimento y agua de los yanomamis con mercurio, provocando una grave crisis sanitaria.

El chamán y activista yanomami Davi Kopenawa Yanomami declaró: “El lugar donde los indígenas aislados viven, pescan, cazan y cultivan debe ser protegido. El mundo entero debe saber que ellos están ahí, en su selva, y las autoridades deben respetar su derecho a vivir ahí”.
Davi es presidente de la asociación yanomami Hutukara y ha sido denominado como “el Dalái Lama de la selva”. “Son como termitas: siguen viniendo y no nos dejan en paz”, manifestó acerca de los mineros.

Los encargados de proteger el territorio yanomami son funcionarios del Gobierno brasileño. Pero actualmente afrontan severos recortes presupuestarios como parte de los planes políticos de debilitar drásticamente la protección y los derechos territoriales indígenas.

Sin apoyo continuado, el equipo responsable de la región yanomami no podrá proteger el territorio de los invasores, e incluso podría ser retirado por completo. Esto dejaría a los yanomamis no contactados expuestos al peligro de aniquilación.


Los yanomamis

-Los yanomamis conforman el pueblo indígena relativamente aislado más numeroso de América del Sur. Viven en las selvas y montañas del norte de Brasil y del sur de Venezuela. Se estima que su población total está en torno a las 35.000 personas.

-El Territorio Indígena Yanomami fue creado en 1992 tras años de intensa campaña por parte de Davi Kopenawa Yanomami, Survival International y la Comisión Pro-Yanomami (CCPY).

-Antes de la creación de la reserva, los yanomamis estaban siendo aniquilados por la violencia de los foráneos y por enfermedades como la gripe y el sarampión frente a las que apenas habían desarrollado inmunidad, propagadas en el territorio por buscadores de oro ilegales y otros invasores. El territorio les dio la oportunidad de decidir su propio futuro y el pueblo se encuentra ahora mucho más recuperado, después de décadas de caos.

-Sin embargo, FUNAI, el Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno brasileño responsable de proteger territorios como este, afronta severos recortes presupuestarios. Se teme que se supriman seis de los doce equipos especializados en indígenas aislados, entre ellos el encargado de proteger a los yanomamis.

- Los indígenas yanomamis no contactados han manifestado claramente su deseo de que les dejen en paz: huyen de los foráneos y evitan a los miembros contactados de su propio pueblo.

- En estas fotografías se ve el típico yano yanomami, una gran casa comunal que alberga a varias familias. Cada una de las secciones cuadradas del yano la habita una familia diferente, donde cuelgan sus hamacas, mantienen sus hogueras y almacenan comida.

- Los yanomamis tienen un enorme conocimiento botánico y usan unas 500 plantas para alimentos, medicinas y materiales de construcción de sus hogares. Se proveen por medio de la caza, la recolección y la pesca, pero también cultivan alimentos, como yuca (mandioca) o bananas, en grandes huertas que abren en la selva.

- Los chamanes yanomamis son líderes espirituales de sus comunidades. Inhalan un polvo psicoactivo llamado yakoana (virola, epena), que les permite comunicarse con el mundo de los espíritus.

Los indígenas aislados no son atrasados ni reliquias primitivas de un pasado remoto. Son nuestros contemporáneos y representan una parte esencial de la diversidad humana. Donde sus derechos se respetan, continúan prosperando.

Su conocimiento es irremplazable y se ha desarrollado a lo largo de miles de años. Los pueblos indígenas aislados son los mejores guardianes de su medioambiente. Y las pruebas demuestran que los territorios indígenas constituyen la mejor barrera contra la deforestación.

Survival International se opone a los intentos externos de contactarlos. El contacto siempre es mortal, y la decisión de iniciarlo les corresponde solo a ellos. Quienes entran en territorio de indígenas aislados les niegan esa posibilidad de decidir.

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró: “Estas extraordinarias imágenes son otra prueba más de la existencia de aún más pueblos indígenas aislados. No son salvajes, sino sociedades complejas y contemporáneas cuyos derechos deben ser respetados. Está claro que son perfectamente capaces de vivir exitosamente sin necesidad alguna de las nociones de ‘progreso’ y ‘desarrollo’ externas. Todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida. Estamos haciendo todo lo que podemos para garantizarles sus tierras y para que tengan la oportunidad de decidir su propio futuro”.

Fuentes:
http://www.survival.es/noticias/11506
Hutukara

30 de marzo de 2017

Wayuu Bag: un negocio redondo a costa del patrimonio cultural



Escribe: Karmen Ramírez Boscán 

Desde que somos niñas, las wayuu aprendemos nuestras costumbres y tradiciones. Las mujeres wayuu somos creadoras, tejedoras, artistas, soñadoras. Yo no soy tejedora, soy wayunkerrera, porque lo que hago son Wayunkerras, y aunque no hablo fluidamente mi lengua tradicional, desde que tengo memoria he aprendido a hacer nuestra tradicional wayuu bag (como le dicen en inglés) o “mochila” (como se le dice en español), o simplemente “susu”, como se le llama en wayuunaiki, la lengua del pueblo Wayuu. El tipo de trabajo que hacemos se realiza a mano, sin ningún tipo de ayuda mecánica, que incluye una serie de elementos originales que le dan el certificado intrínseco de calidad natural: involucra el trabajo no sólo de una mujer sino de hasta tres, y en ocasiones el de hombres, niños y niñas, que conlleva cuando menos 20 días para que una de estas piezas de arte esté completa.

Las circunstancias de mi pueblo me hacen pensar en las historias detrás de cada mochila que, insisto, sólo puede ser comparada con una pieza de arte única e irrepetible. Estas historias deberían brindarles un valor añadido, pues son elaboradas por una artista wayuu en un país que enfrenta una situación muy difícil en términos de derechos humanos, conflicto armado, corrupción y pobreza. Desafortunadamente, son ignoradas debido a la ceguera producida por el consumismo.

La Fuerza Mujeres Wayuu, con el apoyo del Fondo Global de Mujeres, inició un proceso de fortalecimiento y empoderamiento económico hace más de ocho años en la Comunidad Wayuu Nouna de Campamento, donde, sin ser el único ni el primer ejercicio de este tipo que se desarrolla en el territorio, 40 mujeres dieron inicio al programa que se basa en el tejido como una estrategia de protección frente al conflicto armado y las violaciones de derechos humanos. El principio fundamental de esta iniciativa ha sido la protección de Wounmainkat – Nuestra Tierra, contra las amenazas de las multinacionales, a la presencia de grupos armados legales e ilegales y la reclamación de justicia. Además procura la obtención por parte de la artista de una remuneración digna por su trabajo, en aras de promover la independencia financiera de las mujeres wayuu que, entre otros factores, enfrentan la barbarie de la guerra. Tristemente, el proceso terminó solo con siete mujeres después de todo este tiempo, pero ellas han sido constantes en sus objetivos y se han comprometido con la defensa de sus derechos, al mismo tiempo que han aprovechado sus conocimientos en el tejido para sacar adelante a sus familias.

Ahora, respecto al caso de la diseñadora española Stella Rittwagen, que me ha sido enviado por varias fuentes y me motivó a escribir este artículo; debo declarar que no es el único en el que personas externas y ajenas a nuestra cultura se lucran descaradamente apropiándose de las creaciones indígenas. Esta diseñadora, que conste, declaró que ella misma fue a comprar las mochilas en las rancherías de Riohacha. No obstante, estos agravios se suman a un creciente número de agresiones hacia nuestro patrimonio inmaterial, cultural y artístico. Para comprobarlo basta con recordar el reciente escándalo que se armó por la venta del famoso sombrero ‘vueltiao’, patrimonio del pueblo Zenú de Colombia, que resultó ser “made in China” y que se pretendía vender en las calles del país.

Estas situaciones tampoco suceden únicamente en Colombia. Otras comunidades indígenas se ven afectadas alrededor del mundo, como es el caso de los Massai, un pueblo indígena seminómada que habita en el sur de Kenia y el Norte de Tanzania en el continente africano. En el 2013 varios medios electrónicos hicieron eco a la voz de Isaac Ole Tiaolo, indígena Massai y director de la organización Iniciativa de la Propiedad Intelectual Massai. Él asegura que según estadísticas de diferentes oenegés como Light Years Indigenous Peoples –especialista en asegurar los derechos de los pueblos indígenas sobre la propiedad intelectual de sus creaciones en países desarrollados–más de 80 compañías alrededor del mundo utilizan la imagen y el nombre Massai para obtener beneficios económicos.

Es pertinente también mencionar otras situaciones que con nombre propio afectan al pueblo Wayuu en su conjunto. Por ejemplo, el lanzamiento de la colección primavera–verano 2013 de la diseñadora Sophie Anderson, a quienes los medios electrónicos en el Reino Unido aclamaron por sus diseños “basados en la mochila amerindia”. A la diseñadora Anderson la califican como “de ojo particularmente ecléctico”, ya que en cada pieza combina lo moderno con lo antiguo, pero lo que más llama la atención de “su colección” es la vibración de los colores que ella combina en “sus” diseños, diseños y colores que, valga la pena decir, no son otra cosa distinta a lo que llamamos en wayuunaiki: kanaas, dibujos únicos y exclusivos de las artistas wayuu, los cuales ni siquiera existen en patrones impresos, porque cada una de nosotras los lleva guardados en la memoria.

Esta situación es sólo comparable con nuevas formas de colonización y de esclavitud, donde las mujeres wayuu han tenido que tejer en materiales de menor calidad que les permitan finalizar en tiempos súper reducidos, lo que los alijunas[1] llaman “productos” con el objetivo de cubrir la alta demanda que es subestimada por los compradores, además de ser mal pagada por los comerciantes.[1] Para una fácil comprensión, un alijuna es a un wayuu lo que un extranjero es a un nacional de un país.

Inclusive se conocen casos de “marcas” registradas que usufructúan nombres que han puesto a sus empresas perteneciendo éstos al wayuunaiki, nuestra lengua tradicional. De la misma forma utilizan los fonemas propios de nuestra lengua para poder abarcar más compradores del producto. Conocemos también casos de amenazas directas por parte de personas que están detrás de esas marcas, y que impiden el uso de nuestra lengua y tradición en las optimizaciones de los motores de búsqueda online, con el argumento de que estas palabras han sido registradas en países de Europa, utilizando el degradante juego del uso de los fonemas.

Cuando hablo del uso de los fonemas, sin ser lingüista (incluso sería interesante si un lingüista pudiera aclararme esto), me refiero a que para un estadounidense, un canadiense, un suizo o un alemán, al pronunciarles por primera vez la palabra ¨wayuu¨ ellos la escuchan como ¨why you¨ o ¨vayu¨ ¨uayu¨ o ¨uaju¨ o ¨wayo¨ o ¨wayoo¨ o como ¨wow you¨, y así la escriben cuando quieren guardar o buscar información online, por ejemplo. Conozco marcas nombradas como ¨Susu Wayúu¨ una tienda en España, ¨Pulowi¨ una marca de joyas en Colombia, Wayuu Bag en Estados Unidos, ¨Guay you¨ una iniciativa de estudiantes en Colombia, Wayuu Tribe, Mochila Bag, Wayuu Mochila, Mochila Bags, Wayuu Life, entre cientos de otros nombres de negocios que venden la mochila wayuu. Las mochilas wayuu son ofrecidas en plataformas de comercio electrónico donde se puede adaptar un perfil con lo que se conoce como un frontpage de venta, que no es más que una página para ofrecer productos, y hay aún más, páginas donde se pueden comprar productos, precisamente, “made in China ” al por mayor, en donde hay mochilas wayuu. Todas estas, ofertas comerciales, son manejadas por alijunas, pero ninguna por wayuus.

No se puede dejar de mencionar a Sapia C.I. S.A.S, más conocida como Salvarte, exitosa empresa basada en la compra y venta de artesanías, que fue la primera sociedad de propiedad de Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, los hijos del actual, e innombrable por mis letras, senador de Colombia. Según información publicada por El Espectador, Salvarte, de la cual los hijos del senador dicen que ahora son accionistas minoritarios, hoy cuenta con diez almacenes en Bogotá y exportaciones a distintos países. En 2010 empezó a reportar balances ante la Superintendencia de Sociedades, en los que registraron ingresos operacionales por $6.500 millones, ganancias brutas de casi $3.000 millones y ganancias netas de $200 millones, tras pago de impuestos. Cifras que evidentemente deberían ser cuestionables por cualquier artista indígena que alimenta con sus creaciones las arcas de empresarios de este tipo.

Pero quiero referirme en particular a dos casos que me han afectado personalmente. El primero se trata de ¨Wayoo¨ una tienda online alojada en Suiza, país en el que vivo hace tres años. Mi tienda www.wayunkerra.com, se encuentra alojada en un servidor de Estados Unidos. Como diseñadora gráfica que soy, aunque hace años no ejerzo la profesión, sé que para posicionar las búsquedas de los potenciales clientes online, hay que optimizar dichas búsquedas, lo que es conocido en el argot del e-commerce como Search Engine Optimization – SEO por sus siglas en Inglés. En las muchas conferencias y charlas que he dictado alrededor del mundo sobre la situación de derechos humanos de los pueblos indígenas en Colombia, me he dado cuenta, como lo he mencionado anteriormente, que la forma como se escriben algunas palabras depende de cómo sean escuchadas por los hablantes de un idioma particular. En el SEO de mi página de Internet, entonces, he colocado un sin límite de palabras para que la búsqueda sea productiva. Precisamente por utilizar esta estrategia de optimización de búsqueda efectiva, el día 2 de septiembre de 2013, después de haber recibido otros, me encuentro con el siguiente mensaje, que más que un mensaje, considero una intimidación o amenaza, que fue enviada a mi casilla de Facebook:


¨Estimada Karmen y Arne


Escribo con respecto a este enlace;http://www.wayunkerra.com/#!native-wayoo-bags/zoom/c9ts/image19zh Ahíi aparece el nombre de la organización “wayoo”. Wayoo es un nombre registrado y se relaciona exclusivamente con la actividad que estamos haciendo. Por razones éticas y de transparencia te pido cordialmente que elimines el nombre wayoo de tu pagina. No quisiera tener que activar a mi abogado.


Muchas gracias de antemano.


Cordialmente. Katherine Portmann¨

Algo así como si un colombiano registrara la marca ¨Gruller¨ y le mandara abogados a un suizo que vive en Colombia por importar, o comer o hacer y vender quesos tipo Gruyère, que si bien no son una creación artística, su fabricación sí, que es un arte cuya primera referencia histórica de producción data del siglo XII.

También recibí un mensaje que, traducido del inglés al español, dice lo siguiente:


¨Hola, Mi nombre es Yessie soy de Bélgica y tengo mi propia marca de moda. Estoy interesada en distribuir las Wayuu Bags en Bélgica y hacer mi propia colección. Puede usted dejarme saber si trabaja de esta manera, si es posible agregar mi propia marca. Puede aconsejarme en precios para distribuidores.


Atentamente,


Yessie ¨


Esta dueña de su propia marca de moda de la cual nunca conocí el nombre, me pidió incluso, que quería visitar mi “fábrica”, lo que simplemente evidencia el desconocimiento absoluto de la cultura y la forma en cómo se trabajan las mochilas.

Otra cuestión detrás de esta realidad, es que estas marcas pretenden apropiarse de procesos de empoderamiento de mujeres indígenas que nos han costado años de trabajo y los ¨venden¨ junto con los ¨productos¨, anunciando en sus estrategias de publicidad que ¨ayudan¨ a las mujeres wayuu a mejorar sus condiciones de vida, familiares y comunitarias, publicando las fotografías de nuestros procesos sin consultarnos, cuando la realidad es que compran las mochilas en la calle 1a o en el mercado de Riohacha para luego decir que las han comprado en Venezuela, porque como sabemos, el territorio ancestral del pueblo Wayuu se encuentra dividido por las fronteras de Colombia y Venezuela.

Me asaltan aún, más cuestionamientos y preguntas que no pueden ir dirigidas sino a este tipo de empresarios que desarrollan sus capitales sin consideración por quienes intervienen en el proceso de creación de valor. ¿Qué es lo que están haciendo para garantizar el bienestar y sobre todo el buen vivir de las y los artesanos y artistas indígenas? y particularmente, ¿qué están haciendo para enfrentar estos casos en los que se desconoce la autoría de las artesanías?. Desde mi punto de vista, éste tipo de situaciones, también son de su responsabilidad y competencia.

Ante estos contextos, es pertinente que se tomen medidas drásticas y estas tienen que ser, más que de tipo asistencialista, de tipo legal. La pregunta que sigue entonces viene siendo: ¿cuáles son las medidas que se deben aplicar? Para el caso de los sombreros ‘vueltiaos’ que son parte del patrimonio cultural del pueblo Zenú, Artesanías de Colombia aplicó sanciones de tipo económico a los importadores del sombrero ‘fake’ (falso) made in China. Dichas medidas funcionaron en Colombia, pero lo que no sabemos es si el sombrero falso se esté vendiendo en otros lugares del mundo, como tampoco sabemos si los chinos ya están planteando la producción en masa de las mochilas wayuu.

Para el caso de las mochilas wayuu, ¿cómo se puede controlar cuando una diseñadora tipo la Rittwagen de España, o la Anderson del Reino Unido o la comerciante Portman de Suiza, viajan de paseo por una o dos semanas a territorio Wayuu, bien sea de Colombia o Venezuela, se toman fotos con las mujeres wayuu para decir luego que trabajan por las mujeres indígenas, compran varias decenas de mochilas, las empacan en una maleta y las transportan como su equipaje personal, para luego hacerse famosas y ricas a costa del trabajo de las artistas wayuu?

En casos de registros de marcas que son creadas a partir de nombres indígenas y que luego prohíben su uso, pueblos indígenas como el Massai están tomando cartas en el asunto para poner límites legales, que les permitan sancionar casos como los de diseñadoras y diseñadores que lanzan colecciones sin reconocer que las y los verdaderos artistas son otros. Sin duda los Massai están marcando un precedente internacional importante en material legal que habrá que seguir con lupa y aplicar. En todo caso, también se pueden demarcar condiciones que impidan estos abusos, especialmente desde los medios de comunicación, difundiendo en el mundo cómo estos personajes utilizan piezas únicas realizadas por indígenas, pagando precios indignantes y vendiéndolos en cantidades de dinero astronómicas e insultantes.

Una mochila wayuu, elaborada en lo que en castellano se conoce como de doble hilo, que no es otra cosa que un hilo grueso de menor calidad que permite que una mochila esté terminada en menos de 5 días, vale entre 30.000 y 60.000 pesos colombianos (15 y 30 dólares estadounidenses); es decir, que la artista wayuu recibe entre 3 y 6 dólares diarios por su trabajo. Una mochila tejida con hilo fino, de alta calidad, en la que la artesana se demora 20 días para dar más de 3.000 anudadas de crochet, es vendida entre 80.000 y 120.000 pesos (40 y 60 dólares), lo que significa que la artesana recibe entre 2 y 3 dólares diarios por su trabajo. Entre tanto, diseñadoras como la Anderson, venden no solo una sino muchas mochila de las que empacan en las maletas de su viaje de turismo, hasta en 600 euros, tanto en tiendas físicas como virtuales (online).

Un tema extenso y complicado. Las medidas de control como la Denominación de Origen, pueda que funcionen efectivamente dentro del territorio colombiano, pero para proteger nuestros conocimientos tradicionales, así como otros aspectos relacionados al patrimonio cultural, intelectual e inmaterial del pueblo Wayuu e incluso de los pueblos indígenas en general, se deben aplicar instrumentos internacionales relacionados con la protección de estos derechos, incluyendo el derecho al consentimiento previo, libre e informado que nos asiste.

Es entonces también responsabilidad del Estado, y con esto no quiero decir que al respecto no se estén tomando medidas. Pero se debe hacer llegar la información a las comunidades sobre los instrumentos internacionales que contemplan estos derechos, de manera que converjan en un solo sentido, para poder mejorar lo que ya existe en el país. También es importante que se garantice la participación de hombres y mujeres indígenas en procesos de negociación internacional de los Estados donde se discuten estos temas, relacionados con nuestro conocimiento tradicional y patrimonio cultural, intelectual e inmaterial, para que podamos aportar desde nuestras experiencias y sabiduría a la obtención de soluciones que no resulten contraproducentes para las comunidades.

En escenarios como la OMPI –Organización Mundial de la Propiedad Intelectual-, los Estados discuten temas relacionados con los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas. Sin embargo, la participación de las comunidades ha sido limitada, siendo que es justo allí donde también debemos estar.

Las mujeres wayuu que continuamos soñando con la consolidación de este proceso, estamos convencidas de que para las mujeres indígenas en general, no sólo las wayuu, se podrá conseguir que principios como el de la remuneración digna por nuestro trabajo, sólo podrá cumplirse una vez que el mundo entero valore debidamente nuestras habilidades como artistas, artesanas y creativas capaces de innovar a partir de la armonización de nuestros conocimientos tradicionales, y aún más: cuando se nos respete y reconozca también como socias comerciales, sin intermediarios. No podemos olvidar que en el pueblo Wayuu –que es uno solo, sin importar la división que han impuesto Colombia y Venezuela para marcar sus fronteras- el comercio es una de las principales actividades económicas.

De hecho, otra estrategia que estamos intentando poner en práctica desde la Iniciativa Wayunkerra Internacional, es la de avanzar más en el manejo de medios electrónicos y nuevas tecnologías, para garantizar la presencia efectiva en redes sociales y plataformas e-commerce, que promuevan el contacto directo entre las artistas que elaboran sus mochilas con los consumidores finales. Al respecto hemos adelantado alianzas incluso con mujeres indígenas Na´Savi (Mixtecas) de México, interesadas en potenciar estas estrategias de empoderamiento económico.

Lamentablemente, este tipo de procesos organizativos requiere de mucho tiempo y dinero, sobre todo cuando tienen que ver con la concientización de nosotras como mujeres indígenas para re-valorar y re-valorizar nuestro trabajo. Este es el resultado del paternalismo estatal y de las multinacionales presentes en el territorio, que simplemente han regalado hilos pensando que con limosnas se puede solucionar una situación que ha sido estratégicamente pensada para promover el empobrecimiento y el desarraigo de las comunidades.

También debo mencionar que procesos como el nuestro no el único y que existen grupos de artesanas wayuu que son altamente exitosas en sus asociaciones.

No puedo decir tampoco que todo es funesto, porque hay procesos de buenas prácticas que son emblemáticos. Artesanas que se han dado a la tarea de reivindicar el trabajo no solo desde el valor ancestral, sino también desde el valor económico que debe ser reconocido por la sociedad consumidora. También ha habido estrategias trabajadas de la mano con diseñadoras y diseñadores de talla internacional, donde se han desarrollado innovaciones maravillosas y encantadoras, que enriquecen lo tradicional.

Conozco mujeres wayuu que trabajan incansablemente en la protección del conocimiento tradicional de nuestro pueblo, a través de la aplicación e implementación de la Denominación de Origen, iniciativa importante pero pensada para proteger el nombre de un ¨producto¨ y la imitación de creaciones artísticas como la mochila wayuu, o sea que no está pensada para evitar o al menos controlar su comercialización indiscriminada. Se supone además que la Denominación de Origen debería mejorar la calidad de los ¨productos¨. Sin embargo, al no ser la mochila wayuu un producto, ha terminado reducida a esto, cuando la demanda de la misma es tal que las artistas wayuu han terminado bajando la calidad de los hilos con que se tejen las mochilas tradicionales, para abastecer un mercado que no reconoce el valor característico en cada una de las creaciones.

Solamente se tiene conocimiento de pocas iniciativas lideradas por mujeres wayuu en redes sociales, blogs y páginas de Internet. Wayuu Taya, es una fundación manejada por Patricia Velázquez, wayuu de Venezuela y famosa actriz de Hollowood. Fundación Susu Wayuu, dirigida por la wayuu Arelis Pana Epieyu. Casa Juliru, una interesante y prometedora apuesta de la también famosa escritora wayuu Estercilia Simanca que vende no mochilas sino mantas y Wayunkerra International Initiative.

Paradójicamente, las mujeres wayuu que hemos creado nuevas marcas haciendo uso de nuestro conocimiento ancestral (así como las que hemos intentado innovar a partir de lo tradicional), somos subestimadas y cuestionadas, especialmente por nuestra propia gente, por estar supuestamente enriqueciéndonos a partir de nuestra cultura, mientras que a diseñadoras o comerciantes que llegan al territorio y regatean precios con las artesanas, además de abusar de la buena fe de algunas de ellas, se les idealiza y venera. Entre tanto, este tipo de negociantes crea espectaculares y folclóricas campañas de marketing que son alabadas y altamente publicitadas por los medios fashionistas.

Para desgracia nuestra, este hecho que no es el primero seguirá alimentando los patrones de trabajo en condiciones que exponen a las mujeres wayuu –que dedican sus vidas a la tejeduría, como ya lo dije- a nuevas formas de esclavitud bajo la ilusión de la ¨ayuda¨, término judeocristiano que hace que la gente compre a través de intermediarios pensando que salvan a la comunidad. Esto promueve el hecho de que siguen haciendo a las comunidades indígenas dependientes de una cadena de consumo que les impide llegar directamente a los consumidores finales.

El hecho de que diseñadoras o diseñadores se apropien de nuestros tradicionales kanaas, palabras y fonemas para nombrar sus marcas y vender lo que laman ¨sus¨ colecciones, es cuestionado más por gente de afuera que por nosotros mismos. Pero apropiarse de un legado colectivo, transmitido de generación en generación a través del pensamiento y la palabra, como en los casos que he mencionado, solo tiene un nombre: ¡robo! Y éste delito contra el patrimonio de los pueblos indígenas, debe ser penalizado.

* Karmen Ramírez Boscán, su nombre tradicional es Wayunkerra Epinayu. Indígena Wayuu del Clan Epinayu. Escritora. Activista de los derechos de las mujeres indígenas y de los pueblos indígenas. Epaya’a Miou (Consejera Mayor) – Delegada para Relaciones Internacionales de la Sütsüin Jiyeyu Wayuu – Fuerza de Mujeres Wayuu, organización de la cuál es fundadora. Editora para Centro y Sur América del www.indigenousportal.com y delwww.notiwayuu.blogspot.com En el año 2013 es homenajeada por el Fondo Global de Mujeres. Actualmente vive en Suiza donde dedica la mayor parte de su tiempo a hacer Wayunkerras de tela, ocupación que combina con su Iniciativa para Mujeres indígenas a fin de eliminar intermediarios para la venta de creaciones artísticas.

AMALIVACA : Como se Creo el Mundo, Babá el Rey de los Caimanes y Dueño del Fuego.

Resultado de imagen para el mundo segun los caribes

COMO SE CREO EL MUNDO SEGÚN LOS CARIBES:
Según los indios Caribes, Amalivaca fue el creador de la humanidad del Río Orinoco y del viento. Vivió mucho tiempo con los Caribes. Dotó a toda la tribu de inmortalidad, pero por culpa de la incredulidad de una anciana, los indios se volvieron otra vez mortales. Se dice que muchos años atrás hubo una gran inundación. Amalivaca salió entonces en una canoa a recorrer el mundo y junto con su hermano Vochi arreglaron los desastres del diluvio. En esta gran inundación solo quedó una pareja de humanos vivos. Ellos se fueron a una gran colina y desde allí comenzaron a arrojar los frutos de la palma moriche, saliendo de sus semillas los hombres y las mujeres que pueblan el mundo hasta ahora. (Existe cierta similitud entre esta leyenda y el diluvio, y el adán y eva de la biblia)

El Dueño del Fuego:
Cerca de donde nace el Orinoco vivía el Rey de los caimanes llamado Babá. Su esposa era una rana grandota y juntos, tenían un gran secreto ignorado por los demás animales y los hombres. Estaba guardado en la garganta del caimán Babá. La pareja se metía en una cueva y amenazaban con la pérdida de la vida a quien osara entrar, pues decían que dentro había un dios que todo lo devora y sólo ellos, reyes del agua, podían pasar.

Un día la perdiz, apurada en hacer su nido, entró distraída en la cueva buscando pajuelas encontró hojas y orugas chamuscadas, como si el fuego del cielo hubiera estado por ahí. Probó las orugas tostadas y le supieron mejor que cuando las comía crudas. Se fue aleteando a ras del suelo para contarle todo a Tucusito, el colibrí de plumas rojas. Al rato llegó el Pájaro Bobo y entre los tres urdieron un plan para averiguar cómo hacían la rana y el caimán para cocer tan ricas orugas. Bobo se escondió dentro de la caverna aprovechando su oscuro plumaje. La rana soltó las orugas que traía en la boca al tiempo que Babá abría la suya, que era tremenda, dejando salir unas lenguas rojas y brillantes.

La pareja comía las orugas sin percatarse de Bobo, tras lo cual, se durmieron satisfechos. Entonces, Bobo salió corriendo para contarles a sus amigos lo que había visto. Al día siguiente se pusieron a maquinar cómo arrebatarle el fuego al caimán sin quemarse ni ser la comida de los reyes del agua. Tendría que ser cuando éste abriera la tarasca para reír. En la tarde, cuando todos los animales estaban bebiendo y charlando junto al río, Bobo y la perdiz colorada hicieron piruetas haciendo reír a todos, menos a Babá. Bobo tomó una pelota de barro y la aventó dentro de la boca de la rana, que de la risa pasó al atoro. En el momento que el caimán vio los apuros que pasaba la rana, soltó la carcajada. Tucusito, que observaba desde el aire, se lanzó en picada, robando el fuego con la punta de las alas. Elevándose, rozó las ramas secas de un enorme árbol que ardió de inmediato.

El Rey caimán exclamó que si bien se habían robado el fuego, otros lo aprovecharían y los otros animales arderían, pero Babá y la rana vivirían como inmortales donde nace el gran río. Dicho esto, se sumergieron en el agua y desaparecieron para siempre. Las tres aves celebraron el robo del fuego, pero ningún animal supo aprovecharlo. Los hombres que vivían junto al Orinoco se apoderaron de las brasas que ardieron durante muchos días en la sequedad del bosque, aprendieron a cocinar los alimentos y a conversar durante las noches alrededor de las fogatas. Tucusito, el pájaro Bobo y la perdiz colorada se convirtieron en sus animales protectores por haberles regalado el don del fuego.

29 de marzo de 2017

EXTRACTO DE UNA CARTA DEL GENERAL PABLO MORILLO AL REY DE ESPAÑA


En Caracas al instante desenvainaron las espadas (…) quizás no hubieran presentado una Obstinada resistencia los habitantes de este virreinato, si no hubiese venezolanos.

Cartagena resistió hasta lo imposible por los venezolanos. En la derecha del Magdalena se han dado ya varias batallas a tropas organizadas por los venezolanos; en la fragosa y estéril provincia de Antioquia ha declarado dos veces la guerra a muerte y tienen los pasos fortificados con inteligencia por venezolanos: Santa Fe fue sometida y recibió las ideas sangrientas por los mismos que habían logrado partido con emisarios que enviaron de Caracas. Todo excelentísimo señor es obra de los venezolanos.

En su terreno son unas fieras resueltas, y costara mucha sangre y muchos tesoros su reducción.

Pablo Morillo, Cuartel General de Ocaña, 27 de marzo de 1816.

28 de marzo de 2017

LAS ULIDZAN, LAS MUJERES SIN HOMBRES.



A continuacion les presento un mito aborigen Arekuna, que por su similitud con el mito griego de las amazonas vale la pena leer y comparar.

En al gran selva cálida y fangosa que esta regada por el Parima, y cruzada de arroyos y quebradas espumantes, cerca ya de la sierra de murupu, se eleva la rocosa montaña Ulidzan, invadida unas veces de silencio y alegrada otras con la algarabía de los monos, el graznar de las lechuzas o el chillar estridente de los guacamayos y los arrendajos.

Entre los tupidos bejucales de aquel cerro hicieron hace muchas lunas su maloka las mujeres sin hombre, que se llamaron Ulidzan, como la montaña que habitaban. Estas recias hembras cobrizas sabían tensar el arco para derribar en el bosque a los báquiros y a las dantas, y manejaban ágilmente enormes cerbatanas, con las que disparaban flechas envenenadas de curare, para tumbar las bandadas de paujies que cruzan el cielo.

Fabricaban también trampas para pescar, hechas de retorcidos juncos, y desbrozaban en bancales los cerros para plantar yuca y ñame. Hacían, en fin, todos los trabajos que son propios de los hombres, porque ellas Vivian solitarias en su montaña, como perdido grupo de morichales en la llanura, sin aceptar en su compañía hombre ninguno.

Sucedía a veces que algún taurepan o arekuna u otro cualquiera de una tribu vecina se veía sorprendido en el bosque por la oscuridad, si Wei (el sol) se marchaba a descansar en su canoa antes de que el hombre hubiese vuelto de la caza o de buscar miel en la montaña.

Y el cazador extraviado, tratando de hallar su camino, iba a parar al cerro donde Vivian las mujeres sin hombre, orientando por las fogatas prendidas para espantar tigres. Cuando descubría aquel extraño poblado, en el que la tribu estaba formada por mujeres, el hombre les preguntaba con recelo:

-¿Me dejaran pasar la noche aquí?

-Si – le contestaban las mujeres -, y tendrás que ser el marido de una de nosotras.

Las ulidzan conducían entonces al hombre a sus redondas viviendas, hechas de troncos de árbol, dentro de las que pendían, balanceándose, los chinchorros de fibra, iluminados por la candela.

De aquellos chinchorros colgaban keveis y las sonatijas anunciaban a todas las ulidzan que una de ellas había sido la mujer del extranjero. No podía quedarse el hombre a vivir en la maloka, y al siguiente día tenia que regresar junto a las gentes de su tribu. Si de la unión del hombre con la ulidzan nacía un varón, inmediatamente lo mataban, pero si nacía una hembra, la cuidaban con esmero, puesto que ella seria mas tarde otra compañera de las mujeres solitarias.

Cuando el paso de las lunas marcaba de surcos el rostro de alguna vieja ulidzan; cuando los brazos no podían ya sostener el arco ni socavar la tierra de las plantaciones, ella misma pedía a las demás que la matasen y la enterraran. La mataban entonces en su propia casa y colocaban su cuerpo bajo la tierra, entre palos y barro.

Luego destruían las totumas y calabazas que le habían servido, su arco y sus flechas, para que el espíritu de la muerta no creyese que aun podía conservar las osas que le habían pertenecido en vida. Por ultimo, cerrando la choza, la abandonaban.

Y la sombra de la vieja ulidzan, separada del cuerpo, se marchaba por el camino luminoso de los cielos, aquel que esta alumbrado por las hijas de la luna, hasta encontrar el lugar donde residen las sombras de todos los muertos. Mas tarde, las ulidzan se dividieron en dos tribus. La mitad de ellas fue a levantar sus malokas en una montaña que esta mas allá del Tacurú, del lado por donde Wei desaparece cada día, y la otra mitad se quedo en la montaña Ulidzan.

Pero después que paso mucho tiempo, en el que kapei, la luna recorrió noches y noches su camino y las lluvias sucedieron a la sequia, las mujeres ulidzan se convirtieron en Mauaries, los malignos espíritus que habitan en las montañas, y así transformadas, se quedaron ocultas entre la maleza, detrás de los arboles, sobre las rocas y debajo de las aguas. De esta, manera desaparecieron aquellas bravas ulidzan, que hace muchas lunas vivieron en el valle del Uraricuera.

FUENTE:
Kuai-Mare. mitos aborigenes de Venezuela por Maria Manuela de Cora.

27 de marzo de 2017

LA GRAN OBRA DE JULIO VERNE, OLVIDADA POR VENEZUELA



Los inicios como lector durante de obras literarias durante la infancia casi siempre se dan con obras de aventuras fantásticas principalmente de Salgari o de Verne, una de las obras que mas me llamo la atención durante mi infancia, principalmente por estar ambientada en Venezuela fue “El Soberbio Orinoco” de Julio Verne. Toda su obra casi siempre estuvo enmarcada en una visión futurista, por lo que podríamos decir que Verne fue un viajero del tiempo al igual que su compatriota Nostradamus.

Breve Reseña Histórica.
El almirante de la mar océano, Cristóbal Colón, durante su tercer viaje en 1498, avistó el delta del río Orinoco en lo que hoy se conoce como estado Delta Amacuro, pero no sospechó que se encontrara en las costas de un nuevo continente . El río fue mostrado por primera vez a los españoles por Vicente Yáñez Pinzón (1500) y lo recorrió Diego de Ordaz hasta más allá de la confluencia del Meta (unos 880 Km.) Alonso de Guerra intentó su exploración (1535), pero la expedición hubo de regresar a la isla de Cubagua debido a los ataques indígenas, que convirtieron el Orinoco en un centro de resistencia contra la dominación española.

La fundación de Santo Tomás, en 1595, dio principio a la colonización del río, continuada por jesuitas y franciscanos durante los siglos XVII y XVIII. En el siglo XVIII los exploradores José Iturriaga, José Solano y José Dibuja recorrieron el Alto Orinoco; y completaron su expedición Humboldt y Bompland, en 1800.

Fue recorrido hasta sus fuentes por Chaffranjou (1886), que descubrió su comunicación con el Amazonas. Más no llego hasta el sitio exacto.
Ahora bien después de esta breve reseña pasamos a los que nos interesa verdaderamente; Julio Verne y su obra, quien nos invita a embarcarnos en un viaje a través del río Orinoco. Girando alrededor de la novela "El Soberbio Orinoco", que el gran escritor francés publicara a fines del siglo XIX.

JULIO VERNE
En Principio hablar o pensar sobre la obra de Julio Verne es realizar un doble esfuerzo mental, este no solo es el precursor sino el iniciador de la literatura de ciencia ficción, intentar ubicarlo en uno de los dos extremos del tiempo, recordarlo en el pasado o proyectarlo en el futuro. Pareciera ser un individuo que ha trascendido lo concreto para perderse en cualquier lugar de los extensos dominios del dios Cronos. Un autor afirmó que Verne "era el sexto continente", pero difícilmente alguien provisto de mapas, brújulas y otros artefactos pueda localizarlo en un sitio exacto. Se trata de un viajero del tiempo, que regresa de vez en cuando a nuestro cercano pasado, para contarnos la historia del futuro y de lugares fabulosos y extraños.

Todos lo hemos conocido, incluso los amantes de la Tv. ya que su obra ha sido llevada al cine, este hombre adelantado a su tiempo ha acertado con sus publicaciones futuristas en los avances de la humanidad, siendo el mas sobresaliente el anhelado viaje a la luna.

LEVEN ANCLAS
Partimos desde Francia hacia Venezuela en este viaje hacia las fuentes del Gran río Orinoco, al llegar a esta, nos ubicamos en Ciudad Bolívar, y que la visión de Verne la desarrolla como una Ciudad con un ferrocarril que la une a Caracas, mismo que en la actualidad esta en construccion, aunque el segundo puente construido sobre el río ya tiene los rieles para el mismo, Ciudad Bolívar para esa época es un lugar de calles estrechas y empedradas que bajan hacia el mismo punto, el malecón que contiene el río en su parte más angosta, rasgo distintivo que originó su primer nombre (Angostura), donde se reunió el Congreso de Angostura bajo la tutela del que hacia posibles los sueños. Allí nació una Gran República (Colombia), bautizada con el nombre del marino cuya gloria fue arrebatada por la envidia e incomprensión, los mismos causantes de su disolución años más tarde, aplazando un proceso que tarde o temprano debe realizarse. La atención se concentra en la eterna discusión de tres caballeros venezolanos, geógrafos y científicos, sobre el nacimiento y curso del Río Orinoco que nace y muere en territorio venezolano, aunque parte de su extenso caudal besa la frontera con Colombia y se nutre con importantes tributarios provenientes del país hermano, como el Meta y el Guaviare, el río es el mejor vínculo para integrarse social y económicamente a las repúblicas vecinas.

En el capitulo XXVII del Libro denominado “La Liberación” el autor nos relata sobre el sitio donde llego Chaffranjou y escribe lo siguiente:

“Ahí vertían las primeras aguas de la sierra parima por la Garganta en cuyo fondo un atrevido explorador había enarbolado el pabellón de Francia el 18 de Diciembre de 1886…El Orinoco muy estrecho en su nacimiento, no media entonces mas que algunos metros de anchura.”

El río Orinoco nace efectivamente en el posteriormente bautizado cerro Delgado Chalbaud, en la serranía Parima, como lo reseña Verne, pero no es hasta la expedición de Risquez que se logra ubicar el sitio exacto donde nace nuestro río, sitio ubicado al sur del estado Amazonas, en Venezuela. 

Desde inicios del siglo XX hubo varios intentos para llegar hasta las fuentes del Orinoco. Dignas de comentarios son las expediciones organizadas por el eminente científico, explorador y antropólogo Theodor Koch Grunber, quien de 1903 a 1905 navegó el Guainía-Río Negro, recorriendo después varios ríos del Amazonas brasileño para volver en 1911 por las cabeceras del Ventuari, llegando hasta el Atabapo

Finalmente la Expedición Franco-Venezolana, al mando del entonces Mayor del Ejercito venezolano, Franz Rísquez Iribarren, logró llegar a las tan buscadas fuentes de nuestro gran río, la gloriosa fecha fue el 27 de diciembre de 1951. 

Esta obra injustamente olvidada en Venezuela, que trata sobre las interrogantes sobre el porvenir de la ciencia, y toca el controvertido tema de las fuentes de este río venezolano y sus habitantes de la forma en que eran vistos por los europeos de la época.

¡El bosque creado por el hombre más grande del mundo está en Venezuela!


El "Bosque de Uverito", también conocido como “las plantaciones de Uverito”, está ubicado entre los estados Anzoátegui y Monagas, y es el bosque mas grande del mundo plantado por el hombre, con alrededor de 600.000 hectáreas en plantaciones de Pino Caribe. 

El proyecto inició en los años 60, gracias a la iniciativa del Ingeniero José Joaquín Cabrera-Malo, quien junto a la Corporación Venezolana de Guayana y el Ministerio de Agricultura y Cría, comenzó la plantación de cientos de Pinos.

En 30 años se convirtió en el bosque creado por el hombre más grande del mundo, milagro que además originó un cambio climático espectacular y salvó a la Mesa de Guanipa de convertirse en un gran desierto. Actualmente, en el Bosque de Uverito, más de treinta empresas procesan madera de pino caribe para usos industriales y comerciales.

22 de marzo de 2017

"LOS ESTUDIOS AFROAMERICANOS Y AFRICANOS EN AMÉRICA LATINA: HERENCIA, PRESENCIA Y VISIONES DEL OTRO"



"LOS ESTUDIOS AFROAMERICANOS Y AFRICANOS EN AMÉRICA LATINA: HERENCIA, PRESENCIA Y VISIONES DEL OTRO"
Gladys Lechini (Compiladora)
Descargue el PDF: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/sursur/AFRICAN/african.pdf

LA FILOSOFIA OLVIDADA..."LA FILOSOFIA BANTU"

Resultado de imagen para filosofía Bantú

En Europa y el mundo se conoce de sobra los postulados de Sócrates o Platón, o las filosofías orientales de Lao-Tse, Confucio y Buda pero poco a casi nada se sabe en occidente de la filosofía Bantú, probablemte porque muchas étnias africanas,en la que se incluirían también éstos, proceden de una fuerte tradición oral. Pocos libros hay donde leer sobre la filosofía bantú pero afortunadamente he podido encontrar libros como “Bantú Philosophy” de Placide Tempels (un libro único en “su especie”) donde se cuenta sobre esta filosofía vista desde el punto de mira de los propios bantúes, que me ha servido para despejar las siguientes incógnitas: ¿qué es la filosofía Bantú?¿En qué consiste?. Las respuestas a esas preguntas serán desveladas a continuación.

Resultado de imagen para filosofía BantúPara saber qué es la filosofía Bantú primero debemos saber quienes son los Bantúes. La palabra Bantú agrupa a toda las etnias africanas, que ascienden a la cifra de 400 grupos étnicos, que hablan lenguas bantúes y cuyo territorio está comprendido desde Duala (Camerún), en el sud del océano Atlántico, hasta la desembocadura del rio Tana en el océano índico. Los lingüistas habían postulado erróneamente que las lenguas bantúes tenían todas el mismo origen, aunque ahora se sabe que dichas lenguas se diversificaron hace 2000 años. Mis ancestros Bantúes habitaban en regiones remotas de Nigeria y Camerún Central. Posteriormente se expandieron por varias regiones del continente africano.

Imagen relacionadaNo existe ninguna raza bantú, los bantúes tienen en común el origen de sus lenguas aunque provengan de etnias diferentes. Entre las lenguas más características de los bantúes encontramos la lengua fang, bakuba, baluba, lingala, bakongo, hutus, baganda, kikuyus, tongas, bechuanas, hereros, swazi, sotho, zulúes y xhosa. Los bantúes antes de realizar su migración ya tenían conocimiento sobre la metalurgia, las regiones que invadieron (en la edad de piedra) estaban poblados por personas que practicaban sólo la caza y la recolecta y probablemente los bantúes les conquistaron gracias a su superioridad tecnológica.

Imagen relacionadaContrariamente a lo que se ha postulado durante mucho tiempo en occidente, por varias escuelas de pensamiento que habían estudiado superficialmente a los bantúes desde una óptica eurocéntrica, los bantúes también poseen una Fe ( en el Ser Supremo o Dios) y también poseen un sistema de pensamiento que podríamos denominar como “filosofía de la magia”, entendiendo la palabra magia como ciencia de la sabiduría o “ciencia magna”.

En grandes civilizaciones como la egipcia (que fue la fuente principal de la que bebió la civilización griega y también los filósofos orientales), la mesopotámica y la hindú, la magia era considerada sagrada e inseparable de la religión. Sin embargo los analistas del pasado siglo, impulsados por ideas evolucionistas, consideraron la magia como un estadio primitivo o inferior de conocimiento que fue superada posteriormente por la ciencia. No obstante ahora se sabe que las ciencias surgieron de la magia tras su “divorcio” de la religión. La religión se quedó con la parte “exotérica” de la magia y la transformó en una serie de dogmas introducidos por personas poderosas de las altas esferas eclesiásticas, esto dió como resultado el fanatismo y la intolerancia hacia la verdadera Magia.


La magia Real era la ciencia mediante la cual los seres humanos evolucionados podían entrar en comunicación con esferas superiores e inferiores y dominarlas. Este conocimiento de los poderes ocultos en la Naturaleza era conocido por unos pocos por el grado de dificultad y sacrificios necesarios en su maestría. Entre ésos pocos que dominaron ésa magia suprema figuran personajes históricos de la altura del maestro (palabra que viene de mago, es decir, el que domina la magia) Jesucristo, el cual se sabe que viajó a la india para aprender conocimientos sagrados que le permitieron llegar a dominar la ciencia suprema.

Debo aclarar que la magia no es sobrenatural sino muy natural. De hecho facultades intrínsecos en todo ser humano como el amor, la voluntad y la creatividad si son desarrollados y dominados de forma consciente dan lugar a la maestría, lo que convertiría a la persona que logre dicha hazaña en un mago.

Volviendo ahora a la cuestión de la filosofía bantú podemos decir que a pesar de que primeramente que la filosofía basa su idiosincrasia en la idea de la Fuerza vital o “Muntu”. La idea del ser que sostienen los Bantúes, la cual se traslada tanto a todas las cosas y seres vivos como a Dios, tiene una importancia y ejecución también en los seres humanos.

Tres son las nociones básicas a comprehender y que forman la base del pensamiento bantú: la fuerza vital, el aumento de la fuerza y la influencia vital que correspondería a una especie de “santa trinidad” de esta filosofía.

Resultado de imagen para filosofía BantúEl término “muntu” viene a designar, en la lengua kaluba, también fuerza personal en el hombre. En esta concepción el hombre destaca en fuerza y poder entre todos los seres vivos creados. Los seres inferiores, que serían los minerales, vegetales y animales, habrían sido creados, por la gracia del Ser Supremo, según los Bantúes para asistir al hombre, que es superior a éstos. Esta superioridad se basaría en la mayor o menor conexión que tuviese con Dios. El Dios de los Bantúes sería literalmente el que provee al hombre de esta fuerza vital porque en definitiva Él es la fuerza suprema, y el que Posee al hombre es Dios. En lugar de decir que Dios, en la concepción Bantú es EL QUE ES diríamos entonces que EL ES QUIEN POSEE. Porque Dios representa la perfección suprema y además no ha sido creado sino que simplemente ES porque es una causa en sí misma y la razón de ser de los demás seres creados, como el hombre. El hombre es una pequeña fuerza vital impulsado por la gran fuerza vital que es Dios. Los Bantúes contemplan el conocimiento y la sabiduría como fuerzas vivientes y creen que “muntu” tiene el poder del conocimiento que estaría traducido, en el idioma kaluba, por “udi na Buninge bwa kuyuka”.

El segundo punto central de la filosofía Bantú gira alrededor del grado de incremento o disminución de la fuerza vital. El muntu como cualquier otra fuerza es susceptible de aumentar o disminuir y también de ser heredado, perdiendo así con esto último la fuerza vital. Para los Bantúes el decrecimiento de la fuerza vital en el hombre podría equipararse a la forma que se entiende en Occidente como la muerte del cuerpo pero en sentido espiritual (“mufu”).

El destino del muntu viviente de toda persona está intrinsecamente unido y de por vida a Dios pero también es una relación que incluye a los amigos, los parientes y la descendencia de este ser, de ahí el término Ubuntu de la lengua Xhosa que dice: “Yo soy porque nosotros somos”. Se produce una relación ontológica similar, al del muntu de un individuo con Dios, en los bienes del individuo, su patrimonio, su tierra , incluyendo toda la producción de esta y todo lo que crezca en ella. Se entendería con esto que la fuerza vital, de cualquier ser, está conectada con el Todo o Ser Supremo y a la vez con todos.

El aumento o la depreciación del poder personal de un ser depende de los actos que este ser lleve a cabo, cualquier acto que interfiera negativamente en el “muntu” contribuye a empequeñecerlo. Así si un hombre se comporta deshonestamente se diría entre los bantúes que esta persona no es unmuntu, en el sentido que está deshonrando a su fuerza vital.

Resultado de imagen para filosofía BantúLa última idea a comentar, antes de completar lo que forma el esqueleto de esta filosofía mágica, es el grado de influencia o cómo influye la energía vital como agente activo. Como se ha citado anteriormente para los Bantúes no existe ningún individuo que no esté conectado al Todo. Aquí, el libre albedrío cumple una función clave puesto que aunque se entienda ésta como una facultad poseída por el “muntu”, que nos puede conducir libremente hacia el bien o hacia el mal, determina el destino de un individuo puesto que es predeterminado por Dios. Digamos que el libre albedrío en el sistema de pensamiento bantú no es del todo libre, es actuando en concordancia con este albedrío que el Ser Supremo elige libremente para cada persona, el medio por el cuál el ser puede alinearse con su destino cumpliendo así en definitiva la voluntad divina. Digamos que el ser es libre para actuar en concordancia con las leyes naturales designadas por la divinidad.

Aunque se han hecho investigaciones posteriores a la de Tempels (cuyas investigaciones fueron realizadas en República Democrática del Congo y en convivencia estrecha con algunas etnias bantúes), la mayoría de los investigadores posteriores coinciden en los principios arriba mencionados son fieles, en esencia, al sistema de pensamiento de los Bantúes.

Podemos concluir aquí diciendo que la filosofía bantú existe y que es una forma de ver y entender la realidad tan respetable como cualquier otro sistema de pensamiento y hay que otorgarle el lugar que se merece en el mundo.

CONSULTA LA ETIQUETA

NUESTRA PAGINA EN FACEBOOK

Post Relacionados