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28 de marzo de 2018

DE ANIMALES A DIOSES, SOMOS VERDADERAMENTE DE ESTE MUNDO




Quizás estas cansado de tantas teoría e hipótesis, sin embargo aunque este post suene a ficción, recuerda lo que hizo Albert Einstein siendo un oficinista de 25 años. Este demolió la certeza de 200 años de que Isaac Newton supo todo lo que había que saber sobre la física básica. En un trabajo de investigación técnico de sólo unas páginas de largo.

Partimos desde nuestro ADN, que quizás no tienen ni siquiera los 100 años de ser descubierto, encontrandonos que se remonta al rango de unos 150.000 años. Un estudio realizado por el científico e investigador Lloyd Pye nos muestra algunas anomalías en la supuesta evolución del ser humano.

Lloyd nos muestra que somos completamente diferentes de los primates en algunos sentidos. Por ejemplo:

Tenemos los huesos más ligeros y delgados

Nuestros músculos son de 5 a 10 veces más débiles

Nuestra piel no está bien adaptada para recibir la luz del sol directamente

Nuestro tejido adiposo contiene 5 veces más grasa bajo la piel (si recibimos un corte profundo, debido a nuestra grasa no cicatrizará sin puntos de sutura)

El pelaje de nuestro cuerpo es invertido, ellos tienen más en la espalda y nosotros en el pecho

Nuestro pelo y unas tienen que estar cortándose continuamente, mientras que a ellos, cuando llega a cierto punto se detiene.

Los cráneos y cerebros son diferentes, no tienen la misma aproximación

El habla, la tenemos completamente rediseñada

Y lo que al parecer de Lloyd es más importante y de lo que voy a hablar ahora es que tenemos más de 4.000 desórdenes genéticos y enfermedades hereditarias. En cambio, ellos prácticamente no tienen, ¿qué evolución es ésta? El tema de los desórdenes genéticos contradice totalmente la evolución, ya que las copias defectuosas se eliminan.


Me explico, en nuestra balsa genética existen más de 4.000 enfermedades hereditarias, pero la naturaleza es muy sabia, y como hace con el resto de animales del mundo, con el paso de los siglos se van eliminando enfermedades de la balsa genética, para impedir que algún ser no pueda reproducirse y librarlo de enfermedades, pero, ¿por qué con nosotros no?

Si tenemos una “edad” de entre 150.000 y 250.000 años, ¿por qué la naturaleza no ha eliminado está cantidad ingente de copias defectuosas de nuestra balsa genética? Hay que apuntar que esas más de 4.000 enfermedades hereditarias no se transmiten por reproducción sexual, entonces ¿qué hacen ahí?

Lloyd Pye, al igual que una enorme cantidad de científicos e investigadores, sostiene que esto es debido a la manipulación genética. Para explicarlo hay que recurrir a los textos sumerios, que es donde exponen este tipo de cuestiones. Supuestamente, nuestros creadores, supuestamente llamados “los Anunnaki” nos crearon de una forma rápida y ni mucho menos cuidadosa. Necesitaban mano de obra para sus proyectos (algunos dicen que para extraer oro de las minas, sin embargo otros investigadores no piensan igual), decidieron crear un esclavo a partir de un ser primitivo.


Decidieron cruzarlo con su propia especie. Hubieron multitud de intentos. Intentaron fecundar homínidos hembras con esperma Anunnaki, también probaron con esperma de homínido en óvulos de hembras Anunnaki. Hasta que tras muchos intentos y “errores” lograron crear a un ser lo suficientemente capacitado y sumiso para obedecer órdenes.

Estaban teniendo multitud de revueltas en las minas, la mano de obra Anunnaki se quejaba del duro trabajo que debían desempeñar y de las pésimas condiciones en las que lo hacían. Crearon a un ser esclavo, rápido, sin reparar en las enfermedades o detalles que pudiesen complicar la vida de este ser en un futuro. No les importaba si 1 de cada 10 moría, estaban trabajando con prisa, estaban intentando crear seres sintientes y no lo hacían ni mucho menos para nuestro beneficio sino para el suyo.

Otro dato a tener en cuenta y que es muy relevante es los cromosomas que tenemos nosotros y los primates. Nosotros tenemos 46 cromosomas mientras que ellos tienen 48. Esto es muy importante, ya que la naturaleza jamás ha hecho nada parecido ni lo hará. La naturaleza no resta cromosomas en absoluto. En todo caso hace más divisiones.

Pero hay otra cosa que es aún más misteriosa. Los 2 cromosomas que nos faltan no los perdimos, están fusionados, a diferencia de los del resto de primates. Esto es sumamente revelador ya que es imposible que la naturaleza por sí sola fusiones 2 cromosomas. ¿Y por qué fusionarlos y no quitarlos? Básicamente para preservar el paquete de cromosomas y no perder una grandísima cantidad de ADN.






¿Y si querían cruzarnos con una especie que poseía también 46 cromosomas?

Puede que ésta teoría suene a ficción, pero las pruebas están ahí, y si no recuerdo mal, en 1905, un oficinista de 25 años de edad demolió la certeza de 200 años de que Isaac Newton supo todo lo que había que saber sobre la física básica. En un trabajo de investigación técnico de sólo unas páginas de largo.

Este joven era Albert Einstein.

EL DIA EN QUE PIAR SUBASTO A LA GUAYANA, LOS POSTORES; HAITI Y PORTUGAL


.."Galindo, tú no sabes ni la mitad. Piar debe morir..." 

Esta fue la respuesta que recibió Galindo de parte del Libertador Bolívar, el mismo Galindo lo contó, años después, ya siendo un anciano, en Caracas, luego que encarara a Bolívar y lo acusara de tanto ensañamiento contra Piar y le pidió que lo liberara, que él sería la garantía de que Piar se iría del país. 

Aunque, nunca se pudo comprobar mas allá de la sentencia formal que recibió Piar del Consejo de Guerra que lo juzgo, las principales pruebas presentadas por los acusadores y que fueron desechadas, fue la de la intención del General Piar de Segregar a la Guayana de Venezuela con apoyo de Haiti o de Portugal quienes ya habían negociado con el acusado. Sin embargo esta hipótesis forma parte de los misterios que envuelve el fusilamiento del General Invicto "Manuel Piar" y aquí te lo resumimos;

GUAYANA SUBASTADA POR PIAR“Se tejen varias hipótesis sobre las verdaderas razones del ajusticia miento del General Manuel Piar que pudiésemos resumir a continuación: 1) Según las reflexiones de su confesor, el Pbro. Remigio Pérez Hurtado, las causas invocadas contra Piar estaban totalmente viciadas e injustificadas para condenarlo, previa degradación, a la pena máxima. Se atribuía a Piar estar en connivencia con su [[supuesto]] tío Juan VI de Portugal, a la sazón en Brasil, para segregar Guayana de Venezuela. Muchos historiadores desechan esta teoría ya que de ser cierto este hecho, lo hubiesen condenado como traidor a la patria y por tanto justificaría su fusilamiento, pero hubiera sido muy inconveniente y peligroso internacionalmente, ante Portugal, potencia mundial en la época, fusilar a "un príncipe de la sangre", haciendo público el parentesco y la razón de la ejecución. 2) La otra hipótesis, sería una supuesta alianza con el General Petión, para fundar en Guayana una república negra, semejante a la de Haití. Esta versión la vierte en una carta dirigida al Ministro de Guerra de España, el Generalísimo Pablo Morillo, Jefe de los Ejércitos del Rey en 1817…." Piar, que es mulato y el de más importancia entre las castas, tiene relaciones muy estrechas con Alejandro Petión, mulato rebelde que se titula Presidente de Haití y que ambos proponen formar un establecimiento en Guayana que asegure su dominación en América, donde es de presumir quieran renovar las escenas del Guárico y demás posesiones de Santo Domingo (se refiere a la matanza de los blancos) (El Teniente General Pablo Morillo, de Antonio Rodríguez Villa, Madrid, 1910, tomo I). Se dijo en aquel entonces que incluso los realistas, no obstante, las hostilidades en vigencia, habrían entrado en contacto con los patriotas para alertarlos de la gravedad de una lucha de clases, que implicaba el exterminio de la gente de raza blanca. (http://piel-l.org/blog/archives/433). Esta acusacion tambien fue desechada por sus implicaciones internacionales con Haiti en pleno fervor de la lucha de independencia.

Solo Bolívar y Piar sabían la verdad, este ultimo manifestó públicamente el error cometido sobre la decisión final que marco el destino de Piar, sin embargo sobre el Plan de segregar a la Guayana, la historia jamas indago sobre la veracidad de estas hipótesis. Quizás Bolívar, en su sabiduría militar no profundizo sobre este plan, ya que Haiti era un aliado histórico de lucha por la independencia y Portugal un Imperio de la época que se mantenía al margen de la lucha contra el imperio español.


MAS MISTERIO
Sangre de mi Sangre; "Lo único que yo no le perdonaré nunca a Bolívar es la forma en que sacrificó a Manuel Carlos; pues él sabe, como yo, que por las venas de éste corría sangre de nobles y sangre de su sangre". MIGUEL JÉREZ DE ARISTIGUIETA (Posible tío de Manuel Piar y primo segundo de Bolívar)

Cuando todo Empezó; Habían sido tantas las derrotas y errores tácticos cometidos por Bolívar entre los años 1814 y 1816 que los demás jefes patriotas, especialmente Bermúdez, Piar y Mariño, no lo querían como líder supremo. Ya en Haití, cuando se armaba la expedición de los Cayos había surgida la primera pelea entre todos ellos y si aceptaron a Bolívar como comandante fue porque Brion amenazó con no prestar sus barcos si Bolívar no era el líder de la expedición.

Pero allí no terminó todo, en Cumaná, meses después, casi que Bermúdez y Bolívar se matan a espadas de no ser porque Piar evitó la pelea. El error principal de Bolívar en esos años era su obsesión por liberar a Caracas, pero Manuel Piar lo vio primero:

“Si conquistamos Guayana nos haremos fuerte: Tendremos salida al mar por el Orinoco, comunicación con la Nueva Granada y nos haremos de las enormes riquezas de esa región” _pensaba Piar.

El 31 de diciembre de 1816, reunidos en Barcelona, en la casa de Eulalia Buroz, Bolívar le ordenó directamente a Piar que desistiera de marchar contra Guayana.

_ Aún no es el momento, general. _ le dijo.

Pero Piar desobedeció y comenzó a ganar batallas en el Oriente del país. Y con unos pocos que decidieron seguirlo marcharon sobre Guayana y con una hábil estrategia militar se apoderaron de importantes posiciones realistas.

Bolívar, en febrero de 1817, estando aún en Barcelona, se entera y se va a Guayana. Le reclama a Piar su conducta pero éste no le para y llega a decir:

_ No me importan los chillidos de Bolívar. 


Manuel Carlos Piar Gómez. Siempre se dijo que Piar era mulato (Su padre, blanco, y su madre, zamba) pero Piar era de ojos azules, cabello rojizo con tonalidades amarillas y piel blanca. Su parecido con el príncipe José de Portugal es notable.

Alguien le estaba ladrando en la cueva al propio Simón Bolívar. El prestigio de Piar entre las tropas aumentaba rápidamente. En realidad, de las trece batallas que comandó, Piar perdió sólo una. Llegan noticias de que Barcelona está a punto de caer en manos de los españoles y Bolívar decide regresar. Entonces Piar aprovecha y reúne sus fuerzas y le presenta batalla a los españoles que se han hecho fuertes en San Félix. Logra derrotarlos. Mientras tanto, Bolívar, que marcha a auxiliar a Barcelona, se entera que esta ciudad ha caído en manos de los españoles. En la defensa final había muerto heroicamente Eulalia Buroz.

Bolívar se regresa a Guayana y Piar lo único que recibe del Libertador son reprimendas por haber desobedecido.

_ Con todo respeto, general Bolívar, ¿Quién lo encumbró a usted sobre todos nosotros? –le pregunta Piar.

_ ¿Está usted cuestionando mi autoridad? – le pregunta Bolívar

_ General, sólo le hice una pregunta.

Muchos patriotas se preguntaban lo mismo. Mariño incluso pensaba que él tenía más méritos que Bolívar para comandar el ejército pero él era más cauto que Piar. Prefería esperar su momento. Fue Arismendi quien calmó los ánimos:

_ Amigos, no es momento para esta discusión.

Pero el general Piar se cansó y pidió que le dieran la baja. Bolívar así lo hizo. Semanas después comenzó a correr el rumor de que Piar quería unir a todos los negros, indios, zambos y pardos y hacer una “guerra social”, una guerra total contra todos los opresores del pueblo. Eran sólo rumores pero todos habían escuchado de la boca de Piar lo que él siempre decía:

_La guerra debe ser total, una guerra social, por los marginados.

El 5 de agosto Bolívar decide que a Piar hay que capturarlo y enjuiciarlo y emite un manifiesto donde expone: “el general Piar ha formado una conjuración destructora del sistema de igualdad, libertad e independencia”.

Piar se enteró de la orden que pesaba sobre él e intentó persuadir a Mariño para que lo secundara. Mariño se negó. Al final Piar se quedó sólo y no opuso resistencia a Manuel Cedeño quien lo encontró el 28 de septiembre de 1817 en Aragua de Maturín.

Fue encerrado en una celda frente a la Catedral de Angostura. El tribunal se constituyó en esa misma casa. Se le acusó de insubordinación, deserción, sedición y conspiración. Piar escogió como su defensor a uno de sus más férreos enemigos, el capitán Fernando Galindo. Como fiscal actuó Carlos Soublette y Luis Brion, paisano de Piar, como Presidente del Tribunal. Los demás miembros eran Pedro Leon Torres, José Antonio Anzoátegui Judas Tadeo Piñango y Francisco Conde. Casi todos eran enemigos de Piar. El que más pedía la pena de muerte era José Antonio Anzoátegui. Jamás se ha sabido por qué tanto encono de este joven patriota contra Piar.

En una pequeña celda pasa sus días el general Piar. Domingo Remigio Pérez Hurtado, el cura de la ciudad es el único que lo visita. Fue éste quien le regaló un crucifijo y le dijo:


En esta casa de Angostura (Ciudad Bolívar) se realizó el juicio que condenó a muerte al general Manuel Piar. Hoy es un museo.

_ Aférrate a Cristo, hijo mío. Podrán matar tu cuerpo pero no tu alma. Y tu gloria terrenal, tus victorias, ni Bolívar ni nadie podrá quitártela.

_ Sólo quisiera ver una vez más a mi hija, pero sabrá Dios dónde están ella y su madre en este momento.

¿Quién era ese hombre de 43 años, que ahora estaba allí, derrotado por sus propios compañeros de armas?

Piar nació en Willemstad, Curazao en 1774 (aunque algunos dicen que fue en Caracas). Hijo de una mulata llamada María Isabel Gómez. Su verdadero padre se desconoce (Fernando Piar lo adoptó y le dio su apellido). Aragua de Maturín, en la actualidad. En este pueblo se encontraba Piar cuando fue encontrado por un comando dirigido por Manuel Cedeño y se lo llevaron prisionero a Angostura. Como sea, Piar era mestizo y seguramente desde su niñez sintió el rechazo de la clase mantuana. Por esfuerzo propio aprendió varios idiomas y se hizo de una gran cultura. Aunque muy poco estudiada su participación, se sabe que Piar, siendo joven, estuvo involucrado en la conspiración de Gual y España. Después de pasar unos años trabajando como comerciante entre Curazao, Aruba, Haití y Jamaica, regresa a Venezuela en 1810 y se une al bando patriota. Cuando cae la I República se refugia en Trinidad y luego participa en la liberación de Oriente junto con Mariño, Bermúdez y otros. Mientras los demás se quedan combatiendo en tierra, Piar logra formar una pequeña escuadra y derrota a los realistas en todo el eje que va desde Puerto Francés hasta Chuspa. En 1816 derrota a los realistas en el Juncal lo cual asegura la posesión patriota sobre Barcelona. 

A principios de 1817, viendo que la guerra en el norte de Venezuela está perdida, Piar decide ir al sur, hacia Guayana. El 11 de abril de 1817 obtiene un gran triunfo en San Félix y asegura el territorio de Guayana para los patriotas. Un mes después acata las decisiones del Congresillo de Cariaco que rechazaba la autoridad de Bolívar. EL Libertador logra salir airoso de esta jugada política de los patriotas y Piar es privado de comandar tropas. Pide que le den la baja con el grado de General en Jefe, petición que le fue aprobada. José Francisco de Braganza, príncipe de Portugal ¿Era Manuel Carlos Piar su hijo tal como se ventiló en el juicio? El cura Domingo Hurtado, quien fue el confesor de Piar así lo creía. 

Pero alrededor de Piar gravita un gran misterio. Existe una leyenda de que realmente era hijo del príncipe portugués José Francisco de Braganza (quien visitó Caracas en 1777) y de Belén Jerez de Aristiguieta, una mantuana caraqueña, prima segunda de Bolívar. Al descubrirse su embarazo ella fue obligada a encerrarse en un convento y el niño fue entregado a Fernando Piar, un comerciante curazoleño. Se sabe que el niño Piar solía pasar largas temporadas en Caracas con Josefa Aristiguieta, su posible abuela. 

Por otra parte, el mismo Piar comentaba que los niños en Curazao se burlaban de él diciéndole:

_ Lorito real, vete pa’ Portugal.

Con eso parecían referirse al rumor que había en Willemstad de que Manuel Carlos era hijo del heredero de la corona de Portugal.

Otros opinan que Piar era en verdad hijo de Juan Vicente Bolívar, engendrado fuera del matrimonio (Recuérdese que Juan Vicente Bolívar se casó a los 47 años con Concepción Palacios y antes de eso engendró muchos hijos, especialmente en los pueblos de los valles de Aragua). Herrera Luque, en su libro “Manuel Piar, caudillo de dos colores” (Pomaire, 1987), menciona que existe una carta, que poseen los descendientes de la familia Soublette, donde Miguel Jerez de Aristiguiera, hermano de Belén Jerez de Aristiguieta (la posible madre de Piar) escribe: 
"Lo único que yo no le perdonaré nunca a Bolívar es la forma en que sacrificó a Manuel Carlos; pues él sabe, como yo, que por las venas de éste corría sangre de nobles y sangre de su sangre". 


José Antonio Anzoátegui fue miembro del Consejo de Guerra que juzgóy condenó a Piar. Murió año y medio después en circunstancias extrañas. Como sea, Manuel Carlos Piar está ahora encerrado en una celda en la misma ciudad que él ayudó a liberar. De allí lo sacan, todos los días en la mañana, para el patio, donde se celebra el juicio. Allí, Manuel Carlos escucha con templanza las acusaciones del Fiscal y los testigos que se presentan: 

_ Diga su nombre, oficio y de dónde proviene _le dice Soublette a uno de los testigos.

_ Soy Juan Acosta, señor. Sargento del Batallón Bravos de Araure. Soy de Villa de Cura.

_ ¿Reconoce al hombre que está sentado allá?

_ Sí, mi general, es mi general Piar.

_ Consta en autos que usted declaró lo siguiente acerca de ese hombre: “El general Piar me habló en la noche del 15 de julio del corriente en Aragua de Maturín y me pidió que renunciara a mi mando natural y me le uniera para hacerle la guerra a todos los que oprimen al pueblo. Fueran criollos o españoles”. ¿Ratifica ante este tribunal esa declaración? 

_ Sí, mi general.

Y así fueron dos semanas de audiencias y deliberaciones del tribunal. Mientras que Pedro León Torres, como miembro del Consejo de Guerra insistía en que no había suficientes pruebas para condenar a Piar, José Antonio Anzoátegui insistía en que sí lo era y pedía la horca. 

_ ¡Debe morir como lo que es, un traidor!

En el juicio el fiscal (Soublette) mostró como pruebas de la traición unos papeles que le encontraron que probaban que Piar estaba en contacto con el rey Juan VI de Portugal al que llamaba “tío” y le pedía el apoyo para separar a Guayana de Venezuela y convertirla en un protectorado portugués. 

El abogado defensor Galindo logra que estos papeles no entren en autos porque no están firmados por Piar y cualquiera pudo haberlos escritos para incriminarlo.
Galindo, a pesar de haber tenido sus desencuentros con Piar hizo una magistral defensa. Pidió la nulidad del juicio porque se habían presentado muchas pruebas falsas y además, el mismo Bolívar había declarado días antes que “la muerte de Piar es necesaria”.

Brion le insistió que el tribunal era independiente y no estaba bajo la influencia de Bolívar. Algo ante lo cual Galindo lo que hizo fue sonreír de manera irónica y agregó:

_ General, ¿por quién me toma? 


Ciudad Bolívar, la antigua Angostura, fundada a orillas del Orinoco, era el enclave de una rica región agrícola y ganadera. Su posesión por parte de los patriotas, gracias a Piar, permitió una comunicación directa con el Atlántico por el río Orinoco y fue allí donde llegaron, a partir de 1818, grandes contingentes de irlandeses, escoceses e ingleses que se alistaron para luchar por nuestra Independencia. 

También, varios atestiguaron que Piar había entrado en contacto con el presidente de Haití, Alejandro Petión y estaban confabulados para crear una “República negra” en Guayana, separada de Venezuela. 

Galindo también demostró que esto era falso o al menos no podía comprobarse su veracidad. Al final del juicio Galindo logró que le eliminaran los cargos de subordinación y deserción, pero el tribunal falló: 

“Se condena al ciudadano conocido como Carlos Piar, general de la República, a ser pasado por las armas y a la degradación al rango de capitán. La sentencia se verificará una vez el Comandante Supremo, General Bolívar la confirme y si así no lo hiciere, el reo recobrará su libertad”. 

Piar, que abrigaba la esperanza de que lo absolvieran golpeó con sus dos manos atadas la mesa frente a la cual estaba sentado. Gritó que era una injusticia, que era inocente, mientras veía hacia todos lados como buscando apoyo de alguien, pero lo único que encontró fueron las miradas acusadoras de todos. 

_ ¿Por qué José Antonio? _ le dijo a Anzoátegui_ ¿Por qué? ¿Qué te hice? Y tú, Soublette? 

Galindo sintió compasión por aquel hombre y con suavidad lo sentó en la silla. También se sentó el a su lado.

_ ¿Se puede apelar? – le preguntó Piar con voz baja. 

_ Si Bolívar confirma la sentencia ya no puede hacerse nada. 

Los miembros del tribunal se retiraron y Piar fue llevado de regreso a su celda. 

Fue entonces cuando Galindo salió a toda prisa a la Casa de los Gobernadores. Tenía que hablar cara a cara con Bolívar. Llegó antes que los miembros del tribunal y lo dejaron pasar. 

Galindo contará, años después, ya siendo un anciano, en Caracas, que le echó en cara a Bolívar tanto ensañamiento contra Piar y le pidió que lo liberara, que él sería la garantía de que Piar se iría del país. Pero Bolívar, según Galindo, sólo le dijo: 

_ Galindo, tú no sabes ni la mitad. Piar debe morir. 

Bolívar recibió la sentencia. Quizás pensó en las doce victorias de Piar y supo que no podía degradarlo. Confirmó la muerte pero no la degradación. Piar seguiría siendo el General Piar. 

El 16 de octubre de 1817, un sereno y tranquilo Manuel Piar, fue sacado de su prisión. Besó un gran crucifijo que había en la pared y con los ojos llorosos salió de la celda. Afuera lo esperaba el cura. 

_ Apóyate en mi brazo, hijo mío –le dijo el padre Domingo. 

Cuando llegaron frente al lugar donde lo fusilarían (pared oriental de la Catedral), Piar besó el anillo del cura y lo miró a los ojos: 

_ Gracias, padre. 

_ Míralos a los ojos, hijo, míralos, así no te olvidarán.

Piar le entregó el crucifijo: 

_ Trate, si no es mucho pedirle, que llegue a mi hija Rosa. Tengo muchos años que no la veo, pero algo me dice que vive.

Casa de los Gobernadores de Angostura, hoy convertida en un Museo. Desde una de esas ventanas Bolívarobservó el fusilamiento de Piar. Dos soldados se lo llevan y lo ponen de rodillas frente a la bandera para que escuche la sentencia. Piquetes de soldados rodeaban toda la plaza. Eran las cinco de la tarde y la gente que estaba en la catedral para la misa salieron a ver al general Piar, al mismo que meses antes habían visto entrar triunfante a la ciudad. Cerca de allí el Orinoco llevaba sus aguas al mar. 

Y cerca, desde el piso alto de la Casa de los Gobernadores, semi oculto, Bolívar veía toda la escena. Sólo lo acompañaba su edecán. Pero donde se encontraba no podía ver a Piar, oculto por la Catedral. 

Dos soldados colocaron a Piar contra la pared. Él se desabrochó la camisa y mostró el pecho. Le habían prohibido concederle el honor de dirigir al batallón de fusilamiento pero antes de la descarga tuvo tiempo de decir sus últimas palabras:

_ Apunten bien al corazón, muchachos. 

Desde la Casa de los Gobernadores Bolívar escuchó las detonaciones y hasta allí llegó el olor a la pólvora. Se dejó caer en una silla y con lágrimas en sus ojos exclamó: 

_ He derramado mi propia sangre. 

Cae la noche del 16 de octubre de 1817, el general Manuel Piar es enterrado en un cementerio destinado a la gente sin familia, a los pobres de la calle. 
Placa colocada en la pared oriental de la catedral de Ciudad Bolívar, en el lugar donde murió Piar. Aun se encuentra alojada en la pared una de las balas de fusil que acabaron con su vida. Un hombre ha venido en secreto a llorar a su tumba. Estuvo allí, en la tarde y vio a Piar caer bajo la descarga de los fusiles. Y fue entonces cuando comprendió que Manuel Carlos tenía razón. Tuvo una especie de epifanía. Se dio cuenta del error cometido y ahora lloraba ante el túmulo de tierra. 

_ Perdóneme mi general. Perdón… perdón. 

Era José Antonio Anzoátegui. Nunca pudo Anzoátegui sacarse de su memoria la mirada que Piar le lanzó el día en que lo fusilaron y ella se quedó clavada como una daga en su corazón… 

Tal vez fue ese dolor, ese remordimiento lo que lo llevó a la muerte, en su cama, en la ciudad de Pamplona, sólo año y medio después. 

Al día siguiente el Libertador se apresuró a redactar una proclama al Ejército:

A los soldados del Ejército Libertador 

"Soldados: Ayer ha sido un día de dolor para mi corazón. El general Piar fue ejecutado por sus crímenes de lesa patria, conspiración y deserción. Un tribunal justo y legal ha pronunciado la sentencia contra aquel desgraciado ciudadano, que embriagado con los favores de la fortuna y por saciar su ambición, pretendió sepultar su patria entre sus ruinas. El general Piar, a la verdad, había hecho servicios importantes a la República, y aunque el curso de su conducta había sido siempre la de un faccioso, sus servicios fueron pródigamente recompensados por el Gobierno de Venezuela. Nada quedaba que desear a un jefe, que había obtenido los grados más eminentes de la milicia. La segunda autoridad de la República, que se hallaba vacante de hecho, por la disidencia del general Mariño, iba a serle confiada antes de su rebelión; pero este general que sólo aspiraba al mando supremo, formó el designio más atroz que puede concebir un alma perversa. No sólo la guerra civil sino la anarquía y el sacrificio más inhumano de sus propios compañeros y hermanos, se había propuesto Piar. 

¡Soldados! Vosotros lo sabéis: la igualdad la libertad y la independencia son nuestra divisa. ¿La humanidad no ha recobrado sus derechos por nuestras leyes? ¿Nuestras armas no han roto las cadenas de los esclavos? ¿La odiosa diferencia de clases y colores, no ha sido abolida para siempre? ¿Los bienes nacionales, no se han mandado repartir entre vosotros? ¿La fortuna, el saber y la gloria no os esperan? ¿Vuestros méritos, no son remunerados con profusión o por lo menos con justicia? ¿Qué quería, pues, el general Piar para vosotros? ¿No sois iguales, libres, independientes, felices y honrados? ¿Podía Piar procuraros mayores bienes? ¡No, no, no! El sepulcro de la República lo abría Piar con sus propias manos, para enterrar en él la vida los bienes y los honores de la inocencia, del bienestar y de la gloria de los bravos defensores de la libertad de Venezuela; de sus hijos, esposas y padres. 

El cielo ha visto con horror a este cruel parricida; el cielo lo entregó a la vindicta de las leyes, y el cielo ha permitido que un hombre que ofendiera a la Divinidad y al linaje humano no profanase más tiempo la tierra que no debió sufrirlo un momento después de su nefando crimen. ¡Soldados! El cielo vela por vuestra salud; y el gobierno que es vuestro padre sólo se desvela por vosotros. Vuestro Jefe, que es vuestro compañero de armas y que siempre a vuestra cabeza ha participado siempre de vuestros peligros y de vuestras miserias como también de vuestros triunfos, confía en vosotros. Confiad, pues, en él seguros de que os ama más que si fuera vuestro padre o vuestro hijo. 

Cuartel General de Angostura 17 de octubre de 1817.-7° 


Pero más allá de la grandilocuencia de estas palabras, dirigidas a calmar los ánimos de la oficialidad patriota, uno se pregunta: ¿Recordó Bolívar a Piar esa tarde de diciembre de 1830 cuando estaba a punto de tener su propia cita con la muerte? 
Tal vez. 

Epílogo 

Sesenta años después de la muerte de Piar, el gobierno nacional nombró una comisión para localizar sus restos en el antiguo cementerio del Cardonal, de Angostura. Nunca fueron hallados. ¿Cómo terminar una narración de tan tristes hechos, quizás lo mejor es hacerlo con lo que escribió César Zumeta: 

«Piar formó ejército, venció por la previsión y el denuedo y fue él quien por primera vez asentó sobre fundamento indestructible la patria e hizo posible la organización de la República. Todo cuanto aconteció después proviene de San Félix. La campaña de Guayana fue la más trascendental y una de las más bellas de nuestro ciclo histórico» 

¡Honor eterno al General Manuel Piar! 


Quizás jamás sepamos qué pasaba por la mente de Piar en aquellos primeros meses de 1817. Tal vez Piar sólo vio más allá de lo que sus contemporáneos vieron. Quizás entendió que la lucha por la Independencia política no bastaba. Pero eso lo llevó al paredón.

27 de marzo de 2018

Marita Lorenz, la espía que no pudo matar a Fidel y amante de Marcos Pérez Jiménez




Marita Lorenz, la espía que no pudo matar a Fidel y amante de Marcos Pérez Jiménez tuvo un tiempo de fama en los años setenta y ochenta, gracias a dos libros que publicó. Pero hoy, a los 77 años, languidece en un ancianato en Nueva York. Mientras tanto, su hija Mónica anda por allí, buscando su lugar en el mundo... 

La historia de Marita dice tanto sobre lo que una persona puede llegar a hacer sugestionada por las agencias de espionaje o por buscar la aventura y vivir la vida siempre en el borde. En la fotografía, la espía Marita Lorenz junto a Fidel Castro. 

Les hablaré de Marita Lorenz... la espía que supuestamente amó a Fidel Castro y también a Marcos Pérez Jiménez. Ella era una agente de la CIA y uno se pregunta: ¿Qué lleva a una espía a acostarse con un marxista y con un nacionalista si ambas cosas son diametralmente opuestas? 

_Bueno, eso no tiene nada que ver _diría Marita. 

Y tiene razón. La cama, al igual que la sepultura, son las dos cosas que siempre terminan por igualar todo en este mundo. 

Marita Lorenz nació en 1939, en Bremen, Alemania. En 1945, terminada la Segunda Guerra Mundial, ella y su familia fueron confinadas por los aliados a un campo de concentración. Dos años después, con sólo siete años, fue violada por un soldado estadounidense en ese campo de concentración. 

Liberados poco después se fueron a Nueva York, donde sus padres fueron reclutados por la CIA. En febrero de 1959 su padre es enviado a La Habana, como capitán de un barco turístico, pero en realidad estaba en misión de espionaje (un mes antes los revolucionarios cubanos habían triunfado). Allí el marinero conoce a Fidel Castro y le presenta a su hija Marita. Ella se siente atraída inmediatamente por Fidel y él le corresponde. Se hacen amantes. Marita queda embarazada. No se sabe a ciencia cierta qué sucedió; pero unos meses después, ella se encuentra en los Estados Unidos y ya no está embarazada. Se ha dicho que fue sacada de La Habana por un comando de la CIA quienes la obligaron a abortar. 

Es entonces cuando la CIA la convence de trabajar para ellos. La misión: Matar a Fidel Castro. El plan era sencillo: Llegaría a La Habana fingiendo que logró salir clandestinamente de Estados Unidos y le diría a Fidel que aún lo amaba. Pero en su maleta llevaría una ampolla de un poderoso veneno.


Así lo hicieron, Marita llegó a La Habana en Julio de 1960 y a través de un tercero mandó a decirle a Fidel que quería verlo.


Fidel la recibió en el Palacio de Gobierno. Al verla, el comandante le preguntó:

_ ¿Has venido a matarme? 

Ella, desconcertada ante la pregunta respondió, nerviosa: 

_ Sí. 

Fidel le pone una pistola en la mano y le dice: 

_ Toma, haz lo que viniste a hacer. 

_ No puedo _le dijo Marita mientras le devolvía la pistola. 

Fidel le respondió: 

_ Vete Marita. Sal de Cuba y no regreses más. 

Un año más tarde, en 1961, Marita conoce en Nueva York al ex presidente de Venezuela, Marcos Pérez Jiménez y se hacen amantes. Nunca se supo si fue un plan de la CIA para vigilar de cerca a Pérez Jiménez que estaba en negociaciones con otros gobiernos para retomar el poder en Venezuela o si de verdad se enamoraron. 

Pérez Jiménez nunca quiso hablar de Marita Lorenz. Pero ella si tuvo a la niña que él le engendró. Le puso por nombre Mónica. 

Marita Lorenz, la espía que no pudo matar a Fidel y amante de Marcos Pérez Jiménez tuvo un tiempo de fama en los años setenta y ochenta, gracias a dos libros que publicó. Pero hoy, a los 77 años, languidece en un ancianato en Nueva York. Mientras tanto, su hija Mónica anda por allí, buscando su lugar en el mundo...


Marita Lorenz con su hija Mónica, la niña que le dio a Marcos Pérez Jiménez. 

Mónica Lorenz (n. 1962) (o como ella se hace llamar Mónica Pérez Jiménez) tuvo una infancia difícil. Hace pocos años confesó que de niña fue abusada varias veces en un colegio católico donde estudió. Después trabajó como modelo para la revista Play Boy. Vive en Nueva York y desconozco si mantuvo contacto con su padre, quien murió en Madrid en 2001. El cineasta alemán Wilfried Huismann, quien ha realizado varios documentales sobre la red de intrigas de la CIA en América Latina y Europa ha catalogado a Mónica como una «hija de la guerra fría».

26 de marzo de 2018

«Escuché la voz de Jesús» , Conozca la Verdadera Leyenda Urbana del quien se quedo sin voz al cantarla


Muchos hemos escuchado esta extraordinaria canción en la voz de Turley Richards y hemos oído la leyenda urbana de que él se quedó sin voz por interpretar ese tema. Te invito a conocer la verdadera historia de «Escuché la voz de Jesús» 



El 19 de diciembre del año 1808, en Edimburgo, Escocia, vino al mundo Horacio Bonar. Nacido en el seno de una familia evangélica, Horacio, desde muy joven abrazó el cristianismo con mucho fervor. A la mitad de su vida, hace unos 170 años, Horacio compuso muchos cantos e himnos de alabanza a Cristo. Tal vez el más conocido es «Escuché la voz de Jesús».

Murió a los ochenta y un años, dejando una vida llena de virtudes y amado por todos. Pero la canción que compuso no iba a morir con él. En 1941, cincuenta y dos años después de su muerte, nació en Charleston, Estados Unidos, Turley Richards.

A los cuatro años, jugando con un amiguito recibió una flecha en un ojo y lo perdió. La herida le produjo una infección en el otro ojo y quedó totalmente ciego. Su padre, destrozado, y para que el niño tuviera algo en que entretenerse le compró una guitarra. De esa manera, siendo un adolescente ya Turley era magnífico con la guitarra. 

Su madre le regaló un mirlitón, un instrumento musical de viento que ayuda enormemente a desarrollar el oído musical.

Lo sometieron a muchas operaciones pero cada vez que le quitaban las vendas, sólo veía oscuridad. Con todo, a los 15 años formó un grupo con sus amigos y amenizaban fiestas y grabaron uno que otro sencillo.

A los 17 años lo volvieron a operar y esta vez hubo un relativo éxito: Logró recuperar parte de la visión.

Horacio Bonard (1808 - 1889) fue un importante predicador cristiano en Escocia.

Compuso unos seiscientos himnos y poemas. Los más conocidos son:«Escuché la voz de Jesús", «Aquí tu rostro puedo ver, Señor» y «Bendito nuestro Dios» 



En 1960, con 19 años decidió irse a Los Angeles a probar fortuna como músico y cantante. Pero no tuvo éxito. Tuvo que vender su carro y entonces comenzó una vida de indigencia en las calles de esa ciudad. Se había ido de Charleston asegurándole a todo el mundo que sería famoso y ahora, por vergüenza no quería regresar.

Pero fue tanta el hambre y las necesidades que tomó un tren de regreso. Hasta pensó suicidarse mientras iba en ese tren, atravesando las estepas del oeste de los Estados Unidos. 

En Charleston se gana la vida haciendo múltiples oficios. En 1965 decide irse a Nueva York. Pero tampoco tiene éxito. Debe vender hasta su guitarra.

Un día, caminando por Nueva York, con 28 años apenas, y sintiendo que toda su vida sería un fracaso, pasó cerca de un salón evangélico donde estaban cantando el himno compuesto por Horacio Bonar más de cien años antes. Detuvo su marcha cuando escuchó que todos cantaban:

«I heard the voice of Jesus say:

come on to me and rest…»

Impelido por ese canto o quizás porque su perfecto oído rechazaba tanta desafino o quien sabe por qué. Turley decidió entrar. Y sin que se lo pidieran, con sólo escuchar la letra, comenzó a acompañarlos con la guitarra.

Todos callaron y lo vieron.

_ ¿Hermano, se sabe ese himno? _le preguntaron. 

_ No, primera vez que lo escucho. 

_ Pero está tocando los acordes exactos…

_ Sí, la letra, la rima, me dice cómo debo tocar… No sé explicarlo.

Entonces le trajeron la partitura con la letra y le pidieron que la tocara.

Richards tocó y cantó el himno… Cuando dejó de cantar, en la puerta de la Iglesia había como treinta personas. Habían escuchado, desde la calle y se habían acercado para verlo.

Turley Richards sintió de pronto una paz que no había sentido. «¡Dios! ¿Por qué estoy tan feliz si ni comida tengo en mi casa?» _ pensaba mientras se dirigía hacia un pequeño apartamento que había rentado. 

Mientras caminaba se dijo a sí mismo: 

«Sé cantar, de hambre no me moriré».


Entonces va a los pubs y bares y se ofrece a tocar y cantar y que le paguen aunque sea con comida. Así está durante un tiempo hasta que en uno de esos bares lo escucha cantar Norman Schwartz, quien queda impresionado con la voz de Richards y la maestría cómo toca la guitarra.

_ Señor Richards, ¿cómo un hombre con ese talento lo desperdicia en este lugar? –le preguntó Norman. 

_ Ya ve… a veces uno no tiene suerte.

Norman era productor discográfico y lo contrató. Allí comenzó su carrera.

Un año después, uno de los primeros temas que graba (aunque a los productores no les gustaba, pero él se impuso) fue: “Escuché la voz de Jesús”.

Turley Richards tiene ahora 75 años (2016). Da clases de canto y es productor musical.

_ Tal vez nunca fui una super estrella, pero ni se imaginan cuántas personas me han dicho que la canción «Escuché la voz de Jesús» los cambió para siempre”. 

Suele decir cuando lo entrevistan.


La estrella de rock Al Kooper dijo una vez:

«Escuché la voz de Jesús es la más grande interpretación vocal que he escuchado en toda mi vida. La fabulosa voz de Richards rasga a través de toda la instrumentación. ¡¡Hay momentos en que puedes diferenciar cuatro o cinco notas al mismo tiempo!!»

Tal vez fue el mismo nazareno quien llevó esa noche a Richards a caminar cerca de esa iglesia donde cantaban: «Escuché la voz de Jesús».

Con historias como éstas se entiende un poco lo que Jesús le dijo a aquella mujer que sacaba agua de un pozo: 

«El que bebe del agua que yo doy no volverá a tener sed más nunca»

Aquí está la letra de la canción.


En verdad, en 1985 la voz de Turley Richards desmejoró bastante, pero con terapia pudo recuperarse. 

Turley se mantiene activo a sus 75 años de edad. 

I heard the voice

of Jesus says:

"Come on to me and rest"

Lay down thy weary,
Weary one lay down,
Lay thy head upon my breast.

I went to Jesus as I was,
I was weary, worn and sad

I found in him a resting place
And he has made me glad.

Take my yoke upon you
And learn about me,
For my yoke is easy
And my burdens are light

And my burdens are light

I heard the voice of Jesus says:
"Behold I freely give"

Oh, the living waters! Oh thirsty one!
Stoop down and drink and live.

I heard the voice

of Jesus says:

"Come on to me and rest"You've got to lay down thy weary,

Weary one lay down,
Lay thy head upon my breast.

I went to Jesus as I was,
You know I was weary, worn and sad.

I found in him, yes I found in him a resting place.

Oh, you know he's made... made, made me glad!

I heard the voice, yes of Jesus says:

"Behold i freely give"

Oh, the living waters! Oh thirsty one!
Stoop down and drink and live.

Oh I wonder, I wonder you could ever hear me?
I keep on calling, you've got to hear me

Oh, I'm pleading, everybody hear my plead
Oh, Jesus, hear my name. 

Oh Jesus!

I said: Jesus, Jesus, Jesus!

I'm pleading, I'm pleading!
You've got to hear me, Yeah!

You've got to hear me calling!

I'm calling 'Jesus', I keep calling!

I said yeah... , Jesus!

I've just to keep on calling!

Calling your name, I just call, I just call...!

Yeah, yeah, you've got to hear me, hear me!

Hear me, hear me calling, yes I do!
You've got to hear me
I said yeah... Jesus ahh...!!

You've got to hear me, Jesus

I keep calling, Calling your name.
Oh jesus, oh Jesus!

I'm calling, calling your name I keep on calling.

Hold down my name

I pray, I pray... yes, I'm praying!

Jesus, hear my, hear my call...


25 de marzo de 2018

DE GUYANA PAL CALLAO; LA HISTORIA DETRAS DE LAS CUATRO MONEDAS QUE TE HARAN LLORAR



Una historia verdadera como para una pelicula venezolana directo al "OSCAR"

Venezuela le debe un gran homenaje a Pat O’Brien, el negrito maracucho, de padre guyanés y madre nacida en Barbados. Y también, un homenaje a las Cuatro Monedas quienes hacen sus vidas en los Estados Unidos de América. Por cierto, Kenny O'Brien, es arreglista y productor musical de grandes estrellas. Ha ganado cinco premios Grammy. 

Hubo un grupo musical en Venezuela cuyo estilo revolucionó la música popular. Quizás la generación actual no los conoce. Esta es la historia de la historia de "Las cuatro monedas". 

1915 - Georgetown, capital de la Guyana Británica. 

Joseph O’Brien es un joven de unos 25 años, aventurero y ávido de hacer fortuna. Pero el polvoriento y caluroso Georgetown es poco lo que le ofrece. Podría enrolarse en un barco británico pero ya sabía lo que el destino le deparaba si lo hacía: Su vida se consumiría entre viajes y más viajes por las islas del Caribe y quizás hasta moriría producto de la disentería, la tuberculosis o la gastroenteritis, enfermedades que hacían estragos en toda la cuenca del Mar Caribe. 

Pero por los momentos no tenía más remedio. Se embarcó con un capitán trinitario en un destartalado barco que se encargaba de transportar bananos entre Georgetown y La Florida. 

Fue en una parada que hicieron en Barbados donde Joseph conoció a Susan. Ella trabajaba en el puerto, atendiendo una posada. El flechazo fue instantáneo. Joseph le pidió que se fuera con él a Guyana y ella accedió. Desde hacía tiempo quería abandonar esa isla de marineros de poca monta, sembradíos de caña y maltratos de los blancos. 

“Al menos tendré un hombre que me represente” -pensó. 

Joseph no volvió a montarse en el barco del capitán trinitario y se quedó en Barbados. Esa misma noche hizo el amor con Susan en la parte trasera de la posada, en un cuartucho donde guardaban el grano. Se sorprendió que Susan fuera virgen y ella, en medio del acto notó su sopresa: 

_ ¿No lo esperabas verdad?, le dijo. 

Él apenas dejó salir un “no”. Nunca había estado con una virgen y en su amor propio masculino se sentía inmenso al saber que era el primer hombre de esa mujer. 

Se fueron a Georgetown. Allí Joseph recibió otra sorpresa: Susan también tenía la semilla de la aventura, no era mujer de estar en un solo sitio. 

Quería viajar y hacer fortuna. 

Entonces se fueron hacia El Callao, un pueblo de Venezuela donde había mucho oro y al que ya se habían ido amigos y algunos primos de Joseph. 

_ Haremos nuestra vida en El Callao, Susan – le dijo Joseph. 

Con sus pocos ahorros tomaron un bote que los introdujo por las bocas del Orinoco y los desembarcó a unos diez kilómetros de Ciudad Bolívar. 

No tenían miedo de que los descubrieran. Por esos años, la Guayana venezolana era prácticamente territorio de nadie. Caudillos locales hacían de las suyas, cada uno con sus parcelas. Mientras que ellos no se cruzaran o entorpecieran las actividades de esos caudillos, contrabandistas, buscadores de oro… no habría problemas. 

Se internaron hacia el sur y llegaron a El Callao. Un pueblito fundado unos 60 años atrás por gente que vino de Trinidad y de otras islas del Caribe atraídos por la fiebre del oro. Y el oro que allí se conseguía era como un regalo de los dioses: Metías una cesta en el río y al menos una pepita conseguías. 

Pero ya las vetas al aire libre estaban casi agotadas. Sin embargo Susan y Joseph armaron su rancho y se dispusieron a salir de la pobreza. Todos los días buscaban oro y encontraban una que otra pepita que luego se la vendían a un venezolano mal encarado que llegaba una vez cada tres meses, con bolívares. Él se llevaba ese oro, les pagaba a los habitantes del Callao y todos felices. Así el pueblo prosperó. 

En El Callao Susan y Joseph se sentían bien. Era un pueblo donde se hablaba inglés. La gente era muy alegre y nadie se metía con nadie. 

Pero un día llegaron noticias al pueblo. En Maracaibo, una ciudad lejana, habían descubierto petróleo. Aunque muchos dijeron: “¿ Y qué? ¿Qué puede valer más que el oro?”. 

Nadie hizo caso a la noticia. Pero cuando regresó el señor de Caracas, y les dijo que él no vendría más, que se iría a Maracaibo. 

_ The oil is the future –les dijo en un mal inglés. 

Fue Susan la que convenció a Joseph de irse a Maracaibo. No le llamaba tanto la atención eso del petróleo sino sus ganas de aventura. Sabían que el viaje tendrían que hacerlo por el Orinoco, hacia el oeste, luego atravesar los llanos de Apure, de Barinas y Portuguesa para después atravesar ese inmenso lago que en el mapa parecía una gota de agua. 

- Además, Joseph, I'm pregnant -dijo Susan remarcando las sílabas de "pregnant". 

Joseph abrió sus ojos como dos platos. 

_ Pero… pero… 

_ Oh my boy… yes. Tendrás un hijo. 

Y Joseph no quería que su hijo naciera en medio de esa selva, oliendo mercurio y castigado por los mosquitos. 

Hicieron el viaje. Llegaron a Maracaibo y se asentaron en un pequeño caserío, lleno de ranchos, de aventureros como ellos. Atraídos por el petróleo. Había muchos trinitarios y era común ver a gringos de aquí para allá. Todos siempre sonrientes. 

_ Si estos gringos andan risueños es porque aquí hay dinero. Sólo el dinero los pone así. 

Aunque Maracaibo era calurosa la encontraron más limpia y la gente era muy atenta. 

Una tarde, mientras se bañaban en el lago (Susan ya con su vientre abultado por el embarazo) sintieron que allí se quedarían para siempre. La sensación de felicidad que tenían los llevó a hacer el amor, desnudos, dentro del agua. 

Un bote con tres pescadores maracuchos pasó cerca y los vieron: 

_ No se la metais toda, negro… vais a joder al carajito – le gritaron. 

Y siguieron en su bote, entre risas. 

Joseph y Susan no hicieron caso. En las aguas del Lago de Maracaibo, eran ellos dos solamente. El mundo no existía. 

Debajo de ellos, en las profundidades yacía un mar de petróleo. 

En marzo de 1922 nació el único hijo que tendrían. Lo llamaron Eucario. 

Y Eucario O’Brien haría historia en Venezuela. 

Joseph y Susan progresaron y Eucario creció sano y fuerte. En diciembre de ese año vieron, a lo lejos, la inmensa columna de petróleo producida por el reventón del pozo Barroso 2. Varios días duró el pozo botando petróleo. 

Unos años después se mudaron a la propia ciudad de Maracaibo. Eucario demostró que le gustaba la música y su padre lo puso a estudiar piano. A los trece años ya tocaba en una emisora radial y poco después se apasiona por el jazz. 

A los diecinueve años, ya convertido en un gran pianista, Eucario se viene a Caracas. Deja en Maracaibo a sus dos ancianos padres: Joseph y Susan que aunque se sintieron tristes por la partida de su hijo, sabían, primero, que su afán de aventura lo habían heredado de ellos y, segundo, que esa es la ley de la vida. Eucario tenía que buscar su propio camino. Ya ellos habían hecho su parte. 

Eucario comenzó a tocar en algunos clubes caraqueños y en uno de esos lo vio un músico que tocaba para la Billos Caracas Boys. Lo contrataron y fue entonces cuando se cambió el nombre por el de Pat O’Brien. 

Pat se casa y engendra cuatro hijos: Marlene (1948), Gary (1949), Kenny (1950) y Brenda (1952). 

En 1960 murió su padre Joseph y fue enterrado en Maracaibo. Un año después murió Susan. Joseph y Susan tuvieron la dicha de conocer a sus cuatro nietos y fue Joseph, en su lecho de enfermo quien al bendecirlos les dijo: 

_ Que lindos mis nietos. ¿Saben? Cuando salí de Georgetown a Barbados sólo llevaba cuatro monedas de oro… Pero estas cuatro monedas valen mucho más. 

Pat O’ Brien, pocos años después, con cuatro hijos, todos músicos y con buena voz, decide entonces crear la agrupación “Las Cuatro monedas”. Grupo que aunque en nuestro país son poco recordados, hizo historia en el mundo de la música. Las fusiones que hicieron, su estilo, fue único en el mundo. 

Las cuatro monedas y un quinto hijo que tuvo: Gregory O’Brien, se disolvieron y cada quien hizo sus vidas. Viven en los Estados Unidos. Gregory, el más pequeño, murió por sobredosis de drogas en 1991. 

Pat O'Brien el único hijo de Susan y Joseph, murió en 2001 en un ancianato en Caracas. 

Pat, fue recluido en un ancianato en Caricuao, Caracas. Allí le llevaron su piano y aunque sufría de artritis no dejaba de tocar. Hasta se volvió a casar allí, con una compañera del geriático. Luego enfermó y se lo llevaron al Hospital Clínico Universitario. Allá, según cuenta su amigo Jesús Rafael Pérez, pidió que le llevaran su piano. Y una tarde que él lo visitó, Pat le dijo: 

_ ¿Cuándo me llevas a pasear? 
_ Un día de estos… Mañana nos vemos. Cuídate. 

Pat murió esa noche. Era el 13 de enero de 2001. Tenía 79 años de edad. 

Los restos de Joseph y Susan yacen en Maracaibo, en tumbas olvidadas. Los que ven la lápida no se imaginan quién fueron ellos dos. 

Pero el gran amor que se tuvieron se materializó en el gusto artístico de su hijo y de sus nietos. Venezuela le debe un gran homenaje a Pat O’Brien, el negrito maracucho, de padre guyanés y madre nacida en Barbados. Y también, un homenaje a las Cuatro Monedas quienes hacen sus vidas en los Estados Unidos de América. Por cierto, Kenny O'Brien, es arreglista y productor musical de grandes estrellas. Ha ganado cinco premios Grammy.


"Las cuatro monedas". Cuatro de los cinco nietos caraqueños que tuvieron Joseph y Susan. Jamás imaginó Joseph O'Brien que sus hijos marcarían un hito en la historia de la música popular en Venezuela. 









Nota: 
Algunos aspectos mencionados en esta historia son producto de la imaginación del autor. 

http://saberyconocermas.blogspot.com/

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