Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

Visitas

ULTIMAS PUBLICACIONES

23 de junio de 2016

EL LIBERTADOR; "El Longanizo" y "El Sambo Ese"


La realidad con respecto a la negritud o la supuesta indianidad de Bolívar no ha convencido a buena parte de la población venezolana aunque ha sido aclarada por los especialistas en antropología forense venezolanos, avalados por la experiencia y alto nivel de prestigio mundial con que ellos cuentan. Si consideramos que en el siglo XXI, está comprobado que la humanidad entera tiene su origen en África, ese conocimiento tardará mucho en internalizarse en la ideología racista todavía imperante. No obstante lo señalado vamos a dar a comentar algunas imágenes de Simón Bolívar, poco difundidas, tal vez por los mismos motivos racistas.

En la sociedad del siglo XIX, el color de la piel era un certificado para la aceptación social. Lo que hace equivalente a un tono más oscuro, con un grado de exclusión en la escala social. La negritud o la indianidad era sinónimo de puerta cerrada a la condición de noble aunque contara con el dinero para compran esa gracia. Solo el poder real, vale decir, el poder del Rey, claro está mediante el pago por ese derecho podía cambiar esa realidad.

De allí proviene una tradición histórica que se conoce como “El Nudo de la Marín”. El simple hecho de referirse a la bisabuela paterna del Libertador en términos tan despectivos como “La Marín”, ya se aprecia la carga ideológica que trae la tradición mantuana.

Algunos escritores godos se han avergonzado de esta presunta negritud del Padre de la Patria, pero con sentido ético suficiente para no negar la carga documental del hecho, o no esconder las piedras que hicieron sonar ese río de rumores. Ellos se refieren en términos de las circunstancias del nacimiento de María Josefa Marín de Narváez, y el matrimonio en «artículo mortis» de Pedro Domingo de Ponte y Andrade Montenegro y Marín de Narváez, quien fuera cuñado de Juan de Bolívar y Martínez Villegas, abuelo paterno del Libertador con su concubina, una «negra de calidad» llamada Lorenza María.

Otra agravante a favor de su negritud es la ausencia de títulos nobiliarios que en aquella época se podían adquirir, siempre y cuando no se le encontrara en las investigaciones genealógicas, ningún nudo racial, algo así como un certificado de blanqueo, u otro origen de piel oscura en su árbol genealógico. Los Bolívar tenían suficiente dinero como para comprar eso y mucho más. Sin embargo, el antecedente de “blanqueo” no llegaba a tanto como para admitir grado de nobleza.

La gente carente de sentido de la ética profesional, juzga a los demás por su propia condición, simplemente dice: “Chávez pagó para que le hicieran ese Bolívar con rasgos negroides. El tema es que resulta menos inverosímil pensar que los retratos de Bolívar más conocidos, son aquellos donde una mano subjetiva dirigiendo el pincel, hiciera resaltar su herencia vasca. Pero existen algunos retratos de autores que no tuvieron motivo para hacerlo. Por eso mostraremos otro aspecto del argumento, la iconografía. A eso debería responder esta reflexión. ¿Todos sus pintores fueron objetivos a la hora de delinear sus rasgos sobre el lienzo? ¿Tenían necesidad de ello? 

El racismo imperante en el siglo XIX, mayor y más intenso que el actual: ¿no consideraría normal blanquearle los rasgos, como quien retoca el negativo de una fotografía de retrato? Habría que someter al juicio de expertos aquellas líneas de su imagen que mi ojo profano encuentra semejante a rostros de cultura masai, que he logrado retratar en la ruta del cacao de la costa venezolana. ¿Sería sacrílego someter sus restos a una prueba de ADN? Estas notas son anteriores a los estudios de antropología forense realizados.

Finalmente el origen de este término "nudo de la Marín" al parecer proviene de la mala voluntad del escribano venezolano Rafael Diego Mérida y el político y militar peruano José de la Riva Agüero, enemigos políticos del Libertador. Doña María Josefa Marín de Narváez, nació en el año de 1668, y bautizada en la catedral de Caracas el 26 de abril del siguiente año, según consta en el Libro V de Bautismos de Blancos; hija natural reconocida del capitán Francisco Marín de Narváez. La condición de su nacimiento, y la caballerosidad del padre al mantener oculto el nombre de su madre, fueron nuevas causas de los rumores, porque con su influencia pudo haber hecho no necesitar dispensación para registrar como blanca a la hija de una india, o a una negra como la célebre esclava blanca, Isaura la protagonista de la tele novela brasileña de ese nombre.

Pero existe otro documento: el testamento del capitán Marín de Narváez, del cual puede desprenderse que reconoció tener una hija natural en una doncella principal, cuyo nombre calló por varón, pero no se casó con ella, aunque señala que la falta de necesidad de «dispensación», acusa su raza blanca; y que el término «doncella principal», en los siglos XVI y XVII, tiene la acepción de una sirvienta de piel clara de las grandes señoras.

Dicho lo anterior dejamos a juicio, los rasgos destacados por dos pintores, uno identificado como Simón Bolívar, libertador de su patria, cuyo autor es anónimo perteneciente a la colección del doctor Leonardo Altuve Carrillo, Caracas, el cual hace referencia: Edición Príncipe del Canto a Junín, París, 1826.
Pero mucho más marcados los rasgos en el pincel de José María Espinoza, realizado en Bogotá durante los últimos años de su vida, después de 1828, antes de 1830, el cual pertenece a la colección del señor Arnold Zingg de Caracas. Si realizamos un análisis a la Carta de Jamaica (1815), a la luz de la aventura reciente del Libertador dentro de lo que había sido hasta aquel momento, una guerra civil, llamada entonces guerra de colores, la cual surgió de la crisis de autoridad del Rey, para defender la Independencia declarada el 5 de julio de 1811 por una minoría de la población, donde apenas había un representante por los pardos.

Si revisamos la cronología de la experiencia vivida por Simón Bolívar soportó la discriminación racial, tanto por el bando de los blancos bogotanos que lo apodaban El Longanizo, atribuirlo al color de la piel, resulta lógico si lo vemos fuera del contexto bogotano donde vivía un excluido que vestía con casaca militar roída y usaba condecoraciones y sobrevivía como indigente en los alrededores de la plaza principal.

También están las referencias de Simón Rodríguez en Defensa de Bolívar, donde señala con indignación que aquellos que una vez le tendieron la alfombra a su paso, cuando cayó en desgracia lo llamaban el “sambo ese”. De manera que el residuo de la degenerada clase mantuana no ha cambiado desde entonces.

Fuente: Prof. Eloy Reverón

22 de junio de 2016

El “Fuerte de Páez” 10 Reales de 1863

1FUERTEPAEZ

Por; Victor Torrealba

Posted on October 3, 2013 by Victor

El año 1863 marca el final de la Guerra de Federación y con ello termina la actuación gubernamental de Páez. Esta fecha produce también una de las rarezas numismáticas venezolanas: las monedas con la efigie de Páez.

Realmente se trata de una sola pieza hecha para la circulación, la moneda de 10 reales, ya que las demás solo son ensayos. Pero la moneda de 10 reales tampoco llego a manos del público, pues cuando el envío arribo a La Guaira, ya el Gobierno presidido por Páez había sido derrocado. Las monedas fueron regresadas a Francia y allí se refundieron. Solo se salvaron unas 300 piezas que habían sido retiradas de las cajas por el Consulado Venezolano en Paris, antes de que éstas fueran despachadas con destino a Venezuela.

Esta moneda de 10 reales, mejor conocida entre los coleccionistas como el “fuerte de Páez”, lleva en el anverso la efigie de Páez con la inscripción CIUDADANO ESCLARECIDO. En el reverso tiene la leyenda REPUBLICA DE VENEZUELA y entre ramas de laurel, el valor y la fecha. Ambas caras tienen una grafila de perlas; el canto es estriado

En el anverso se distingue un ancla, o sea, el signo de Barre y una abeja correspondiente a Alfred Renouard de la Buissiere, grabador general del Cuño de Estrasburgo de 1855 a 1861 y Director de la Casa de Moneda de Paris de 1861 a 1879. El reverso muestra la A del Curio de Paris. La marca del Director confirma que realmente se llevó a cabo la acuñación de las piezas para la circulación, pues los ensayos parisinos nunca tienen ese distintivo.
ConceptoEspecificaciones
PeriodoRepública de Venezuela(1830-1863). Monedas Acuñadas con la efigie del General José Antonio Páez 1863
Denominacion10 Reales
ReversoGrafila igual al anverso; en el campo entre dos ramas de laurel el valor: 10 REALES 1863 Alrrededor REPUBLICA DE VENEZUELA y en la parte inferior A, signo de la Casa de Monedas de Paris
AnversoGráfila con dentelos hacia el centro de la moneda; en el campo cabeza del General José Antonio Páez mirando hacia la izquierda y alrrededor esta inscrito CIUDADANO ESCLARECIDO y en el exergo inferior: abeja, BARRE y ancla, signos del director y del grabador general de la Casa de Moneda de Paris.
Diámetro38,000 mm
Peso10,0000 Gramos
ComposiciónLey 800 (80% Plata)
Forma-CantoForma circular, canto acanalado en líneas paralelas
ObservacionesEstas monedas nunca llegaron a circular y la mayoría fueron fundidas, de las cuales, se especulan que existen 200 piezas que sobrevivieron.
Catalogo KrauseY# A11
Según el Catalogo de Monedas Krause World Coins 1801-1900 6ta Edición (2012), esta pieza tiene un precio de 16.000 US$, lo que la convierte en la pieza más cara de Venezuela.

En 1827, en Bolivia se acuñó la primera moneda en el Mundo con la Efigie de Bolívar

Por Victor Torrealba.

Posted on August 18, 2015 by Victor

Tristemente tengo que admitirlo, los Venezolanos somos así, no valoramos lo nuestro, en 1827 en la República de Bolivia se acuñó la primera moneda en todo el mundo, con la imagen de Simón Bolívar en honor a nuestro Libertador, y casi 50 años después en 1873 es que en Venezuela se ordena la acuñación de la moneda de 5 reales que fue la Primera Moneda Venezolana con la Efigie del Libertador Simón Bolívar en Venezuela. La moneda Boliviana fue la moneda de 8 soles de 1827 y a continuación su historia.

Pasada la guerra libertadora el 6 de Agosto de 1825 se firmó el Acta de la Independencia y la flamante República de Bolívar (actual República de Bolivia) se vio sumamente empobrecida, pero como nación soberana e independiente tenía el desafío de profundizar su nuevo destino.

En el naciente Congreso Legislativo se analizo el tema de una nueva moneda. La primera Ley Monetaria, fue aprobada por la Asamblea Constituyente el 17 de agosto de 1825, la misma que adoptaba, para la emisión de las primeras monedas bolivianas, el peso, ley y diámetro de las ultimas del periodo colonial, es decir las de Fernando VII. Se mantendría la denominación de peso para la moneda fuerte, cambiando su división en ocho soles en lugar de reales.

Sin embargo, esa Ley Monetaria no llego a cumplirse. Uno de los principales motivos fueron los problemas técnicos que surgieron de la Guerra de la Independencia, ya que numerosos funcionarios de la Casa de Moneda, por adhesión a los realistas o por temor dejaron su trabajo siendo reemplazados por empleados sin experiencia que les llevo a cometer errores casi insalvables. Y por esto no se pudo aplicar la Primera Ley Monetaria, que tropezaba con imposibilidad de hacer abrir nuevos cuños, razón por la cual los usados para las monedas de Fernando VII tuvieron que ser utilizados hasta 1827, dando como irónico resultado que las primeras monedas bolivianas llevaran el busto del mencionado monarca español.

El 20 de noviembre de 1826, el Congreso Constituyente sancionó otra ley que disponía un nuevo cuño para la moneda boliviana. Esta ley si se llevo a efecto a partir de 1827 y fue con la que comenzó la primer moneda de ese País.


Las primeras monedas acuñadas fueron las de 8 Soles de plata, que tenían el mismo peso que las ultimas acuñadas y su ley era de 10 dineros y 20 granos. Llevan en el anverso el busto del Libertador Simón Bolívar, y la inscripción: “Libre por la Constitución”. En el reverso muestran el árbol de la libertad, a los costados dos llamas enfrentadas viendo la copa; en el perímetro superior las palabras: “República Boliviana”, y debajo de esta inscripción seis estrellas que al pasar los años aumentaron en numero puesto que representan a cada Departamento del territorio nacional. También se veía el año, las iniciales del ensayador y el monograma de la ceca de Potosí “PTS”. El borde de la monedas era acanalado y parlante, llevando la inscripción “AYACUCHO SUCRE 1824”.

Circula por Internet una imagen de una prueba, no oficial e inedita, de esta Moneda de 8 soles, siendo esta prueba la primera moneda del mundo (no oficial) con la efigie del Libertador Simón Bolívar.

Esta prueba se realizó durante los primeros meses del Gobierno del Presidente Antonio Jose de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho y en su canto tiene la leyenda “SUCRE AYACUCHO 1824″ común en la versión final aprobada. Es probable que el propio Presidente Sucre tomara la decisión de cual seria la imagen de Bolívar mas conveniente para las monedas Bolivianas.

La imagen de Bolívar en definitivamente usada se muestra en la anterior imagen, con uniforme militar y corona de laureles al muy estilo cesáreo y en una actitud mas varonil. Lo importante de estas dos piezas es el detalle de que el grabador de la imagen perfectamente pudo conocer al Libertador en persona y seguramente hizo retratos los mas parecido a su figura y que la persona o las personas que la aprobaron fueron contemporáneos del Libertador.

Monedas Venezolanas con Errores de Acuñación ¿Tienes una? ¿Cuál es su Valor?




Las monedas venezolanas con errores de acuñación se han convertido en objetos de colección apreciado. Estas monedas pierden todo su valor económico para convertirse en objetos muy raros que gozan de un valor añadido porque normalmente estas monedas son destruidas para fabricar otras sin errores. Estas monedas también hacen parte de de la numismática.


Los errores de acuñación son problemas técnicos que pueden ocurrir en la acuñación de las monedas, causados por diversos factores, por ejemplo: daño en los equipos, inexperiencia, falta de cuidado, falta de control de calidad, entre otros problemas. Muchas veces, ocurren pequeños accidentes y es cuando las piezas con errores se producen. Estas piezas si no son detectadas y entran en circulación, lejos de ser desechadas y de considerarlas como inservibles, son muy buscadas por coleccionistas, y su valor puede alcanzar centenares de veces el valor de una moneda sin errores.

Las monedas se producen por millones de ejemplares: a este ritmo tan intenso de trabajo, es imposible no dejar pasar algunas piezas con defectos. Al final con el volumen impresionante de monedas producidas, la parte correspondiente a las defectuosas es mínima.

¿Cuál es el valor de las monedas con errores?
No existe una cotización oficial para estas piezas: su valor está establecido en base a la ley de la oferta y la demanda. La oferta es particularmente más reducida, al ser muy raras estas piezas en circulación. La demanda es confidencial, pero existe. Por ejemplo, en Venezuela la tendencia a adquirir estas monedas aumenta, aunque se queda un poco al margen si la comparamos con Estados Unidos, donde estas piezas tienen mucho éxito desde hace varios años, y la gama de precios inmensa.

A continuación mostraré algunas piezas Venezolanas con errores de acuñación que se han vendido en diversas subastas internacionales para que se observe lo elevado e impredecible de su precio. Los precios indicados en cada moneda son:
Precio sin error: El precio de catálogo de la moneda sin error.

Precio Estimado: La valuación que hizo la casa de subasta, dando un rango de precio a la moneda.
Precio Final de Venta: El precio final de la subasta, es decir el precio de venta de la moneda.

25 Centímos 1965 Error de acuñacion presentado: 5% fuera del centro.

Precio sin error: 1 US$

Precio Estimado: 60-80 USD

Precio Final de Venta: 28 USD


5 Bolivares 1989 Error de acuñacion presentado: Reverso. Troquel Tapado

Precio sin error: 2 US$

Precio Estimado: 800-1200 USD

Precio Final de Venta: 700 USD


5 Bolivares 1989 Error de acuñacion presentado: Doble golpe fuera del centro

Precio sin error: 2 US$

Precio Estimado: 400-600 USD

Precio Final de Venta: 1400 USD


5 Bolivares 1989 Error de acuñación presentado: 25% fuera del centro.

Precio sin error: 2 US$

Precio Estimado: 300-500 USD

Precio Final de Venta: 800 USD


10 centimos de Bolivar Fuerte 2007 Error de acuñación presentado: 55% fuera del centro.

Vendido en Mercado Libre

Precio sin error: 100 BsF

Precio propuesto de Venta: 50.000 BsF

1 Bolivar 1989 Error de acuñación presentado: 75% fuera del centro.

Precio sin error: 1 US$

Precio Estimado: 300-500 USD

Precio Final de Venta: 500 USD

ENTERESE POR QUE SIMON BOLIVAR MURIO CON CAMISA PRESTADA



El 27 de abril de 1830 en la Ciudad de Bogotá, Bolívar planteó su renuncia definitiva a la Presidencia de la Gran Colombia, durante el Congreso Admirable que él mismo había convocado entre el 20 de enero y el 11 de mayo de 1830. Este fue su último intento por evitar la disolución de la Gran Colombia.

Convencido Bolívar de que su distanciamiento de la patria ayudaría a la unidad de la República, o por lo menos a la paz y concordia entre los colombianos decide irse a París.

Ese mismo mes de mayo parte de Bogotá con la intención de irse para Europa, pero mientras se definía la venta de sus bienes en Venezuela, que le permitiría una renta apreciable para sustentarse en el extranjero, había decidido primero dirigirse a Curazao. Pero al llegar a Cartagena, su salud empeora y se traslada a Barranquilla, dejando en la aduana su equipaje conformado por 16 baúles. De Barranquilla se traslada a Santa Marta a la quinta de San Pedro Alejandrino en donde muere el 17 de diciembre de 1830.

El hecho de que se ha dicho demasiadas veces que “al morir Bolívar, no tenía una camisa dispuesta para ponerse”, se debió a que sus objetos personales se habían quedado en la aduana de Cartagena.

CONOZCA COMO SE PLANIFICO EL MAGNICIDIO DEL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO


EL Gran Mariscal de Ayacucho es una figura que se agiganta después de esa famosa batalla peruana, a quien muchos le temían por tantos éxitos no solo militares sino políticos o de Estado, al consolidar la República Boliviana, creada por el caraqueño Bolívar. Si a esto sumamos que el cumanés a su paso por Quito se enamora de una dama de la localidad algo gordita, que llega a aprisionarle el corazón, o sea la ennoblecida doña Mariana Carcelén y Larrea, que usara el título nobiliario de Marquesa de Solanda, con quien casa por poder dado sus trajines políticos que lleva a cabo muy lejos de Quito, y con quien piensa desde luego establecerse en dicha ciudad, una vez terminados los afanes que lleva a cabo.

La noticia de su residencia en dicha ciudad no cae muy bien que digamos dentro del grupo de caudillos que están dispuestos a gobernar por siempre en aquellos territorios que en su amplitud de extienden desde Popayán hasta el sur de Guayaquil, para lindar con el Perú, y entre estos capitostes de fortuna se hallaban algunos como Juan José Flores, nativo de Puerto Cabello en Venezuela, que será Presidente del Ecuador, hombre tenebroso y de marramucias capaz de cualquier cosa para arribar al poder, José Hilario López, payanés, sibilino en el trato que es otro general de cuidado, luego Presidente de Colombia, y el tenebroso payanés José María Obando, también futuro Primer Magistrado de Colombia, quien no se detiene en el asesinato para obtener ganancias y poderío. Así las cosas, tanto para el general Flores como para el otro José María Obando, la figura del mariscal Sucre sobraba en Quito, y por tanto había que eliminar solapadamente al recio contendor. Como antes lo habían querido hacer en Bolivia. En los preparativos serios del magnicidio dio la coincidencia que el coronel Apolinar Morillo decidió regresar hacia el Norte, con la intención de volver a Venezuela y posiblemente a su terruño de San Lázaro, donde le esperaba alguna familia que tenía muchos años de no verlo, y como para aquel tiempo a fin de viajar se requería una autorización especial o pasaporte para evitar inconvenientes, el trujillano visita a su paisano general Flores en la solicitud de este salvoconducto viajero, a lo que desde luego éste no se opone y al contrario le entrega una carta cerrada y acaso lacrada para que con lo privado que contiene Morillo la entregue en Popayán y en propia mano al “tigre” (alias o apelativo por el olor que despedía) José María Obando. Y con este pasaporte Apolinar Morillo se despide de Flores y de Quito para tramontar la sierra que lo espera al paso de buena caballería mular, de donde transita por el camino real de Tulcán, Pasto y con calor y vientos fríos entra en el neogranadino Popayán, asiento y cuartel del general Obando, donde no está al cabo de saber la misión que le espera y el suplicio mental que lo acompañará para toda la vida.

La entrevista de ambos personajes fue larga y cordial, con muchas imágenes de la guerra, mientras a Obando se le iluminaba el seso, que no el entendimiento, al pensar de una manera horrible, que fue cuando le dijo a Morillo, sin mayores rodeos que dada su condición de militar y como hombre de confianza, que ya se lo expresara Flores, lo tenía escogido para llevar a cabo una misión secreta en la serranía cercana con personal a su mando, o sea eliminar físicamente al cumanés Antonio José de Sucre, por el temor que se tenía respecto al mando definitivo que iba a ejercer en amplios lugares del Ecuador y sur de Colombia. Por el principio castrense de la ciega obediencia, que no puede ser rechazado y para evitar consecuencias en su persona y traslado, ayuno de disputas tuvo que aceptar la encomienda fatal sin esgrimir objeciones, poniéndose así en contacto con el guerrillero mestizo José Eraso (cómplice que indica el sendero a seguir), pastuso de la confianza de Obando y con dos más ayudantes, de donde tal cuarteto siniestro se dirige hacia el sitio montuoso de Berruecos, en el camino que viene de Neiva por Popayán, y que con poca escolta transitara plácidamente ese gris viernes 4 de junio de 1830 el mariscal Sucre proveniente de Bogotá y una vez terminada la labor parlamentaria que a la cabeza del Congreso Admirable efectuara en la capital de la república, así como de haberse despedido, quizás presintiendo ambas muertes, con el Presidente de Colombia, Simón Bolívar. Sobre este vil asesinato en que participan además dos peruanos y un colombiano tolimense, fuera del coronel Morillo, quien es considerado el autor material, porque el intelectual hoy nadie niega que fue Obando, se ha escrito innumerables estudios, dada la importancia a fin de recuperar información por la calidad que tenía el occiso, aunque para otros este hecho bochornoso no era entendido tan grave dentro de la situación de la época, al considerarlo uno más caído en la contienda. Sobre este muerto de lujo, “el Abel de Colombia”, como lo llamara Bolívar, se ha escrito mucho en el trance hacia la vida eterna, y para ello basta con citar los estudios que reposan en la fundación-biblioteca Luís Ángel Arango, de Bogotá, y el excelente trabajo de análisis e interpretación llevado a cabo por el erudito académico de origen catalán Manuel Pérez Vila.

21 de junio de 2016

OTRO SOLDADO UNIVERSAL VENEZOLANO, EL PRIMERO FUE EL GENERALISIMO FRANCISCO DE MIRANDA


Tachirense de importante trayectoria nacional e internacional; militar de carrera, aventurero, guerrillero, escritor, políglota y demócrata, nació en San Cristóbal el 14 de octubre de 1877, hijo de Felipe Inchauspe y Josefa Méndez, (Inchauspe en lengua vasca significa nogal, de allí el cambio de apellido). 

Sus padres, lo enviaron a Berlín en 1886 a estudiar letras y ciencias, siguió a Bélgica donde obtuvo el grado de subteniente. En 1898, a los 17 años luchó en Cuba en la guerra hispanoamericana contra las fuerzas norteamericanas donde fue herido; en 1901 ingresó a Venezuela para luchar contra Cipriano Castro; en 1904 participó en la guerra ruso-japonesa donde fue herido. Regresó a Venezuela en 1904 y 1911, pero la dictadura del General Juan Vicente Gómez lo obligó a salir del país. Participó el año 1914 en la Primera Guerra Mundial, sin perder la nacionalidad venezolana, como miembro del estado mayor turco, por méritos en combate es ascendido a teniente coronel; es recompensado con las condecoraciones Cruz Militar de Austria y la Estrella de Mejadich otorgada por el Sultán Califar de Constantinopla; en Persia, al mando de 12.000 soldados del ejército turco, derrotó a 35.000 del ejército armenio, su don de mando le permitió ascender a General de División, participó en acciones militares en Irak, Palestina, Siria y Transjordania. En mayo de 1917 penetró cien kilómetros de las líneas británicas, destruyó instalaciones logísticas y el ferrocarril; a pesar de estar ser perseguido por cuarenta escuadrones de caballería, regresó sin novedad a los 19 días. En 1919 dejó el ejército turco y se dirigió a Alaska para dedicarse a la pesca de grandes ejemplares, igualmente en Nevada y California se dedicó a la búsqueda de oro; siguió a Méjico y se incorporó al ejército de Emiliano Zapata y luego con el legendario Pancho Villa (Doroteo Arango).

En Nicaragua apoyó a César Augusto Sandino en su lucha nacionalista de 1927 a 1933. Tratando de derrocar al presidente Gómez, trató de ingresar nuevamente a Venezuela en 1925 y 1930. Nogales Méndez, cual Quijote andante, se trasladó a Alemania, Inglaterra, Francia y Estados Unidos, gracias a su elocuencia, conocimientos y al dominio del Inglés, Francés y alemán, se convirtió en el centro de atención de las tertulias de los grandes salones; conoció a las grandes personalidades de la época. Escribió para la posteridad en varios idiomas sus conocidos libros: "Cuatro años bajo la media luna" en 1925. "El saqueo de Nicaragua" en 1928 obra que motivó al presidente Franklin D. Roosevelt a retirar sus tropas de Nicaragua; escribe también: "Memorias de un soldado de fortuna".

A la muerte de Gómez (17-12-1935). Nogales retorna a Venezuela, donde el Presidente el General en Jefe Eleazar López Contreras, le asignó la administración del puerto de Las Piedras en el estado Falcón; de allí es enviado a Panamá en misión oficial para conocer el funcionamiento de la Guardia Nacional para aplicarlo en Venezuela, (El presidente López Contreras fundó el 4 de agosto de 1937 la Guardia Nacional de Venezuela. Fallece en Panamá a causa de una peritonitis el 10 de julio de 1937; nuestro incomparable paisano fue enterrado con honores en Caracas en el Panteón de los oficiales en la Honrosa Situación de Retiro del Cementerio General del Sur el 2 de agosto, El Káiser alemán Guillermo II, al conocer la muerte, ordenó una ofrenda floral, con la leyenda "Uno de los caballeros más valientes y nobles que he conocido": El 11 de noviembre de 1998, un grupo de historiadores, académicos e intelectuales, fundaron en Caracas y luego en San Cristóbal la"Fundación General Rafael Nogales Méndez", para difundir la vida y obra de este demócrata tachirense, de proyección universal.

“UN CARAQUEÑO DISEÑO LA BANDERA DE CUBA”


Narciso López Urriola valeroso y olvidado personaje, nació en Caracas el 29 de octubre de 1.797, hijo de Don Pedro Manuel López y Doña Ana Paula Urriola; sus servicios militares iniciales, los realizó a partir del año 1815 a favor de la causa realista, habiéndose destacado y obtenido sus ascensos como comandante de caballería en la mayoría de las acciones militares ejecutadas en los llanos, en el centro y occidente de Venezuela. Era catalogado como el mejor lancero venezolano en las filas españolas.

Al frente de mil doscientos llaneros fue derrotado el 2 de abril de1819 por Páez en la magistral batalla de “Las Queseras del Medio”, también participó en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1.821, como comandante del Regimiento lanceros del Rey a las órdenes del general Miguel De La Torre y Pando; derrotados y en retirada se refugiaron en el castillo San Felipe de Puerto Cabello, para luego continuar operaciones militares en el occidente en las regiones de Trujillo, Coro y Maracaibo, teniendo como jefe al general español Francisco Tomás Morales quien había relevado a De La Torre.

El 4 agosto de 1.823 con la Capitulación firmada el 3 en Maracaibo luego de la Batalla Naval del Lago, el coronel Narciso López Urriola, se dirige a España donde sería ascendido en 1.836 a general de brigada; en 1.839 a mariscal de campo y designado gobernador de la provincia española de Valencia.

Al regresar a Cuba cambia de ideales, como soldado se incorporó al movimiento emancipador de esa isla caribeña. En 1.848 al ser descubierto, se ve obligado a refugiarse en los Estados Unidos, dedicándose con entusiasmo a preparar una expedición libertadora, tiempo aprovechado para diseñar en Nueva York en 1.849 la bandera que izaría en la población de Cárdenas, cerca de Matanzas el 19 de mayo de 1.850, inspirada al calor de su férrea voluntad de vencer, patriotismo y abnegación. Ante el acoso de las fuerzas realistas, este abnegado paladín, se dirige con algunos voluntarios de nuevo a los Estados Unidos.

Ingresa a Cuba por el sector de La Poza el 12 de agosto de 1851, al fracasar en el intento, son apresados y condenados a morir en la Habana a garrote vil el 1ro de septiembre de 1855; López pronunciaría en el patíbulo las siguientes palabras proféticas:

”Cuba….mi muerte no cambiará tu destino”. En Caracas al conocerse la infausta noticia, se realizaron diferentes oficios religiosos para recordar a este paisano, luchador por la independencia antillana. La bandera diseñada por Narciso López Urriola, fue declarada oficialmente insignia de la República en la Asamblea Constituyente de Guáimaro en 1.879 y como símbolo de la Patria el 20 de mayo de 1.902 enarbolada en el Morro de la Habana ante una solemne ceremonia e impresionante ceremonia.

Por; QH.·. Gral Eumenes Fuget Borregales

COLONIA 4711; EL PERFUME DEL LIBERTADOR BOLIVAR.



COLONIA 4711; EL PERFUME DEL LIBERTADOR BOLIVAR, AUN SE ENCUENTRA EN LAS PERFUMERIAS DEL MUNDO

"El primer perfume conocido que se fabricó siguiendo este patrón estaba aromatizado con romero y fue obsequiado por un monje a la reina Elizabeth de Hungría en 1380, cuando la monarca contaba 70 años de edad. Dicho perfume fue bautizado como “Agua de la Reina de Hungría” y se le atribuyeron cualidades extraordinarias. La reina lo bebió en una dosis moderada, algo que era práctica habitual en relación a los perfumes, y dicen que su achacoso estado de salud dio un vuelco tan espectacular que incluso fue requerida en matrimonio por el rey de Polonia..."

"...Existe otra versión sobre el origen del “Eau de Cologne”, según parece en 1792 un monje cartujo empezó la obtención del agua maravillosa de colonia en los sótanos de la Banca Mülhens, en la calle de la Campana (Glockengasse), y la obsequió a la joven pareja Mülhens como regalo de bodas. La fórmula secreta es fielmente guardada por su familia y se sigue en la actualidad para elaborar el agua de colonia en la casa Mülhens.

 

El joven Wilhelm Mülhens, para diferenciar sus frascos de agua perfumada de las demás creaciones de la competencia, colocó una etiqueta azul y dorada, la cual, aunque bastante distinta de la original, aún llevan las creaciones de la casa 4711. Hasta el año 1794, en la ciudad de Colonia no existía numeración de las casas en las calles. El jefe de la ocupación francesa ordenó la numeración de las casas, esta numeración no se hizo siguiendo un orden correlativo, sino que se adjudicó de acuerdo con la antigüedad de la vivienda, atendiendo a la época de construcción, la Banca Mülhens recibió el número 4711. En 1873, este número se incorporó en la etiqueta de los envases y actualmente se ha convertido en la marca dominante así como en la abreviatura para el nombre de la empresa.

El aroma del Agua de Colonia 4711, aún presente en las perfumerías actuales, ha creado adictos en todo el mundo. La fragancia suave y agradable, de dulce aroma, es célebre por su poder tranquilizante y restaurador.

Uno de sus incondicionales usuarios fue Simón Bolívar. Un biógrafo del Libertador cuenta que el Agua de Colonia 4711 fue su perfume inseparable hasta la muerte. Todo podía faltar en sus largas travesías excepto el Agua de Colonia. Cuando el aroma dulce envolvía el ambiente, de inmediato se advertía su presencia. El Dr. Alejandro Próspero Reverend, médico de cabecera en sus últimos días, menciona la obsesión de Bolívar por el Agua de Colonia cuando rociaba su habitación de enfermo cada vez que tenía que atenderlo. Bolívar le recriminaba: “Usted huele a remedio” mientras vertía el dulce aroma en todos los lugares donde pisaba el galeno..."

"...Son las 6:00 de la mañana en las laderas del valle de Bogotá al pie del cerro Monserrate, donde se encuentra una espectacular casa de campo conocida como la Quinta de Bolívar. Fue construida por Don José Antonio Portocarrero en el año de 1800, sobre los cimientos donde una vez estuvo un molino, y luego la casa del cura de la iglesia de Bogotá… Desde 1821 la quinta fue habitada por Bolívar como un obsequio que le hacía la capital a su Libertador… Justo en el remanso de la montaña, Bolívar hizo construir una alberca forrada de azulejos, que se alimenta de las heladas aguas que bajan de la montaña, para disfrutar sus baños matutinos que erizaban los pelos a sus oficiales: cuando el frió entumecía los huesos y la neblina cubría el valle, sólo el Libertador es capaz de soportar las terribles temperaturas que le ponen la piel morada, pero que tanto disfruta, mientras su secretario y edecanes cumplen las ordenes que gira su excelencia inmerso en las frías aguas, leyendo la correspondencia oficial… Con el ceño fungido muestra su desagrado, gesto más que elocuente para que su secretario del interior, el historiador José Restrepo, tome nota de la respuesta que se debía dar… Son ademanes que conocen muy bien los más allegados a su excelencia, con quienes comparten la responsabilidad del gobierno de Colombia… Luego del helado baño de montaña, cubre su cuerpo con ese aroma dulce característico del agua de colonia alemana, que se adelantaba anunciar la presencia del Libertador en cualquier lugar donde llegaba.

A las 11:00 Bolívar y su mayordomo, José Palacios, se dirigen a la caballeriza para asegurarse que los caballos se bañaron, comieron, se les revisaron las herraduras, y le fueron peinadas las crines y colas… Personalmente Bolívar chequea las correas de la silla de montar y se asegura que estén bien amarradas ¡¡¡Y antes de montar!!! “a bautizar al palomo” – dicen de manera jocosa sus oficiales, al momento en que Bolívar rocía su caballo con el característico aroma de Colonia 4711, que no sólo lo caracterizaba a él, sino también a sus bestias y hasta sus perros… Sus soldados hacían bromas en caso de caer prisioneros, ya que para el enemigo ubicar al General Bolívar no sería nada difícil con sólo seguir la fragancia del perfume alemana. Tal era la fama del Libertador y su inseparable fragancia del Agua de Colonia, que se hizo célebre entre sus soldados, decir, cuando se proponía exagerar el gasto que una persona hiciera en el consumo de determinado artículo de no imperiosa necesidad, “hombre, usted gasta en cigarrillos (por ejemplo) más que el Libertador en agua de Colonia”.

"PEPITA MACHADO" LA AMANTE DEL LIBERTADOR EN TIEMPOS DE PENAS Y DERROTAS (1813-1820)




Sin duda Bolívar fue un esmerado conquistador del alma femenina. Su condición de estratega y luchador de la causa de la liberación de los pueblos subyugados, de la justicia y los derechos humanos despertó seguramente la admiración de muchas mujeres y alimentó su magnetismo. No obstante, existió una joven mujer que, en los primeros siete años de batalla del Libertador lo acompañó y esperó noche y día hasta su muerte. Ella fue la señorita de la sociedad Josefina Machado Madriz?, conocida como “Pepita”. La mujer que lo acompañó en la construcción de las Repúblicas de Venezuela desde 1813 hasta 1820.

Cuenta la leyenda que Pepita, una jovencita de la clase acomodada caraqueña, estaba entre las doce muchachas que salen a su encuentro el día en que Simón Bolívar regresaba victorioso por la restitución de la Segunda República, un 4 de agosto de 1813.

Y así, en el templo de San Francisco rodeado de oficiales, Pepita Machado entre pícaras miradas y sonrisas enredó su corazón. Esa misma tarde la casa de Bolívar estaba llena de gente que querían saludar y felicitar a el Libertador. Entre las damas presentes están Josefina Machado y su madre, doña Mercedes Machado de Paz y Castillo. Pepita era una hermosa chica de 20 años con un cuerpo sensual, tez morena clara, ojos oscuros y provocativos labios enmarcados en una poblada y ensortijada cabellera negra.


Era de carácter audaz y dueña de una memoria envidiable. Saludaba por su nombre y apellido a todas las personas a quienes había conocido con gestos airosos y desembarazados. Su inteligencia cautiva al Libertador y juntos deciden hacer pública la unión. Poco se sabe de Pepita, y en torno a ella existen diferentes rumores. Unos dicen que el haber formado parte de aquellas ninfas que reciben al Libertador en Caracas, induce a pensar que pertenecía al mantuanaje caraqueño. Se ha afirmado también que era prima de Soublette, y que Pepita, al igual que Manuela, era hija habida fuera del matrimonio, puesto que don Carlos Machado no sólo había sido Corregidor, sino que en 1813 fue nombrado primer Canciller de la República y es posible que se ocultara vehementemente el real origen de la niña. Por su parte, María Antonia Bolívar, una de sus hermanas, visiblemente molesta por no consentir los deseos de la familia de verlo unido a una mantuana, alega que la chica era la hija de un canario enriquecido, oponiéndose diametralmente a esa relación. Pero continuaron juntos los terribles años de 1813 y 1814, seguidos de las largas travesías de la Guerra de Independencia.

La algarabía del momento no duró mucho. El sonido del clarín anunciaba la temeraria llegada de Bóves descuartizando e incendiando todo a su paso. La burguesía caraqueña debe huir. El famoso Éxodo a Oriente comienza su marcha lenta y, al lado de Bolívar va Pepita Machado dispuesta a todo por amor, tanto hacia su patria como al Libertador. A pesar de las múltiples acusaciones que en su contra recibe, culpándosele de los fracasos de Bolívar de esos años. Después de esa terrible peregrinación en la que mueren la mitad de los marchantes, el Libertador deja a Pepita, a su madre y dos de sus tías en la isla de Saint Thomas, donde se hallaban muchos otros venezolanos refugiados. Los amantes se dejan de ver por dos largos años hasta que, el 31 de marzo de 1816, se consuma la “…salida de la expedición de Los Cayos (Haití), encabezada por el Libertador Simón Bolívar con destino a continuar la empresa libertadora”.[ii] A vísperas de la invasión a Venezuela, Bolívar manda llamar a su amorcito en medio de la peligrosa hazaña y detiene la expedición esperando a que ésta se reuniera con él.


Una vez embarcados, “Ese histórico día en las proximidades de la isla de Margarita, y al mejor estilo de los piratas, Bolívar suspendido de una cuerda se balanceaba hacia la embarcación enemiga que no cesaba de disparar sus poderosos cañones… No obstante la superioridad de artillería que disparaban incesantemente sus mortales balas de hierro, Luis Brion dirige su nave para evitar el certero disparo, y luego para colocarse a un lado para abordar la nave enemiga. El ruido ensordecedor de la pólvora y el crujir metálico de las espadas, animaba a la oficialidad patriótica que seguía ciegamente las órdenes del Libertador y su almirante, en un sangriento combate cuerpo a cuerpo y hombre a hombre (…). Mientras la batalla se desarrollaba en cubierta, en el camarote la caraqueña Josefina Machado, la amante del Libertador, esperaba valientemente el desarrollo de la batalla, [Que lamentablemente fue un fracaso total]. (…) Ante el rotundo fracaso, Bolívar y su amante, Pepita Machado, huyen de isla en isla buscando sobrevivir a la derrota sufrida, cuando sus oficiales lo acusaban del fracaso de la invasión. A bordo del “Indio Libre” capitaneado por Brion, deben pescar para sobrevivir, recoger agua de lluvia para saciar la sed, mantenerse alerta del patrullaje español que rondaba el Caribe, y buscar una salida a la crisis y la humillación, por no haber logrado los planes que se habían propuesto en Haití. Simón Bolívar, el Libertador, el héroe de la independencia, ahora se mueve como un pirata más, en busca de víveres para sobrevivir en la miseria y la adversidad de no contar con alimentos ni agua…

En sus planes inmediatos está dirigirse a la isla de Saint Thomas para dejar a Pepita junto a su madre, y algunas mujeres, niños y ancianos, que embarcaron desesperadamente en Ocumare, huyendo de la crueldad realista” [iii]. Bolívar asalta un velero español para aprovisionarse y asegurar el traslado de Pepita y los demás civiles a Saint Thomas. Así, negociando las vidas, el Velero español se vio obligado a llevar a su amante a la isla, despidiéndose la pareja con un romántico beso para luego separarse por otros dos años más.

En 1818 Bolívar se adentra en el llano venezolano. El 12 de febrero estuvo a punto de ganar la guerra cayendo de sorpresa sobre el cuartel general de Pablo Morillo en Calabozo. Recorre el Orinoco Medio en su primera visita a Apure entrando por lados de Arauquita, por el hato Araguaquén. Por su parte, Pepita Machado se había convertido en excelente ayuda para el genio de latinoamérica... Preparaba los atavíos de la tropa, asistía a Bolívar en los mensajes que debía administrar y para importantes negocios de Estado.? Su amor lo llamaba, y por eso, luego de triunfar en Angostura y quedar elegido como Presidente de la Republica, Bolívar escribe a Josefina y manda un barco a buscarla junto a su familia a Saint Thomas, para que le acompañara en la toma de posesión.


La señora “Pepa”, como con cariño la llamaba la tropa, emprende el viaje hacia su encuentro junto a su madre y los generales Fergusson y O’Leary llegando a Angostura el 14 de Octubre de 1818?. Todos sabemos lo difícil y peligroso que eran las travesías en esos tiempos. Pero Pepita como Bolívar, remonta el Orinoco y llega a San Rafael de Atamaica para algunos, y para otros, la chica se fue por el Arauca. Lo cierto es que en el “morichal” de San Isidro, cerquita de Angostura, Bolívar alternó sus tareas políticas con extasiados ratos de placer junto a Pepita Machado, quien al llegar a tierra guayanesa desde las Antillas, muestra los terribles síntomas de la enfermedad que perseguía sin contemplación a los seres amados de Bolívar. Pasaron unos días de relativa tranquilidad en los que Bolívar preparó su famoso Discurso de Angostura, pero la enfermedad de Pepita era fulminante y se va derrumbando rápidamente. Ya convaleciente, el Libertador para distraerla la llevaba a caminar por la orilla del río de la Logia.


“Un día se le antojó retar a uno de sus oficiales para nadar con las manos atadas a la espalda hasta una goleta fondeada a cien metros de la orilla. El Libertador por poco se ahoga y en vez de alegrar a Pepita ésta casi se muere de la angustia”[iv]. Por la quebrada de la Logia, cuyo curso atraviesa el traspatio de la Casa de San Isidro, pasa muy cerca una vía empedrada llamada El Trabuco por donde se llegaba a la ciudad. Por allí, dice la tradición, que Bolívar se encaminó a instalar el Congreso de Angostura y que después de su muerte en 1830, pasó a llamarse “callejón de los aparecidos” porque se sentían los pasos de los oficiales encargados de su escolta.

El 2 de abril de 1819 estalla la famosa Batalla de las Queseras del Medio o “Vuelvan Caras”, y en mayo de ese mismo año, Bolívar emprende una Campaña Admirable pero no rumbo a Caracas, sino rumbo a Santa Fe de Bogotá para la creación de la Patria Grande. Deja a la Señora Pepa con su madre en Angostura y se propuso el Paso de los Andes. De esa expedición sale victorioso y regresa a Angostura, “…sin que sus amoríos con Bernardina Ibáñez, la bogotana, la desplazaran. La caraqueña había adelgazado. Sus bellos ojos brillaban febriles sobre unas cuencas amoratadas. La tuberculosis según le dijeron los médicos, se había declarado. Quizás el clima de Bogotá –dijo uno de ellos- le sentará mucho mejor.” [v], Así que, como lo había prometido, se embarcó con su ejército en la Flota del Orinoco junto a su amada la Navidad de 1819. Pero en el camino Pepita tuvo dos hemoptisis. Al llegar a Achaguas esputa sangre una y otra vez. Le sube la fiebre y pierde el sentido.

De pronto ya no respira quedando su alma sembrada en una loma donde no llegan las aguas cuando la sabana se inunda. Bolívar entierra a su compañera de los tiempos terribles iniciándose el año 1820. “Comprendió en ese momento, y así lo dio a entender en sus escritos, que la gloria y el poder no valían nada si al ser amado se lo lleva la muerte. Pepita, desde que perdió a su primera mujer dieciocho años atrás, hubiese sido el único ser que hubiese quebrantado su voto de permanecer viudo hasta el final de sus días. Por ella, a pesar de todos sus triunfos y laureles, hubiese aceptado “el ser un pacífico alcalde de San Mateo” [vi].

En Simón Bolívar prosiguió un largo y desfallecido abatimiento. “Nunca el destino me permitió más de seis meses de paz y alegría, acicateándome por lo contrario con todas las penas y rigores de que es capaz de sufrir el alma humana. ¿No me arrebató también a mi querida Pepita Machado, mi compañera por más de siete años? ¿No murió acaso del mismo mal que mató a mi madre y que desde niño aprendí a temer y a conocer con espanto?”[vii].

Pepita fue “…la mujer que mayor posibilidad tuvo, como escribió Augusto Mijares (1897-1979), de ser la segunda esposa del Libertador[viii], pues entre los cuatro amores fundamentales de su vida, a excepción de su esposa María Teresa Toro y Alayza (1781-1803), tanto la parisina Fanny du Villars como la quiteña Manuelita Sáenz eran mujeres casadas. Pepita era soltera. Pero Pepita enfermó. Y siguiendo a Bolívar hacia Bogotá murió en Achaguas en 1820. Allá está enterrada”.[ix]

INES MANCEBO, LA NODRIZA DEL LIBERTADOR



Doña María de la Concepción Palacios, madre del futuro Libertador Simón Bolívar, por motivos de salud no podía amamantar a Simón su cuarto hijo, nacido el julio de 1783, a tal fin recibió el apoyo lactante de Doña Inés Mancebo Quiroga de Miyares, quien vivía cerca de la esquina de San Jacinto, no muy lejos de la casa de los Bolívar Palacios, ubicada entre las esquinas de Traposos a San Jacinto-hoy Casa Natal; Inés en esos días había dado a luz a Úrsula. Como era costumbre en la época colonial, la servidumbre tomaba el apellido de sus amos; para la fecha la Negra Hipólita, nacida en San Mateo en 1763, esclava de la familia Bolívar Palacios, aún no había alumbrado a su hijo Dionisio; ella se encargaría pocos meses después de terminar de amamantar y criar al bebe Simón, auxiliada en el cuido y juegos por la Negra Matea niña de doce años, proveniente de la hacienda de San Mateo, nacida en San José de Tiznados en 1773, Matea vivió ciento trece años. 

Doña Inés Mancebo nació en Santiago de Cuba, casada con Fernando Miyares y Pérez Bernal, nacido en la misma población el 4 de febrero de 1749; se casaron en la Habana en 1766. 

Una vez en Venezuela, Fernando fue gobernador de Barinas desde 1786 hasta 1798, le correspondió el 13 de enero de 1788 fundar San Fernando de Apure. A raíz de la renuncia del capitán general Vicente de Emparan y Orbe, a raíz del movimiento revolucionario del 19 de abril, Miyares fue designado en ese cargo el 23 de julio de 1810, cargo que entrega al capitán de fragata Domingo de Monteverde el 30 de septiembre de 1812. Fernando había sido designado gobernador militar de Maracaibo en 1814. Por problemas de salud se traslada a Cuba donde fallece en 1818; en Venezuela dejó una estela positiva de hombre probo y distinguido. Su viuda Inés fija en 1819 residencia en Coro en la actual calle Falcón hasta 1821. En Venezuela el matrimonio Miyares Mancebo tuvo nueve hijos, cinco varones y cuatro hembras, nacieron en Maracaibo, Coro y Caracas, dejaron amplia descendencia. Úrsula, hermana de leche del Libertador se casa en 1809 con Ramón Correa y Guevara, oficial de carrera del ejército realista, elogiado por el Libertador, nacido en Ceuta en 1767, sobrino del capitán General Manuel de Guevara y Vasconcelos, gobernador y capitán General de la provincia de Venezuela durante el período 1799-1807. 

Ramón Correa, con el grado de coronel, luego de algunas victorias es derrotado por Bolívar el 28 de febrero de 1813 en Cúcuta; ocupó importantes cargos en Venezuela, entre ellos gobernador en Maracaibo y Barinas, Capitán General de Venezuela desde 1819 hasta 1821, jefe de la comisión española que junto con el general Antonio José de Sucre por los republicanos, redacta los Tratados del Armisticio y Regularización de la Guerra, firmada el 27 de noviembre de 1820 en Trujillo por Bolívar y Morillo.

El 15 de junio de 1821 en Valencia, antes de retirarse a Puerto Rico le entrega el mando al general Miguel de la Torre y Pando, comandante de las fuerzas realistas, derrotadas por el Libertador en la inmortal sabana de Carabobo el 24 de junio de 1821. Hipólita guio los primeros pasos del futuro Libertador; casó con Mateo Bolívar también de la servidumbre de la familia, nacido en la hacienda Santo Domingo en Caucagua; Dionisio el hijo procreado luchó en Carabobo con el grado de sargento.

Desde Cuzco-Perú el 10 de julio de 1825 en carta a su hermana María Antonia, Bolívar dice: “…Te mando una carta de mi madre Hipólita, para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre, su leche ha alimentado mi vida”.; Hipólita y Matea, están enterradas en la cripta de la Santísima Trinidad de la familia Bolívar en la Catedral de Caracas. 

En cuanto a Inés Mancebo de Miyares, ella y el Libertador mantenían un afecto filial, tanto así que en 1813 en Barinas, el gobernador el coronel Manuel Antonio Pulido, había confiscado la hacienda de los Miyares Mancebo; ante una solicitud de Doña Inés; Bolívar ordena restituir a susdueños la propiedad con la siguiente comunicación al gobernador:

“Cuanto usted haga a favor de esta señora, corresponde a la gratitud que un corazón como el mío sabe guardar a la que me alimentó como madre. Fue ella la que en primeros meses me arrulló en su seno. ¡Que más recomienda que ésta para el que sabe amar y agradecer como yo!”.

CURAZAO; MADRE ADOPTIVA DE LOS BOLIVAR 1812


Resultado de imagen para CURAZAO;  BOLIVAR 1812

El Libertador nunca olvidará esa actividad benefactora. La generosa isla acogió de igual manera en 1814 a María Antonia (1777-1842) y Juana Nepomucena (1779-1842), hermanas del Libertador ante la inminente llegada a Caracas de Boves, siendo alojadas en "El Octagón", llamado así por su forma tan especial, hoy Museo particular donde se guardan celosamente, mobiliario, objetos, documentos y cuadros, recuerdos invalorables de la permanencia de Bolívar y sus dos hermanas, casa de dos pisos ubicada a orillas de la playa Ávila, propiedad de un hotel.

CONSULTA LA ETIQUETA

NUESTRA PAGINA EN FACEBOOK

Post Relacionados