Julio Verne puede ser definido como un escritor visionario. En su novela “20 mil leguas de viaje submarino” imaginó un enorme submarino (Nautilus) movido por energía eléctrica que era obtenida del océano. Imaginó calamares gigantes y peces luminiscentes que vivían en las profundidades que con el tiempo fueron descubiertos por la ciencia. En sus novelas “De la Tierra a la Luna” y “Viaje alrededor de la Luna” coincidieron a más de un siglo con el lugar del lanzamiento, el número de astronautas, la duración del viaje, la recuperación de la nave en el Pacífico, etcétera, con los vuelos del Apolo 8 en 1968 y Apolo 11 en 1969. Por último, en la novela “viaje al centro de la tierra”...¿habrá algo de realidad como en sus otras novelas?
La teoría de la tierra hueca consiste en que la Tierra no es considerada una esfera maciza sino hueca y que existen dos grandes entradas al interior situadas en los Polos Norte y Sur. Dentro de la superficie “Interior” de la tierra habría mares, continentes y ríos y en el centro habría algo energético y brillante que haría las veces de un “sol” que les proporcionaría luz a los habitantes de este mundo interior.
La "Tierra hueca" es una teoría fascinante que nos habla de un mundo interior. Vamos a tratar de desarrollar la posible realidad física de esta fantástica idea y a continuación analizaremos algunos indicios de testimonios con una visión renovada y abierta sobre esta posibilidad. Por último analizaremos los motivos por los que ha estado “prohibido” estudiar y hablar de esta interesante teoría
¿Qué sabemos realmente del interior de la Tierra?
La Tierra tiene un radio de unos 6000km de los cuales apenas hemos podido excavar los primeros 15km. El sondeo más profundo realizado hasta la actualidad es el KSB (Kola Superdeep Borehole), al norte de Rusia, que ha llegado hasta los 15 km. Esto significa que las hipótesis “oficiales” que tenemos sobre el interior de la tierra están basadas únicamente en suposiciones e indicios pero no en la observación directa del interior de la Tierra.
La concepción de la tierra como una esfera “maciza” es una teoría respetable pero no demostrada. Se basa en que se han aplicado determinadas ondas sobre la superficie terrestre y tras analizar los rebotes al estilo de un sonar, se ha encontrado que a unos 500km de profundidad parece haber un cambio en el tipo de material y tras 1000km hay demasiadas variaciones como para estar seguros de lo que hay bajo tierra. A pesar de ello los científicos se han aventurado a conjeturar que en el centro hay un núcleo de hierro fundido responsable de los campos magnéticos y una serie de capas compuestas por roca fundida, fundamentalmente silicatos. Un aspecto particular es que se ha observado que a cierta profundidad (2.900 km) las ondas “tipo S” dejan de propagarse, lo que parece indicar que nos encontramos con una zona de la Tierra que se presenta en estado fundido: el núcleo externo. Aunque esto último también podría ser explicado por un gran hueco interno del planeta.
En 1936 el investigador Bernalli sugirió que dada la edad de la Tierra 3 o 4 mil millones de años no tuvo suficiente tiempo como para formar por gravedad la diferenciación de los materiales según las capas hipotéticas mencionadas por la teoría de la Tierra maciza. Por lo tanto el interior de la Tierra sería homogéneo y "hueco" siendo el material ocupante de esa oquedad gas de hidrógeno. En cuanto a las propiedades magnéticas del planeta, atribuidas al supuesto núcleo de hierro por la ciencia oficial, Bernalli dice que puede deberse a los materiales magnéticos que hay repartidos por la corteza terrestre. La teoría de la tierra hueca también era considerada seriamente por el astrónomo británico Edmund Halley así como por científicos de la Alemania nazi, aunque poco a poco los libros de texto con las ideas “oficiales” han dejado en el olvido estas hipótesis.
Si nos fijamos en el pozo de Kola ( de 15km ) Para los científicos, uno de los resultados más fascinantes que ha emergido de estos trabajos ha sido el hecho de encontrar a 10km muchas rocas fracturadas y saturadas de agua. Agua que, a diferencia de la superficial, debe de haber venido de los minerales de la corteza profunda, y no ha podido alcanzar la superficie debido a la capa de roca impermeable.¿Océanos de un mundo interior? Otro descubrimiento inesperado fue la gran cantidad de hidrógeno, mezclado con el fango que fluía del agujero, descrito como «hirviendo con hidrógeno». Esto parecería darle al menos parte de razón a la teoría de Bernalli,
Y por último, las temperaturas aumentaron mucho mas de lo que los modelos geológicos vigentes parecían prever. Todo esto nos hace sospechar de las teorías vigentes, aunque en realidad 15km no es nada comparado con los 6000km de profundidad de nuestro planeta.
¿Es posible físicamente una Tierra hueca?
Lo primero que se debe hacer antes de tomar como cierta o falsa esta fantástica posibilidad es un análisis desde el punto de vista físico. En primer lugar veremos si es posible un modelo físico de un planeta hueco y estable. Comprobaremos dos cosas:
1) que la densidad del planeta no sea excesiva ya que dado que vamos a eliminar una parte debe ser compensada con una mayor densidad de la parte que queda para producir la misma fuerza gravitatoria en el exterior
2) que la fuerza gravitatoria en el interior es positiva o al menos nula, es decir que el planeta no tienda a rellenar el hueco y por tanto a convertirse nuevamente en una esfera maciza.
Tras construir un modelo computerizado de un “planeta hueco” en 3 dimensiones, llegamos a dos importantes conclusiones:
Al tratarse de una esfera, la mayor parte de la masa del planeta se encuentra en el exterior, por lo que eliminar una esfera interior de 2000 km de radio solo aumenta la densidad del planeta un 15% nada más Supongamos que la Tierra es una cáscara hueca de unos 3000 kms de espesor. Con unos sencillos cálculos, se determina que la densidad media de la Tierra sería de 6,15 g/cm^3 en lugar de los 5,51 g/cm^3 conocidos. Es aceptable.
La gravedad en el interior de una esfera hueca perfecta es nula, aunque cualquier mínima irregularidad en la distribución de masas hace que los objetos acaben cayendo en algún punto de la superficie interior. Sin embargo la Tierra no seria una esfera hueca perfecta sino que debido a su movimiento de rotación estaría ensanchada en la zona ecuatorial, por lo que habría una cierta gravedad positiva. A esto debemos unir la fuerza centrífuga debida a la rotación, la cual se sumaría a la fuerza gravitatoria para mantener un planeta hueco de forma estable, con la tierra “pegada” al suelo. Algunos escritos sobre la teoría de la tierra hueca hablan de que en el interior hay gravedad, la misma que en el exterior pero las simulaciones por ordenador no dejan lugar a dudas. La gravedad es pequeña, aunque es positiva.
