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29 de septiembre de 2018

"ATTA BOY" (1933) Vs "ATA" (2003) LAS MOMIAS QUE EL MUNDO OCULTAN


DOS CRIATURAS, DOS MISTERIOS DE LA HUMANIDAD QUE LA CIENCIA CATALOGAN COMO HUMANOS; EL "ATTA BOY", EL SANTO GRIAL PERDIDO DE LA COLECCIÓN DE RIPLEY QUE TODAVÍA ESTÁ ESPERANDO SER REDESCUBIERTO Y "ATA", LA MOMIA DE ATACAMA QUE DURANTE MUCHO TIEMPO SE PENSO QUE PODRIA SER UN EXTRATERRESTRE, PERO QUE LA CIENCIA HA PERMITIDO DESECHAR ESTA TEORIA.....QUE PIENSAS TU...?


ATTA BOY 

Edward Meyer es el vicepresidente de exhibiciones y archivos de Ripley Entertainment. Ha adquirido más de 20,000 exhibiciones para los Odditoriums de Ripley en todo el mundo y se ha desempeñado como curador de colecciones de Ripley desde 1984. Ripley es el famoso, Ripley's Believe It or Not!, (Aunque usted no lo crea) 

Edward afirma que "Atta Boy" es el "Santo Grial" de la coleccion Ripley ya que este lo tenia en su poder en en 1933, pero que al parecer se esfumo. 

"Atta Boy" es conocido en 5 formatos, un dibujo original de Ripley del 8 de marzo de 1931, una cubierta de polvo del segundo libro de Ripley en 1931, y tres fotos que se cree fueron tomadas en el primer Ripley Odditorium en Chicago en 1933 . 

La caricatura lo llama un bebé momificado de 6.5 pulgadas de Bolivia; las fotos están etiquetadas con la letra de Ripley, un cuerpo humano encogido de los indios Jíbaro de Perú que al parecer nunca se llego a un acuerdo con el dueño de "Atta Boy" y este desaparecio extrañamente de este mundo, jamas se supo mas de el ni del extraño hombrecito.






Ata, la momia de Atacama

Durante mucho tiempo se pensó que podría tratarse de un ser extraterrestre, pero la ciencia ha permitido desechar esta teoría.

El conocido como "esqueleto Atacama" fue durante mucho tiempo un misterio desde el 2003, tanto que algunos creyeron ver en él los restos de un ser extraterrestre. No obstante, la ciencia ha demostrado que se trata en realidad de la momia de una niña nacida con raras mutaciones genéticas, lo cual ha sido posible gracias al estudio de su ADN realizado por la Universidad de Standford.

El esqueleto, al que se conoce con el nombre de "Ata", fue descubierto en una bolsa de piel abandonada tras una iglesia en el desierto de Atacama (Chile). "Tiene apenas 15 centímetros de largo, con la cabeza en forma de cono, 10 pares de costillas y huesos que se asemejan a los de un niño de ocho años", señala un comunicado. La momia llegó al mercado negro de hallazgos arqueológicos y posteriormente acabó en manos de un coleccionista en España que pensó que podrían ser los restos de un ser extraterrestre.

Varios expertos de la Universidad de Stanford y de San Francisco (EE.UU.) han analizado el ADN del esqueleto, el cual "ha probado, más allá de cualquier duda, que es humano", según un estudio publicado por la revista Genome Research.
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LA INOCENTE PORNÓGRAFA; El placer de leer a Corín Tellado


21 de septiembre de 2018

LOS "MAWALI" DEL RIO NEGRO EN EL AMAZONAS


La Amazonía o Amazonia es un vasto territorio de aproximadamente seis millones de kilómetros cuadrados -lo cual equivale a 6.5 veces la extensión de Venezuela- que se comparte entre Brasil y Perú (con la mayor proporción), seguidos por Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.

Es el mayor pulmón y el bosque tropical más extenso del planeta, rico en biodiversidad, que alberga a más de la quinta parte de toda la población de mariposas del globo terráqueo y que esconde un tesoro no explotado de plantas medicinales, conocidas únicamente por los pobladores originarios de la región.

Igualmente, la Amazonia posee la mayor cantidad de agua dulce de la Tierra, no sólo por sus innumerables ríos, entre los que destaca el Amazonas, el más caudaloso del mundo, sino porque allí se ha descubierto una gran reserva de agua subterránea.

Es una región poblada por miles de espíritus que se encargan de protegerla; entre éstos Yacumana “Madre del Agua”, quien se presenta bajo la forma de un gigante ofidio con dimensiones mayores que la temible anaconda que conocemos en Venezuela.

Así mismo, también está repleta de inmensos peligros. Por ejemplo, en los alrededores del Río Negro, hay que estar muy pendiente de unas fuertes risas que se escuchan en la época lluviosa del año y que provienen de los Aparo, pequeños hombres-sapos que se esconden en los caños, debajo de las hojas, en diminutas embarcaciones de sólo treinta centímetros de largo. Estas risas son una forma de aturdir a los incautos que no se percatan del riesgo que corren, entonces los Aparo les voltean la curiara para hundirlos en el rio, los matan con sus remos que son también afiladas armas, y luego les roban todas sus pertenencias.

El Río Negro, llamado Guainía en su nacimiento en Colombia, es el afluente que lleva el mayor caudal de agua al río Amazonas. Nace en la pequeña parte del Macizo Guayanés que corresponde al territorio colombiano y luego gira hacia el Sur formando una frontera natural de 200 km entre Colombia y Venezuela. Posteriormente entra en Brasil y se dirige hacia el Este, constituyendo el borde Sur del Parque Nacional La Neblina y siguiendo un curso paralelo al río Amazonas hasta la mítica ciudad de Manaos donde vierte sus aguas en él.

El Río Negro, cuyo nombre se debe al color oscuro de sus aguas por la presencia de materia orgánica descompuesta que arrastra a su paso, ha servido también para el intercambio cultural y comercial entre los diferentes grupos indígenas que viven en sus riberas, bien sea en Colombia, Venezuela o Brasil. Por él remontaron los Baré, quienes venían del Sur huyendo de la esclavitud por parte de los colonizadores portugueses explotadores del caucho que diezmaron a su población. Según el último censo, que data del año 2011, un poco más de cinco mil indígenas Baré viven en nuestro territorio, en el estado Amazonas.

De las veinticuatro entidades de Venezuela, el estado Amazonas es la segunda en extensión (183.500 km2 - luego del estado Bolívar) y la última en población. Es el estado con mayor presencia relativa de población originaria: más de la mitad de sus habitantes son autóctonos. En el estado Amazonas conviven más o menos veinte etnias indígenas, entre las cuales, según el censo del año 2011, los grupos Guajibo, Piaroa y Yanomami son los más numerosos.

Túpana es el dios creador de los Baré, que descendió del mundo celeste para sacar a los hombres de la tierra; al ser éstos muy pequeños, los envolvió en hojas de tabaco y sopló para que se esparcieran por toda la selva. El dios anhelaba que todos a los que había dado vida coexistieran en paz y armonía, y parece que fue así en un principio por lo que decidió darle algunos de sus poderes divinos, como por ejemplo que pudieran crear espesas nieblas y que poseyeran una habilidad fuera de serie para la navegación. A estos seres los llamó Aparo.

Pero los Aparo abusaron de sus poderes y llenos de ambición comenzaron a ocultarse en la neblina, que ellos mismos producían, y navegando sigilosamente atacaban a otros hombres para hacerse dueños de sus posesiones. Túpana se entristeció pensando que había creado a los hombres de forma imperfecta. Luego meditó y llegó a la conclusión de que seguramente existía algún desequilibrio ya que entre los Aparo no existía el sexo femenino, lo cual le condujo a pedir ayuda a su hija Yopinai, quien procedió a seleccionar a los seres más sabios de la naturaleza y los convirtió en mujeres para que se unieran a los hombres, aprendieran a dominarlos y formaran familias. Pero obviamente estas decisiones y sus consecuencias no fueron del agrado de los Aparo, quienes entonces optaron por raptar a Yopinai y esconderla en un sitio donde nadie pudiera encontrarla: la subieron a un alto tepuy lejano y, haciendo uso de sus poderes, lo cubrieron con densa neblina para que permaneciera oculto a todos los ojos del mundo.

Los tepuyes (morada de los dioses en lengua pemón) son las formaciones geológicas más antiguas del planeta y se ubican en el Macizo Guayanés, que se extiende por Venezuela Brasil, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y una pequeña parte en Colombia. Es una región rocosa cubierta de selva, donde los tepuyes aparecen flotando como islas en medio del paisaje.



La parte venezolana del Macizo Guayanés se ubica entre los estados Bolívar y Amazonas, ocupando una extensión de 430.000 km², lo cual es casi la mitad de nuestro territorio continental (que no incluye las islas y áreas marinas y sin contar tampoco con el territorio en reclamación que tiene una extensión de 159.500 km²).

El tepuy donde fue escondida Yopinai es el que hoy conocemos como “Pico La Neblina”, el cual se encuentra en territorio de Brasil y, con sus 3.014 metros, es el más alto de todo el Macizo Guayanés.

Realmente los Aparo lograron su cometido pues nadie pudo ver el Pico La Neblina, aunque los indígenas conocían de su existencia, hasta el año de 1853. El primer hombre blanco que lo avistó fue un naturalista inglés que recolectaba plantas sobre la Piedra del Cocuy, elevación de 300 metros de altura que se encuentra en territorio venezolano, en la triple frontera Brasil-Colombia-Venezuela, y quien mirando hacia el Sureste vio algo que parecía una elevación y que mucho lo sorprendió porque según sus palabras: “brillaba como las escamas del pez Pirapukú”.


Pero volviendo al cautiverio de Yopinai, ésta vivió en el Pico La Neblina por algún tiempo, pasando mucho frío y hambre, con reptiles y aves como única compañía, hasta que a través de un pájaro llegó la noticia a Túpana. El padre de Yopinai, lleno de ira, rescató a la princesa mientras que producía un gran diluvio con espantosos truenos; luego castigó a los Aparo convirtiéndolos de nuevo en seres diminutos y enviándolos otra vez al fondo de la tierra, donde habita Yamadu, demonio de las entrañas de la tierra.

Yamadu vio lo sucedido como una maravillosa oportunidad para que los Aparo se convirtieran en sus ayudantes y les ofreció nuevos poderes a cambio de que éstos aceptaran transmutarse en “Mawali” o espíritus malignos mitad hombre y mitad sapo, para vivir en el fondo de los caños y lagunas, saliendo sólo en la época lluviosa a bordo de sus pequeñas embarcaciones de treinta centímetros de largo.

Desde entonces, en los alrededores del Río Negro se escuchan risas espantosas en invierno, cuando una curiara se aproxima al lugar donde los hombres-sapos se esconden. Con esta risa paralizan a su víctima y luego la atacan mortalmente; por eso, todos los que navegan por esas aguas tienen los oídos prestos para detectar algún sonido extraño y los ojos bien abiertos para descubrir el mínimo movimiento. En este caso se aconseja alejarse lo más rápido posible. También se recomienda masticar hojas de tabaco, ya que esto tiende a ahuyentarlos.



Rescatando las Leyendas
@sabermilenario

11 de septiembre de 2018

CUANDO EL TANGO RESUCITO EN JAPON




Articulo de Luis Alposta

Este querido intérprete japonés, de voz potente y timbre de barítono atenorado, nunca aprendió el idioma español y, al igual que su colega, Ranko Fujisawa, se valió para hacerlo —y vaya que lo hizo bien—, de estrictos recursos fonéticos.

Nació en Hirosaki, ciudad de Aomori, al norte de Japón. Inició su carrera de cantor de tangos con sus maestros Ricardo Francia y Fernando Tell quienes, durante sus estadías en Japón, mucho hicieron por difundir nuestra música popular. Su encuentro con estos dos músicos argentinos fue decisivo para llegar a su realización como artista


Durante los años 1959 y 1960, cursó estudios universitarios en Ritsumeikan y, posteriormente, hizo su debut en octubre de 1961 en el programa Plaza de Canción de NHK, que es la emisora principal de Japón.

En febrero de 1964, participó de la gira por Argentina con Ranko Fujisawa y el maestro Shinpei Hayakawa, director de la Orquesta Típica Tokyo. Durante la misma, Ikuo no sólo participó en el popular programa Casino Philips, que transmitía canal 13, sino que, además, realizó su primera grabación en RCA de Argentina, en abril de ese mismo año. Grabó, entre otros temas, “La última copa”, “Ríe payaso” y “Mi dolor”, llegando a ganar un premio instituido entonces por la Sociedad de Autores y Compositores (SADAIC).

Luego continuó la gira por otros países sudamericanos: Perú, Ecuador y Colombia, realizando grabaciones en cada uno de ellos, en las empresas discográficas: RCA de Perú; Orion de Ecuador y Sonolux de Colombia. A fines de noviembre de ese mismo año, regresó a su país.

Fue cantor de la Orquesta Típica de Masaichi Sakamoto y del Quinteto de Kyotani Kouji.

En octubre de 1965, fue invitado por Canal 13 de Argentina a participar en el programa Sábados Circulares, en el que actuó durante un largo período, llegando a alcanzar gran popularidad. De esa época son sus registros de “Tomo y obligo”; “En esta tarde gris” y “Lo han visto con otra”, entre otros. Participó, además, en la película Viaje de una noche de verano, donde cantó junto a Ranko Fujisawa, Néstor Fabián y Enrique Dumas.

Entre las giras internacionales que cumplió luego, se recuerdan sus viajes por: España (1967), Puerto Rico, los Estados Unidos y Venezuela (1968), grabando en los sellos: Belter, de España; Caribe, de Puerto Rico; Alegre y otros de Estados Unidos; y Mavilu de Venezuela. Volvió a su patria en mayo. También en octubre de ese año 1968, grabó para Polydor, un disco long play titulado Tango del alma.

En 1975 realizó nuevas giras por Argentina, Brasil y Portugal, incursionando en nuevos géneros: tango, folclore, choro y fado, llegando a grabar 120 discos 

En enero de 1987, grabó el compacto Tango del amor (Meldac), con el acompañamiento orquestal de José Colángelo. En ese disco dejó registrado mi tango “A lo Megata”, que lleva música de Edmundo Rivero. Este tango había sido estrenado por Ikuo en Japón, el 23 de junio de 1983, en el teatro Asahi-Seimei de Tokio, con el acompañamiento de Koyi Kyotani y su Tango Trío. Otro disco de ese mismo año es Che bandoneón (Polydor). Estos dos materiales fonográficos tuvieron una gran aceptación y se vendieron muy bien.

En 1997, con motivo de cumplir sus sesenta años, volvió a su actividad preferida: la de cantar en público, realizando entonces una serie de conciertos y, al año siguiente, más precisamente en el mes de febrero, grabó con gran repercusión, el disco compacto Mañana zarpa un barco.

El 2001 fue el año del gran desafío. Realizó para la televisión nipona su propio programa sobre el teatro histórico japonés, con su canto temático al que denominó Viento. En octubre de ese año, sufrió una trombosis cerebral de la que, gradualmente, se ha ido recuperando.

Desde el 2004 se dedica a la enseñanza. Da clases de canto y dirige un curso cultural, patrocinado por el diario Yomiuri y el canal de televisión Nihon.

Me ha sido posible realizar esta semblanza, gracias a la información que me enviara el Sr. Mamoru Yamagata.

ERNESTO SÁNCHEZ LA CRUZ, EL PRIMERO EN CARTOGRAFIAR AL GRAN SALTO EN 1910


Definitivamente la historia del Salto Angel es mucho más compleja de lo que hemos presentado en varios POST y lamentamos no haber podido ser mas certeros en el proceso de consulltas y de investigacion en cuanto a determinar "EL VERDADERO DESCUBRIDOR DEL SALTO DE AGUA MAS ALTO DEL MUNDO". Sin embargo en el siguiente post hemos recopilado informacion de las distintas exploraciones geograficas antes de los vuelos aereos de Jimi Angel que sin duda alguna nos llevara a los pioneros que revelaron al mundo esta maravilla de la naturaleza, ya que definir a una persona como a "El Descrubidor del Salto" es dejar de lado a los nativos de la region quienes revelaron y guiaron a muchos exploradores de distintas epoca, definiendolo como el KAREPAKUPAI VENA ( AGUAS PROFUNDAS) en el idioma Pemon.

La presencia de un salto de dimensión extraordinaria en la geografía oral venezolana se inició como un rumor que interesó a muy pocos ciudadanos, aunque se esparció bien entre los mineros que trabajaban por los alrededores de Urimán y del cerro Yauyangtepui en 1933 (7,p. 248) y su descubrimiento se inicia después de que el 18 de noviembre de ese año un minero de apellido Angel, que había sido piloto acrobático, informara que había visto un “salto de una milla de alto” durante uno de los vuelos que había realizado sobre el Cerro Auyan, para tratar de reencontrar un paraje montañoso y remoto donde él habría aterrizado antes en 1921 para recoger una bolsa repleta con 30 kilos de pepitas de oro. Esta información queda documentada por el escritor y minero Dennison al referir en su libro “Devil Mountain”, que el 25 de marzo de 1935 el piloto Jimmie Angel lo había invitado a volar para mostrarle “su salto” desde el aire (7, p. 28 y196). 

Ante de estos sucesos, la primera noticia de la existencia de este cerro el Auyán o de los Audánes (demonios), que es conocido ahora como Auyan-tepui en lengua Pemón, (ya que la palabra tepui equivale a nuestra palabra montaña), apareció por primera vez en la cartografía de Guayana como un modesto promontorio que quedó identificado como “Cerro Auyan” en el centro de un mapa dibujado por el fraile Capuchino Carlos de Barcelona en 1779 (3). Este curioso mapa fue el resultado de los apuntes sobre las desventuras que padecieron los misioneros Capuchinos fray Benito de la Garriga y fray Tomás de Mataró, quienes después de explorar los “frescos prados de la Parima” en 1772 se vieron obligados a huir de unos salvajes indios “Paraguayanos”, quienes durante semanas los hostigaron incansablemente gritándoles que se detuvieran porque: ¡“tan solo queremos matarlos y nada más”…! (10, p.117).



KEREPAKUPAI VENA (SALTO ÁNGEL)
“En múltiples ocasiones he pedido a toda autoridad con incidencia en la materia, que se reconozca oficialmente el descubrimiento del llamado Salto Ángel a su verdadero descubridor, el teniente de la marina de guerra Ernesto Sánchez La Cruz, que en 1910 fue el primer explorador que vió el prodigio y lo incluyó en un croquis de la región. Así lo atestiguó en 1955 el conde Antonio Cattaneo Quirín, que se desempeñó como Inspector General de las Fronteras Orientales y Meridionales del Estado Bolívar con la Guayana Inglesa y Brasil, cargo que ocupa de 1914 a 1921, llevando a cabo una revisión completa de la línea fronteriza, desalojando colonias extranjeras ilegales instaladas en la Gran Sabana, y participando, posteriormente, con Lucas Fernández-Peña en la fundación de Santa Elena de Uairén, en 1927, y quién afirmó haber visto el mapa de Sánchez La Cruz en la Casa Blohm de Ciudad Bolívar. Pero el estadounidense Jimmy Ángel tuvo acceso a los noticieros internacionales y su protagonismo prevaleció.

¿CÓMO LLEGÓ AL SALTO?
Según el autor Pedro Paredes, a Sánchez La Cruz se le había encomendado la tarea de determinar los límites del área de Canaima. Recorriendo la zona, Sánchez La Cruz se separa luego de la expedición, con el objeto de buscar diamantes, por lo que logra establecer contacto con los pobladores aborígenes de la etnia Pemón, quienes le alertan de la existencia en la zona de una enorme caída de agua. Estos indígenas llevan a Sánchez La Cruz hasta el sitio en el que estaba ubicado el salto al que llamaban”Kerepakupai Meru” que en su lengua significa “salto del lugar más profundo”. Al regresar dicha expedición a Ciudad Bolívar, Ernesto Sánchez La Cruz hizo entrega de estos importantes registros y de un croquis a un ciudadano de origen alemán, de apellido Kuhn, dueño de la casa Blohm, quien a su vez procedió a guardarlo en una caja fuerte de su propiedad. Sánchez La Cruz, apenas divulgó su descubrimiento a muy pocas amistades y comunicadores sociales de Ciudad Bolívar, y jamás se preocupó por dar a conocer este histórico hallazgo, hasta que, mucho tiempo después, el señor Cattaneo Quintín, en el año de 1955, le solicitó información acerca de esta zona explorada al alemán Kuhn, el cual le proporcionó el croquis elaborado por Sánchez La Cruz.


Ernesto Sanchez la cruz es el tío abuelo del Fundador de Tepuy eco-adventures.

De alli hemos extraido buena parte de esta interesante historia, que a continuacion reproducimos;

Evidentemente los indígenas Pemones kamarakotos son los descubridores de un sitio tan mágico como el Kerepakupai vena también conocido como salto Ángel y a veces mal llamado Churun meru. Hay evidencias de que el Señor Ernesto Sánchez la cruz fue el primer criollo (no indígena) en llegar a tan remotos parajes.

En este interesante articulo se nos detalla un poco mas sobre la historia de este interesante personaje, del que se sabe muy poco. Incluso siendo hermano de mi abuelo conozco poco de la historia de mi ancestro.

De hecho se sabe que Sánchez la cruz dejo en la casa Blom de Ciudad Bolívar un croquis de la zona describiendo tan majestuoso lugar, pero el paradero de este valioso documento se desconoce. Esto casi 50 años antes que el aventurero Jimmy angel divulgara la información de esta cascada. A nivel regional ya se conocía de este sitio, Se podría decir que Jimmi Angel fue el que lo dio a conocer a nivel internacional, pero ya a nivel regional se sabia de este salto de increíble altura.

Otra historia sobre el descubridor del Salto Ángel “Ernesto Sánchez La Cruz” / Por Rafael Marrón González, el cual entrvista a uno de sus familiares directo;

Un hijo de Ernesto Sánchez La Cruz nos cuenta la historia


"Siendo el único hijo varón que aún vive, de Ernesto Sánchez La Cruz con la Sra. Laura B. de Sánchez, aseguro que Ernesto Sánchez La Cruz fue el primer hombre blanco que caminando inmerso en la selva venezolana, descubrió el Churun-Merú. Ernesto Sánchez La Cruz nació en Jajó, estado Trujillo, en el año de 1883, hijo de Fernanda La Cruz González y el Capitán de Navío Pedro José Sánchez Wilson. Gracias a los manuscritos que me dejo mi padre, poseo una amplia y concreta referencia de su descubrimiento, a demás de un legado hermoso de toda su vida familiar, discidencias políticas, su vida en la Armada y prisión militar, exploraciones y aventuras en la selva de Guayana Estado Bolívar, su libertad condicional y regreso a la selva, su enfermedad y recuperación en los llanos venezolanos y sus vivencias en la capital hasta su muerte. Por circunstancias políticas y motivos de salud, debido a la caída del Gobierno de Juan Vicente Gómez, regresa a Caracas con mi madre y su familia para instalarse en casa de su hermana y su tía, con quienes se desarrolló nuestra niñez y adolescencia. Debido a la fatalidad, falta de recursos y el temor por la situación política que se vivía en aquellos tiempos, los conocedores de su verdad no pudieron ayudarle a dilucidar la controversia generada por su descubrimiento. En las décadas subsiguientes, nuevos acontecimientos políticos han ensombrecido a quienes han tratado de resurgir esta verdad inobjetable. La historia a través de textos, revistas, diarios y artículos se ha encargado de mostrar al mundo la interesante verdad sobre el descubridor del hoy llamado Salto Ángel, en honor a James Crawford Angel "Jimmy Angel", su redescubridor. Paradójicamente, publicaciones hechas en el exterior, reconocen al ex marino venezolano como el primer hombre blanco en quien recayó el honor de ese magno descubrimiento. Ernesto Sánchez La Cruz, no sólo descubrió la catarata más alta del mundo, sino que hizo otros descubrimientos. Se internó en la selva para explotar caucho (balatá), sarrapia y oro, a demás de servir como guía explorador a diferentes expediciones. Para el momento en que divisa la "Pluma de agua que caía desde el cielo, la cual sobrecogía el alma" (como él la definió en sus relatos), realizo un croquis detallado del Salto, haciendo entrega de éste y notificando el hallazgo, al Gerente de la Casa Blohm de Ciudad Bolívar para finales del año 1910. Este gerente a su vez, notificó a la autoridad respectiva (director de Fronteras de la época), quien se trasladó un año después a la Casa Blohm a ver el croquis y conocer el Salto. Por publicaciones escritas en diferentes medios, así como referencias de mis hermanos y algunos de sus nietos de Maracay, incluyendo episodios que nos narró y describió mi padre, él logró llegar al pie del salto por tierra, luego de una larga travesía con los indígenas del lugar. Parte de esta historia, se encuentra en manuscritos, de los cuales extraje los aspectos más interesantes de sus exploraciones y descubrimientos".

2 de septiembre de 2018

Pemon: el árbol de la vida



Este mito de la creación describe una época en la que los antepasados ​​del Pemón sufrían de gran hambre y cómo el agutí, que entonces era un hombre, descubrió un árbol mágico en la jungla que estaba cargado con todas las frutas y verduras del mundo. La traducción está tomada del libro de Maria Manuela de Cora "Kuai-Mare: Mitos Aborigenes de Venezuela" (1957, Editorial Oceanida). La fotografía de tres hombres Pemón con cerbatanas está tomada del libro de Theodor Koch-Grunberg de 1917 "Vom Roroima Zum Orinoco".

Hace muchas lunas, el gran valle de Caroni se llamaba Uek-tá, que significa tierra de las montañas. Eso fue porque en las vastas llanuras regadas por los ríos Yuruaní, Tiriká y Aichá, surgieron las montañas Iru-tepui, Aparmán, Apakará, Chimaté y Auyan-tepui, los espíritus inmóviles de las llanuras donde Wei, el Sol, se escondía detrás todas las noches, y de donde vinieron las brisas que agitaban las palmas de Moriche que salpicaban la sabana. 

En el borde del valle estaba la jungla, cerrada por gigantescos árboles cubiertos de lianas y que reverberaban con sonidos de animales. La jungla estaba muy lejos, pero la inmensidad marrón de las llanuras hacía que pareciera más cercana.

En esta tierra de montañas vivían cinco hermanos: Makunaima, que era grande y malo, Zigué, que significa niguita; Wacalambé, un torbellino; Anzikilán, una perdiz; y Ma'nápe, que significa semilla de melón. 

En ese tiempo tan remoto no había conucos (jardines), porque las personas no sabían cómo cultivar cosas y aún no habían aprendido a cazar o pescar. Los cinco hermanos siempre estaban hambrientos y no podían encontrar la forma de saciar su hambre. 

Cerca de donde vivían, residía un hombre llamado Akuli (un agutí). Más tarde se convirtió en roedor y así es como lo conocemos hoy. En aquel entonces Akuli era muy ligero y corría por todo el lugar, a veces pasaba a través de la espesa vegetación que bordeaba la sabana para entrar en la jungla.

Un día, Akuli se adentró bastante en la jungla cuando vio un enorme árbol que nunca antes había notado. Era el maravilloso árbol de Wazacá, que producía varios tipos de plátanos, papaya, anacardo, maíz y muchas otras frutas y verduras. 
Akuli estaba lleno de asombro mirando ese árbol. Era tan grande que no podía ver todo su baúl en una sola mirada.

Probó todas las deliciosas frutas y verduras y, de muy buen humor, marcó el lugar donde crecía para poder encontrarlo cuando quisiera. 


Entonces, todos los días, mientras los valles del Aichá y del Kuaná se iluminaban con el sol, Akuli se adentró en la jungla, encontró su maravilloso árbol y comió la fruta hasta que no pudo comer más. El se fue a su casa y no le contó a nadie sobre lo que había encontrado. 

Pero un día, Makunaima se dio cuenta de lo bien que se veía Akuli y sospechó que algo tenía que estar haciéndolo tan gordo. 

Así que esperó hasta la noche, cuando Akuli regresó de una de sus incursiones y le dijo taimadamente: 
- ¿Por qué no nos rendimos , cuñado? Deberíamos hacerlo ahora ya que el viento está trayendo la brisa de las palmeras de Moriche.
Akuli pensó que era una buena idea y cayó directamente en un sueño profundo. Makunaima abrió cuidadosamente su boca para no despertarlo y vio que tenía un poco de fruta atrapada entre sus dientes; un pequeño pedazo de plátano de Wazacá, un plátano largo, delicioso y magnífico. 
Akuli estaba tan profundamente dormido que no notó nada. 

Al final de la noche, cuando Wei se elevó sobre las montañas, Makunaima llamó a Kali (ardilla guiana), que también era un hombre en ese momento, y le dijo que siguiera a Akuli y que no lo perdiera de vista hasta que descubriera dónde Akuli estaba obteniendo la fruta. 

Entonces Kali fue con Akuli al corazón del bosque, fingiendo no espiarlo, y de vez en cuando le preguntaba: 
- ¿Qué árbol es este? ¿Cómo se llama este otro?

Pero Akuli no le contestó, e incluso cuando pasaron frente al árbol con todos los frutos, de los que muchos loros y guacamayos estaban festejando, no se detuvo como de costumbre, por lo que Kali nunca supo dónde estaba. 

Makunaima estaba furioso cuando supo del fracaso de Kali y decidió enviar a su hermano Ma'nápe al día siguiente, creyendo que era más inteligente y descubriría el secreto de Akuli. 

Ma'nápe aceptó acompañar a los otros dos y juntos ingresaron a la jungla. Fueron bastante lejos, pasando por muchos arbustos y árboles, pero Akuli no se detuvo en ninguno de ellos. 

Por fin se detuvieron frente al árbol de Zaú, cuya fruta tiene un sabor muy desagradable, y para jugarle una broma a Ma'nápe, Akuli le dijo:
- Puedes quedarte aquí y recoger la fruta de este árbol. Vamos a continuar para ver si podemos encontrar otro. 

Sin responder, Ma'nápe se quedó donde Akuli le dijo que lo hiciera. 
Mientras tanto, Akuli y su compañero continuaron caminando y finalmente llegaron al lugar donde estaba el árbol Wazacá. 

Akuli se detuvo allí y dijo: 
- Este es el árbol que tiene todas las frutas diferentes. Mira cuántos hay en el piso. ¿Por qué no los comes? 

Pero Kali dijo: 
- Me parece que los de allí son mejores. Voy a subir y obtener algunos. 
- También hay muchas avispas allí arriba y te picarán, dijo Akuli, mejor no subir.

Pero Kali era muy terco y trepó lo mejor que pudo por el enorme tronco hasta que llegó a las primeras ramas, doblado bajo el peso de la fruta, que proyectaba sombras en el suelo como cóndores gigantes con cientos de cabezas. 

Justo cuando Kali extendía la mano hacia un plátano grande, uno de los mejores frutos, sintió un zumbido terrible a su alrededor cuando una nube de avispas lo envolvió y lo picó en los párpados. 
Kali cayó al suelo aturdida y dolorida. Él le dijo a Kali: 
- ¡Oh, amigo, esas cosas sobre las abejas eran correctas, y por no escucharte mira lo que me ha pasado! 

Y es por eso que Kali ha tenido párpados hinchados desde entonces. Cuando Makunaima vio a Kali con los ojos hinchados, pensó que algo extraño debía haber sucedido.

También estaba enojado con Ma'nápe por quedarse estúpidamente donde le habían dicho y por no descubrir nada. Entonces él dijo: 
- Mañana, después del amanecer, irás con ellos; pero cuando se adelantan, ocúltate del camino y descubre dónde están escondiendo los plátanos. Entonces puedes comerlos en cualquier momento que quieras también. 

Ma'nápe hizo lo que le había dicho su hermano y, protegido por las ramas de un árbol de macanillo, esperó a que regresaran los otros dos. Pero Akuli sospechó que algo había sucedido ese día y escondió las frutas más lejos, en un lugar más aislado que de costumbre. 

Entonces cuando se acercaron al lugar donde Ma'nápe los estaba esperando, no estaban llevando fruta en sus canastas o en sus manos, y no había señales de que hubieran comido nada, ni siquiera en sus bocas.

Varias veces Ma'nápe intentó el mismo ardid, pero Akuli y Kali siempre lo burlaron, y muchos soles pasaron sin que él encontrara nada. 
Entonces Makunaima le dijo: 
- No te retuerzas en el camino. Tienes que seguirlos donde sea que vayan. Esa es la única forma en que puedes atraparlos. 

Ma'nápe estuvo de acuerdo y la próxima vez que ingresaron a la jungla cuando llegaron al lugar donde solían dejarlo, le dijo a Akuli: 
- Esta vez iré contigo más allá. 

Akuli intentó todos sus trucos para sacudirse a Ma'nápe, pero viendo que no podía hacerlo, lo condujo al árbol y le mostró todos los frutos. 

Allí estaba. El árbol del mundo.

Más grueso y más alto que cualquier otro árbol, era como una gran montaña en el medio de la jungla. Los nudos en su corteza eran como gargantas rocosas incrustadas en el tronco. Tan exuberante era su vegetación que la luz del sol se detuvo cuando Wei pasó por encima de su alto dosel. 

En la penumbra que pentetraba más allá de sus ramas, avispas, loros, guacamayos y muchas otras aves peleaban por las deliciosas frutas, que emitían un aroma fragante y nunca se acababan. 

Ma'nápe se quedó mudo mientras intentaba asimilarlo todo y luego se volvió hacia los demás y dijo con enojo: 
-¿Cómo puedes venir aquí todos los días y llenar tu vientre sin decírselo a nadie? 
- No te enfades, dijo Akuli disculpándose. Solo queríamos engañarte.

Pero Ma'nápe no estaba escuchando. Estaba demasiado ocupado mordisqueando las frutas que estaban en el piso y las que podía alcanzar desde las ramas más bajas. 

Cuando estaba lleno hizo una cesta de fibras de palma para poder llevarle algo a su hermano. 
- Cuidado con las avispas, advirtió Akuli, viéndolo trepar por el árbol. 

Pero Ma'nápe dijo que no lo iban a picar, y así fue. Las avispas le permiten recoger la fruta sin atacarlo. 

Cuando la canasta estaba llena, Ma'nápe regresó alegremente al valle y le contó a Makunaima todo lo que había sucedido y todo sobre el extraño árbol que producía todo tipo de fruta. 

Y Makunaima estaba feliz y los hermanos comieron y comieron hasta que estuvieron llenos.


Traducido por Russell Maddicks

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