Entrevista realizada por Guiapuertordaz
La década de los 60, 70 y 80 en una ciudad como Puerto Ordaz, significo oportunidades de desarrollo e inversión, que permitió el crecimiento de una ciudad industrial con gran apertura a mano de obra nacional y extranjera, por ello, era muy sencillo ver en nuestros, pocos, lugares de esparcimiento la convivencia de norteamericanos, hindúes, trinitarios, alemanes y familias que llegaban de todos los rincones del país. Toda esta mezcla de nacionalidades ofrecieron un sin número de tradiciones que adoptamos como nuestras y a las cuales imprimimos nuestra cultura.
Para todos los que hemos tenido la fortuna de ver crecer Ciudad Guayana, es sencillo recordar lo majestuoso de aquellas fiestas carnestolendas, esas que llenaban de alegría y colorido cada uno de los rincones y cuya sana algarabía se veía envuelta con las melodías cadenciosas del los Steel Bands.
Lograr que los carnavales de Ciudad Guayana fuesen admirados por todo aquel que los disfruto, no fue cuestión del azar, fue el resultado del trabajo de un grupo de hombres y mujeres que unieron fuerzas con el deseo de hacer ciudad y quizás no imaginaron la trascendencia y el alcance de las que se consideraron las mejores fiestas organizadas en el sur oriente del país.
Nuestra invitada de hoy, formó parte de ese grupo de pioneros que marcaron una época, ella hasta la actualidad es icono y referencia cultural de esta región, no solo por haber estado como miembro permanente del comité organizador de las fiestas de carnaval de esa época, sino por ser la creadora del único Steel Band Femenino en el país y en el mundo entero. Herma Singh, es querida y admirada por esa ciudad que añora los carnavales dorados que bajo su tutela y la de de su esposo Bailmu Singh , hoy en día fallecido, hicieron de esta ciudad el destino predilecto de miles de turistas y orgullo de los guayaneses.
Guiapuertordaz, siente especial satisfacción en que la dama de los carnavales de oro, nos recibiese en su casa para obsequiarnos remembranzas de una época que nunca más volverá.
Podría contarnos un poco de sus orígenes
Mis padres y abuelos son de origen Hindú llegaron a Venezuela y se asentaron en Ciudad Bolívar, allí naci y crecí rodeada de una familia unida y numerosa. En mi ciudad Natal realice todos mis estudios hasta graduarme como enfermera.
¿Qué la lleva a dejar su vida en Ciudad Bolívar y Mudarse a la naciente Puerto Ordaz?
En esa época tenía una hermana viviendo en Puerto Ordaz, la empresa Orinoco Mining Company, hoy Ferrominera Orinoco, iniciaba sus operaciones y yo tuve la suerte de conseguir una plaza de trabajo en el hospital de la compañía.
¿Dònde conoce a su esposo?
Conocí a mi esposo en Ciudad Bolívar, era un joven Hindú que recién llegaba a la zona después de vivir algunos años en Trinidad y Tobago, dio la casualidad que también se empleo en la Orinoco Mining, lo demás es historia, con nuestras tres hijas, Tibisay, Tamar y Saymar formamos nuestro hogar.
¿En que momento deciden integrarse a la organización de las fiestas carnestolendas en Puerto Ordaz?
Era la década de los 60, nuestra ciudad estaba ávida de actividades de esparcimiento, en aquel entonces había una gran influencia trinitaria, de hecho fue un grupo de trinitarios los que un día se reunieron y dijeron “ Haremos Carnavales en Puerto Ordaz”, ahí empezó la historia.
¿De donde provenían los recursos para la organización de las actividades?
En los inicios, cada grupo que decidía formar una comparsa o elaborar una carroza costeaba sus gastos, recuerdo claramente que casi todas las comparsas salían de los campos de la Orinoco Mining y se reunían a todo lo largo de la avenida las Américas donde se presentaban en todo su esplendor, al finalizar el recorrido nos reuníamos en el estadiúm de la Orinoco Mining , el mismo que se encuentra ahora en el centro de la ciudad, frente a la escuela Diego de Ordaz 1, allí se realizaban los actos de premiación a las comparsas y carrozas ganadoras.
¿Cómo era el comportamiento de la ciudadanía?
Había un gran sentido del respeto y espíritu de solidaridad, las personas desbordaban generosidad, mucha de la logística de alimentación e hidratación eran cortesía de las personas de los campos, quienes amablemente la ofrecían al paso de cada comparsa, eran fiestas colectivas donde la gente salía a disfrutar del baile de manera muy sana.
¿Quién diseñaba los disfraces que lucias en cada comparsa?
Siempre fui la reina de mi comparsa -risas- nosotras mismas nos encargábamos de diseñar y confeccionar las fantasías que utilizábamos, era un trabajo arduo pero lo hacíamos con tanto agrado que terminaba siendo una excelente manera de interactuar, de poner la imaginación a volar y de inspirarnos.
¿Estuviste influenciada por el sonido del pans?
Desde muy pequeña me gusto el sonido que emanaba de los grupos de Steel Band, sucede que la mayoría de las familias Hindúes que emigraron de la India, pasaban un periodo de tiempo en Trinidad y Tobago y como bien sabes el Steel Band proviene de allí.
¿En que momento decides Crear un Steel Band Femenino?
Te voy a contar algo pero no se lo digas a nadie –risas- los grupos de Steel Band siempre han estado conformados por hombres y claro había momentos que paraban de tocar para beber, entonces, las mujeres queríamos seguir bailando, fue cuando decido crear un Steel Band conformado solo por mujeres.
¿Cómo hiciste para entrenar ese grupo de mujeres y conformar el Steel Band Femenino?
Desde Trinidad Y Tobago trajimos un reconocido profesor llamado Alwin Jordan, lo primero que hicimos con el fue elaborar los pans, te cuento que para construir un pans llegamos a utilizar hasta 20 tambores, fue muy importante el gran apoyo de los señores Sucre Figarella y Pedro Acosta, quienes nos facilitaron los tambores para la creación de los pans del Steel Band Femenino. Luego de la construcción de los pans entramos en un proceso de reclutamiento de jóvenes que desearan integrar el grupo, los ensayos fueron en mi casa, mi hija Saymar fue la primera en entrenarse, hoy en Día Saymar Singh es la Directora del Steel Band Femenino. Aun cuando en esa época los permisos de los padres eran algo complicados, la seriedad y responsabilidad con que se dirige el grupo ha sido durante 36 años nuestra mejor carta de presentación, puedo decir con orgullo que por el grupo han pasado muchachas que son hoy grandes profesionales.
¿Qué tal la receptividad del público a una agrupación musical teniendo en cuenta que era algo inédito?
Desde nuestro debut al lado de Joe Cuba en el Club Caronoco, de Puerto Ordaz, sentimos el afecto del público, el Steel Band Femenino se presentó al lado de los grandes grupos musicales de la época, Billo´s Caracas Boys, Los Melódicos, Sardinas de Naiguatá y muchísimos otros, además el público siempre ha sido generoso con sus aplausos.
¿Algún momento que recuerdes de manera especial?
Sentir el aplauso del público es sencillamente grandioso, es lo que impulsa al artista a continuar, por supuesto, haber tenido la oportunidad de recorrer escenarios importantes fuera de nuestras fronteras en Puerto Rico, Trinidad y Tobago, Estados Unidos e Inglaterra, entre otros, ha sido de gran satisfacción. Pero haber ganado el Concurso Mundial del Steel Band, realizado en Trinidad y Tobago en 1980, midiéndonos con los grandes del mundo, ha sido un momento inolvidable que llenó de emoción y orgullo a cada una de las integrantes del grupo.
¿Cuándo regresan a los escenarios?
Con el favor de Dios, esperemos que muy pronto.
De esta manera termina nuestro encuentro con Herma Singh, una mujer que contagia con su sonrisa a cada uno de los que tenemos la bendición de conocerla.
UN PUNTO SUR EN LA GUAYANA DE ANTAÑO
UN PUNTO SUR EN LA GUAYANA DE ANTAÑO
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