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10 de septiembre de 2009

¿La muerte de Ricaurte es un mito?



En nuestras clases de historia nos enseñan con emoción el acto heroico del Capitán Antonio Ricaurte en San Mateo. Ante la posibilidad de que las tropas realistas tomaran las armas y municiones que almacenaban los patriotas en la “Casa Alta” de San Mateo, Ricaurte decidió volar el depósito, sacrificando su vida y las de los que lo acompañaban. Eso fueron los hechos que se enseñan en los salones de clase y en los que creímos hasta leer la novela “El Mariscal que vivió de prisa” del periodista y escritor colombiano Mauricio Vargas Linares. En la premiada novela (ganó el Premio Bicentenario Planeta y Telefónica 2009), Vargas Linares describe el conocido episodio de San Mateo con un giro que seguramente planteará polémica:

“Pero a pesar de tantas bajas y del sacrificio del propio capitán Ricaurte, San Mateo marcó una victoria y legó un héroe que se esfumó rumbo al cielo gracias a la explosión inmoladora. Sólo encontró en el espacio sepultura suficiente para su talla, dirían los poetas. No hubo entierro ni procesiones, no había cadáver, no podía haberlo si había volado en átomos, o quizás si lo hubo. Catorce años después, mientras conversaba con su amigo francés Luis Perú de la Croix en la estancia del galo Bucaramanga, el Libertador terminó por confesarlo. Ricaurte murió mientras bajaba de la casa alta con sus hombres, cayó por una bala y algún infernal lo remató de un lanzazo, yo mismo reconocí su cuerpo atravesado por la vara y tendido boca arriba, el sol le había tostado la piel en las horas que siguieron al desalojo del polvorín que ya era muy escaso tras un mes de combates. Yo soy el autor del cuento, amigo Luis, lo hice para animar a mis hombres. El parte del secretario de Guerra sobre la batalla, escrito a las pocas horas, nada dijo de la explosión ni del sacrificio del mártir, ni una palabra del suceso llamado a convertirse en el más notable del mes casi completo de lucha por San mateo.Pero en aquel entonces, la leyenda cumplió su cometido. Los soldados patriotas vivaban al capitán Ricaurte una semana después, en Bocachica, mientras se lanzaban contra las columnas de Boves que los doblaban en número.(…)”

No fuimos los únicos sorprendidos con la versión que maneja Vargas Linares; la periodista colombiana María Isabel Rueda entrevistó al autor para el periódico El Tiempo y le preguntó:A mí en el colegio me enseñaron que Antonio Ricaurte murió como un héroe en San Mateo, “en átomos volando”. En el libro, usted pone en boca de Bolívar que eso se lo inventó para darle ejemplo a su tropa. ¿Lo dice su imaginación o lo sacó del ‘Diario de Bucaramanga’, de Perú de Lacroix?Eso lo dice Perú de Lacroix, y Germán Arciniegas escribió todo un ensayo para desmentirlo. Pero no pudo, porque era un testimonio directo de Bolívar y porque no existe en las memorias de esa batalla que Ricaurte hubiera volado el depósito.Aunque el libro no es una biografía, el autor manifiesta que la mayoría de los hechos relatados tienen base histórica, como lo demuestra la respuesta que le da a la pregunta de María Isabel Rueda. El tema tiene diversas aristas, pero hay una pregunta que me asalta: ¿Es Ricaurte un héroe según lo aprendimos en nuestro tránsito por la escuela o su muerte fue una leyenda inventada por Bolívar?.

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