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24 de julio de 2017

POR UN CONUCO FUE EL PRIMER CONFLICTO ARMADO CON GUYANA


Al crearse la referida Comisaría Nacional del Cuyuni, y sus Afluentes, para frenar el constante avance de la línea fronteriza por los británicos o ingleses. Entre las instrucciones que se le habían dado al General Domingo Sifontes, se encontraba la siguiente: “…no permitir por ningún motivo la fijación de establecimientos ingleses, ni el ejercicio de ningún acto de autoridad por personas de aquella nacionalidad en ningún punto de la margen izquierda del Cuyuni. En cuanto a la Margen derecha, el Comisario y sus hombres no provocaran conflictos de ninguna naturaleza y tampoco iniciaran ninguna especie de trato con ellos…”.

Sin embargo a pesar de estas instrucciones y de la tolerancia hasta cierto punto de los diferentes gobiernos a partir de 1885, de dejar que los ingleses avanzaran a partir del Esequibo hacia el Orinoco, mientras se enfrentaban a ellos en el campo diplomático. Preservando seguramente así la supervivencia de la Nación venezolana. Pero ante la ignominia y usurpación británica el enfrentamiento, o el choque entre venezolanos e ingleses estaba latente subyacente era una cuestión de tiempo.

Es así que al pretender los ingleses a principios del segundo semestre de 1894, de ejecutar las instrucciones del Foreign Office, sobre la nueva fase de su extrema aspiración de continuar seguramente su usurpación hasta los Montes de Upata, o al mismo Orinoco con su ocupación efectiva. Ocurren una serie de incidencias que culminaran con el incidente del Yuruán o del Cuyuni. La primera incidencia ocurre al pretender el Inspector de policía D.D. Barnes, prohibirle al ciudadano venezolano Loreto Lira, propietario de un conuco en la orilla derecha del Cuyuni desde 1870. Sus trabajos de labranza bajo la amenaza eminente de remitirlo al Demerara bajo arresto. 
Ver en el croquis del Cuyuni Yuruán el conuco de Lira.


1894-1895 Plano Topográfico de la Estación venezolana del El Dorado. Como se puede observar en el plano de la época esta señalado el pequeño conuco de Loreto Lira en la margen derecha del Cuyuni, así como el de la Sra. Manuela Casaña y las Estaciones de Policía (Colección de la Fundación de la Guayana Esequiba).Por lo que el humilde campesino acudió al Comandante de el Dorado (antiguo Cuyuni), General Domingo A. Sifontes quien tenía sus propias ideas frente al avance de los ingleses desde el Esequibo ya que le había dicho al Presidente Joaquín Crespo: “… los ingleses se han apoderado de la margen derecho del río porque se les ha abandonado. Si ésta no es aceptada en derecho ¿por qué ha de serlo en el hecho? Si pasamos a la margen derecha nadie puede impedirlo…”.

Como bien lo señala Enrique Bernardo Núñez, el General Sifontes, pensaba que todo se limitaría a una protesta y luego en vez de guerra la diplomacia entraría en acción y vendría el arbitraje. Si por lo contrario los ingleses bombardeaban los puertos, como en estos abundaba el comercio extranjero, todo concluiría en la intervención. Continua Enrique Bernardo Núñez: “…como se ve Sifontes tenía su diplomacia fundada en razones de pura lógica y en cierto modo pensaba y procedía en El Dorado como Ministro de Relaciones Exteriores. No vacilo en llevarla a la Práctica…”

Lo cierto de caso es que ante la pedimento de ayuda del labrador venezolano. El General Sifontes indudablemente que procedió a aprovechar esta oportunidad al suministrarle hombres y abastecimientos para que continuase en posesión de su siembra en la margen derecha del Cuyuni.

El 05 de julio los efectivos del puesto policial o Estación venezolano se dispusieron a celebrar el día de la independencia. Hicieron veintiuna detonaciones con dinamita y no contentos con izar la bandera venezolana en el Dorado, Sifontes ordena a su vez izarla en la margen opuesta, en la humilde casa de Loreto Lira, y en la de una indígena, dueña de otro conuco de nombre Manuela Casañas y vitorearon a la Republica y al General Joaquín Crespo. Procediendo a su vez a quitar un aviso en idioma inglés con fecha de 1°de abril de 1893, fijado en un árbol, que decía licencia No 433, para cultivar la tierra en aquel sitio y concedida al Sr. Hugh Sprostosigu.

Como podemos apreciar para esa época entre el Cuyuni y el Esequibo era y es una inmensa selva, (hoy intervenida por infinidad de concesiones mineras y forestales). Sin vías de comunicación a excepción de cómo señaláramos anterior mente de diez y seis picas o senderos, región está habitada solo por indígenas y precisamente en un área en la que ya existían desde 1870. Nueve posesiones con seis casas en la orilla izquierda y tres en la derecha.

Constituidas estas últimas, dos con sus respectivas labranzas, que fueron fundadas en 1870, por José Francisco y Loreto Lira Miguel Ángel González y Lorenzo Rivas. Y la otra construida en 1890, por un súbdito británico llamado Mc Turk, frente a la desembocadura del Yuruán, y en la cual residían seis individuos de la misma nacionalidad, ocupados en los trabajos de un pequeño conuco, y, desde abril o mayo, bajo las ordenes del titulado Inspector Barnes.

Apreciamos que los ingleses una vez más habían actuado de mala fe, la primera potencia del mundo que según ellos se ufanaban de tener la primara Carta Magna de mundo, que tenia miles de kilómetros de territorios coloniales en sus manos. Habían montado toda una tramoya para quitarles o despojar a dos humildes campesinos venezolanos unos cuantos metros de sus labranzas. Para incitar así seguramente a la violencia por parte de Venezuela y crear un incidente internacional y poder ejecutar una acción armada, de castigo bloqueando o bombardeo a sus puertos.

Porque es inverosímil que la Gran Potencia de esa época a través del Foreign Office, el Colonial Office y las autoridades coloniales del Demerara (Guayana Británica) hayan concedido la licencia No 433, de fecha 1°de abril de 1893 fijándola a un árbol para cultivar la tierra concedida al Sr. Hugh Sprostosigu. En medio de unos pobres y miserables conucos de campesinos venezolanos. Cuando tenían 159.500 Km2 de territorios a partir del oeste del río Esequibo, o entre el Esequibo y el Cuyuni y proceden a otorgar esta licencia bajo su estrategia ejecución de la posesión efectiva esto fue simple y llanamente una provocación. 

Sin embargo el General Domingo Sifontes, había procedido con cautela y sentido común de imponer su autoridad sin llegar a ejercer la violencia contra los ocho representantes de la corona inglesa. Que usurpaban la territorialidad venezolana en tan remotas e inhóspitas regiones del la desembocadura del Yuruán con el Cuyuni. Los ingleses entendieron que se habían topado y dieron con el despliegue venezolano a la margen izquierda del rio Cuyuni, con una población y con personas decididas a enfrentarlos pertenecientes a la Comisaría Nacional del Cuyuni, y sus Afluentes, con las Subcomisarias, del Yuruán, Botanamo y Acarabici. Además con una población que le era adversa. 

Contrario a lo que se suele señalar, criticar, condenar, se logro detener el avance hacia Upata de los británicos o ingleses o al mismo Orinoco. La Nación que representaba a la barbarie detenía así el avance y las pretensiones de la primera potencia mundial y naval de esa época, de la pérfida Albión de la era victoriana impidiendo que terminaran de apoderarse de todos los territorios ubicados entre el Esequibo y el Orinoco. 

En este mismo sentido desde el punto de vista de la administración de justicia en esos lejanos territorios el 02 de agosto el MRI, procedió a girar instrucciones a las Comisarias Nacionales del Cuyuni y Amacuro en referencia a los juicios ordinarios en lo civil y criminal señalando que las causas iniciados por estas proseguirán en los Tribunales del Estado Bolívar. 

Se resolvió que la justicia se administrara sumariamente en toda la jurisdicción, que comprendan las Comisarias Nacionales del Cuyuni y Amacuro por los respectivos Comisarios Generales, o por los Sub Comisarios, en sus correspondientes demarcaciones. 

Igualmente se dieron instrucciones de acuerdo a la legislación vigente, para los diferentes juicios civiles, mercantiles, juez de Paz. Para los hechos punibles se “…procederán a la prevención limitándose a instruir el sumario, y a la prisión o arresto del indiciado de algún delito o del acusado de alguna falta que merezca pena corporal, pasando luego en los casos criminales, todo lo actuado con el cuerpo del delito y con el sumariado, si hubiere sido aprendido y dentro de los diez primeros días del procedimiento, al Juez de 1° Instancia en lo criminal, de Ciudad Bolívar. Así como otra serie de procedimientos. Quedaba así sellada una línea de defensa policial, militar y administración de Justicia.

El General Domingo Sifontes procedió el 08 de agosto de ese año de 1894, a informar al Gobierno nacional de las referidas incidencias al señalar: “…la ocupación de la margen derecha del Cuyuni a fin de emprender labranzas, lo cual hará ostensible el propósito de establecerse de modo solido y sin vacilación alguna. Espero, concluye, las quejas o protestas de los usurpadores que no tardaran en apercibirse de nuestros trabajos…”.

El 24 de agosto de ese año de 1894 el General Sifontes, ordena ocupar el conuco de Manuela Casañas. El Inspector ingles D. D. Barnes, procede a protestar y Sifontes responde: “… que como empleado de la República tiene el deber de fomentar la población de sus dominios en la parte que se encuarta bajo su mando…”. Ver Plano Topográfico del Cuyuni Yuruán.

El Inspector D. D. Barnes procede a protestar señalando: “…que Manuela Casañas no pude vender su conuco sin permiso de las autoridades británicas…” Sifontes le responde “…que manuela Casañas puede vender lo que le pertenece…”. En un supuesto negado que esto fuese así era imposible que Manuela Casañas, se dirigiera al Demerara río abajo por el Cuyuni en un viaje que duraba semanas, y además ella solo había conocido la autoridad venezolana en esas regiones desde niña.

En la fotografía de la época podemos observar de paisano al inspector D. D Barnes de paisano. Gráfico:tomado de la obra de Harding Richard Davis. Three Gringos in Venezuela and Central America. colección de la Fundación La Guayana Esequiba 

El 12 de octubre el Inspector ingles D.D.Barnes, procede a quejarse ante el Comisario General del Cuyuni, que en una siembra de su propiedad. Se habían producido daños atribuyendo el vandalismo a soldados venezolanos ya que desde la plaza de “El Dorado”, estos le seguían con la vista y se reían a carcajadas de la manera más insultantes mientras jugaban. 

Desde este punto, se inicia nuevamente una serie de eventos diplomaticos y legales dentro de las dos juridicciones, culminando con el ultimo incidente del año de 1894, recordemos que El General Sifontes había izado el pabellón nacional en los conucos de Loreto Lira y Manuela Casañas y colocado ocho hombres armados en el de Guillermo Full. Ante una serie de rumores de planes revolucionarios el General Sifontes le había dejado instrucciones a su segundo en el mando Capitán Andrés Avelino Domínguez, de que ante cualquier contingencia se retirarse a la margen izquierda, pusiera a la guarnición a buen abrigo para evitar cualquier sorpresa. 

Al retirar el Capitán Andrés Avelino Domínguez, los efectivos a finales de diciembre, por las festividades del nuevo año y por los rumores revolucionarios, procedió a dejar izada la Bandera Nacional. El 1 de enero de 1895 a las seis de la mañana el Inspector Barnes y sus hombres bajaron el Cuyuni y observaron que el puesto había sido evacuado.

En la mañana del 2 volvieron a bajar por el río, y al ver que el referido puesto estaba desocupado mas no abandonado, procedieron a arriar el Pabellón venezolano e izaron la inglesa o de la Unió Jack. Este acto de agravio a la Nación venezolana, fue realizado a la vista de los efectivos venezolanos que hacían ejercicios en la margen izquierda.

El Capitán Andrés Avelino Domínguez, sin pérdida de tiempo repaso el río, procedió a bajar a su vez el pabellón británico izando nuevamente la bandera nacional. El Inspector D.D Barnes y el sub Inspector Baker y el resto de sus hombres fueron capturados y conducidos a la sede de la Comisaria General del Cuyuni y sus Afluentes.

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