Dos perros “callejeros” (sin raza determinada) tienen el honor de ser los dos primeros seres vivos que regresaron sanos y salvos del espacio. Unos meses después y gracias al éxito de este experimento canino, Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en viajar al espacio exterior.
Los soviéticos ya habían utilizado animales en misiones anteriores, aunque no tuvieron la misma suerte: la famosa perrita Laika no tenía billete de vuelta, a pesar de tener el honor de ser el primer ser vivo en orbitar la Tierra. Sin embargo, el 20 de agosto de 1960 y tras meses de exigente entrenamiento (incluido el hecho de aprender a vivir con un traje espacial y en un espacio muy reducido), Belka y Strelka volvieron a casa. En Rusia, tras su hazaña se las recuerda como dos pequeñas heroínas y de hecho, estas perritas cuentan con su propia película (Space Dogs, 2010) y se conservan, literalmente, en el Museo de la Cosmonautica de Moscú.
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