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29 de mayo de 2016

Parientes de Hitler habrían tenido un pacto secreto para no tener hijos


Adolf Hitler falleció el 30 de abril de 1945 en su búnker de Berlín, tras suicidarse en compañía de su amante Eva Braun, devastado por la apabullante derrota del Tercer Reich en la II Guerra Mundial y para evitar caer en manos de los rusos, que por esa fecha ya se habían apoderado casi totalmente de la capital alemana.

Si bien el Führer no dejó hijos o descendencia directa, varios de sus familiares sobrevivieron a la II Guerra Mundial y debieron lidiar con el estigma de llevar la sangre y el apellido del extinto dictador alemán.

En marzo de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, William Patrick Hitler, un sobrino del líder nazi (era hijo de Alois Hitler, un medio hermano del Fuhrer alemán, quien heredó el nombre del padre de Hitler), captó la atención de la prensa internacional cuando no solo cruzó el Atlántico para exiliarse en Estados Unidos, si no que también le escribió una carta al presidente Franklin D. Roosevelt solicitándole que lo dejara alistarse en el ejército norteamericano para luchar contra su tío (hasta entonces ningún ejército lo había aceptado por la razón obvia de su inconfundible apellido). William fue investigado por el FBI y dos años después, finalmente, logró unirse a las Fuerzas Armadas estadounidenses.

Se comentaba que William Patrick Hitler, quien había vivido en Alemania y Gran Bretaña, intentó inicialmente aprovecharse del ascenso de Adolf Hitler, pero al no conseguir lo que esperaba, procedió a chantajear al Führer amenazándole con publicar documentos que, supuestamente, demostraban que por sus venas corría sangre judía.

Después de la guerra William Patrick Hitler se casó, cambió su apellido por Stuart-Houston y se trasladó a Long Island, donde murió 40 años después. Lo interesante de esta historia es que este personaje dejó cuatro hijos, nacidos y criados como estadounidenses de pura cepa, que de acuerdo a los lazos de parentesco eran sobrinos-nietos estadounidenses de Adolf Hitler. Se trataba de los hermanos Alexander, Louis, Howard y Brian Stuart-Houston, quienes crecieron en la localidad de Patchogue, un lugar donde irónicamente vive una gran comunidad judía.

Howard, el más extrovertido de los hermanos, fanático de la ciencia, era agente de la policía en Nueva York y supuestamente murió en un acto de servicio en 1989, a los 32 años. Alexander, en tanto, quien heredó el nombre de Adolf como nombre secundario, es trabajador social y se ha dedicado a ofrecer contención emocional a decenas de veteranos de guerra. Sus hermanos Louis y Brian, en tanto, tienen un negocio de jardinería y viven juntos en una casa que compartieron con su madre hasta el día de su muerte.


Algunos de los descendientes de Adolf Hitler en Estados Unidos.


Al parecer, según informó en su momento la prensa internacional, los cuatro hermanos habrían hecho un supuesto pacto para no tener hijos, para que, de ese modo, se extinguiera con ellos la sangre de los Hitler para siempre. Alexander Adolf Stuart Houston o Alexander Adolf Hitler, tras ser abordado por una periodista de la revista francesa Paris Match, señaló escuetamente en una oportunidad que “hubiéramos vivido mejor si no fuésemos descendientes de Hitler”, aunque no aclaró si el pacto que sus hermanos y él habían hecho para no tener hijos era cierto. “La única regla que tenemos”, respondió, es “no hablar con periodistas”. Según David Gardner, autor del libro “The Last of the Hitlers”, los hermanos nunca firmaron un acuerdo, pero sí es cierto que ninguno se casó y no llegaron a engendrar vástagos.



Según algunos investigadores, aparte de los hermanos Stuart-Houston, los otros parientes directos de Adolf Hitler eran los dos hijos que tuvo su media hermana Angela: Peter Raubal y Heiner Hochegger. Casualmente, Raubal, un ingeniero jubilado que nació en 1931, no tuvo hijos, al igual que Heiner Hochegger, que nació en 1945 y que tampoco tuvo descendencia.


El historiador belga Marc Vermeeren y el periodista de la misma nacionalidad Jean-Paul Mulders, quienes han dedicado varios años a investigar la existencia de la parentela de Hitler, aseguran que existen cerca de una treintena de parientes del Führer vivos en todo el mundo. “Los tres bisnietos del padre de Hitler, Alois, aún se esconden en Long Island (Nueva York, EEUU) bajo el apellido falso Stuart-Houston. No se conocen más fotos de ellos que las que se hicieron en los años 70 para su colegio, no se relacionan con nadie y ni siquiera los vecinos los conocen. No responden si alguien llama a la puerta y evitan cualquier confrontación con su pasado. Y se han puesto de acuerdo en no tener hijos para extinguir la saga de los Hitler y dejar de vivir con miedo, pero han prometido publicar un libro antes de morir”, relató Mulders, reportero del periódico belga ‘Het Laatste Nieuws’ y de la revista Knack.



Según informaron los mismos investigadores, en la Baja Austria los Hitler que allí viven han intentado borrar su pasado maquillando sólo un par de letras de su nombre, hasta llamarse Hüttler, quedando de ese modo camuflados entre los centenares de Hietlers, Hiedlers, Hütlers o Hüetlers que llenan las guías telefónicas.

Vermeeren, quien lleva años peregrinando a las granjas de la familia del Führer en Spital y Walterschlag, investigando todas las partidas de nacimiento y las actas de defunción, asegura que llegó a localizar un documento del año 1457 que ya sitúa en la zona a los entonces Hytler. “Todos los Hüttler que viven en la región del Waldviertel son descendientes lejanos de Hitler, aunque muchos ni siquiera lo saben. Los hombres comparten su mismo cromosoma Y. No importa que hayan pasado cien o mil años, eso nunca se pierde”.

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