la madrugada del primero de julio de 1812;
"Ahora que son las tres de la mañana, os repito como un oficial indigno de serlo, con la guarnición y los presos, en el castillo ( De puerto Cabello) están casi todos los víveres y municiones, y solo hay fuera 16000 cartuchos. Debo ser atacado por Monteverde si vos no le atacáis inmediatamente y lo derrotáis, no se como puede salvarse esta plaza, pues cuando llegue este parte, debe estar atacándome."
Miranda nada respondió a esta llamada angustiosa. La perdida de Puerto Cabello, que para todos era la perdida de una plaza, para Bolívar significaba la suprema derrota de su vida. El Libertador cuando llego a Caracas le escribió una carta al generalísimo en la cual le dice: Mi general, mi espíritu se halla de tal modo abatido que no me siento con ánimo de mandar un solo soldado, así ruego a usted, o que me destine a obedecer al mas ínfimo oficial, o bien que me de algunos días para tranquilizarme y recobrar la serenidad que he perdido al perder la plaza de Puerto Cabello. A esta carta, Miranda ni siquiera se digno contestar.
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