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29 de mayo de 2017

Los secretos del éxodo, “Abraham fue, en realidad, Akenaton" (Parte Final)



En nuestra primera entrega señalamos el proceso de más de veinte años de complejos estudios lingüísticos y arqueológicos, aquí le mostraremos otras revelaciones realizadas por estos científicos que complementaron sus conclusiones;


LA BIBLIA FUE ESCRITA EN FUNCION A LAS TRADICIONES PATRIARCALES, LA EGIPTOLOIA CRONOLOGICAMENTE.

A raíz de los hallazgos arqueológicos referentes a la época de los orígenes de Israel la hipótesis documentaria ha sido modificada. Han sido excavados docenas de lugares, han salido a la luz materiales e inscripciones, y la Edad Patriarcal se ha visto iluminada de manera increíble. Tenemos decenas de millares de textos literarios contemporáneos de los orígenes de Israel: más de 20.000 tablillas y textos de Mari del siglo XVIII aEC, millares de textos de Capadocia del siglo XIX aEC, miles de documentos pertenecientes a la Primera Dinastía Babilónica (siglos XIX al XVI aEC), miles de textos de Nuzi del siglo XV aEC, tablillas de Alalaj de los siglos XVII y XV aEC, tablillas de Ras Shamra (siglos XV al XIII aEC), textos de Execración y otros documentos del Imperio Medio Egipcio (siglo XX al XVIII aEC) y actualmente muchos más descubrimientos arqueológicos. 


Todo este material, sin excepción, ha confirmado que las tradiciones patriarcales no reflejaban circunstancias de tiempos posteriores, como presumían los defensores de la teoría documentaria, sino que se situaban exactamente en la edad de la que hablaban. Se ha podido demostrar que numerosos poemas, listas, reyes y narraciones aún en documentos posteriores son de origen muy antiguo y se ciñen a la realidad de la época a la que se refieren.  Los investigadores franceses sostienen que Abraham, Moisés, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob o el propio Israel, ocultan nombres y títulos de la realeza egipcia. Por ejemplo, Aaron, el hermanode Moisés, habría sido en realidad el faraón Hormed. Moisés, el general egipcio Mose (Ramesu), que después se convertirá en Ramsés I. Y, Josué, el servidor de Moisés, su primogénito. De hecho, ambos comparten los mismos símbolos, la serpiente y el bastón, los cuernos y los rayos, y un mismo destino: servir de acompañantes a los disidentes a través del desierto.


MOISES COMO FIGURA HISTORICA 


Algunos de los historiadores sugieren en cambio que Moisés nunca existió como figura histórica, y que el Éxodo es un mito, los documentos históricos están tan fragmentados que los textos extra bíblicos que pudieran hablar de Moisés pueden haberse perdido para siempre. Por ejemplo, si el Éxodo tuvo lugar durante el fin de la era de los Hicsos en Egipto, tal y como afirman algunos expertos en el siglo XVI a. C., entonces sus documentos sobre Moisés probablemente habrían sido destruidos deliberadamente cuando los egipcios los expulsaron. Las referencias adicionales sobre Moisés datan de muchos siglos después de la época en la que supuestamente vivió. Se desconoce si se basan únicamente en la tradición judía o si también han tomado aspectos de otras fuentes. Algunos como Flavio Josefo, Filón de Alejandría y Manetón hablan de él. También existen, por supuesto, los relatos antes mencionados en la Mishná y el Corán. En el siglo III a. C., Manetón, un cronista y sacerdote heleno-egipcio, afirmó que Moisés no era judío, sino un sacerdote egipcio resentido, y que el Éxodo fue en realidad la expulsión de una colonia de leprosos. Incluso si Moisés se acepta como figura histórica, hay varios aspectos del relato bíblico que pueden ser reinterpretados. La teoría de Manetón de que Moisés era egipcio es absolutamente plausible. Se ha sugerido que pudo haber sido un noble o príncipe egipcio influido por la religión de Atón, o simplemente un simpatizante de la cultura hebrea. Mosés es un nombre egipcio que significa ‘hijo’ y se utilizó a menudo en los nombres de los faraones, como por ejemplo TutMoses. Los hebreos pudieron haber creado la historia a partir de los relatos de Sargón de Acad, de origen mesopotámico, o Edipo, de origen griego, para legitimar su creencia. Por otra parte, antiguamente las clases más bajas abandonaban a veces a sus hijos, y Moshe es una palabra hebrea que significa ‘rescatado de las aguas’.


¿Qué fue primero: Abraham y los patriarcas, o Moshé y la Torá? 

La complejidad del judaísmo, y quizás también de su durabilidad, pero que sin duda fue fundado dos veces. La primera fundación se produce en el libro del Génesis, cuando Dios llama a Abraham a dejar su hogar en Ur y viajar a la Tierra Prometida, que estará en posesión de sus descendientes para siempre. Según este pacto, los judíos son familia de los hijos de Israel, ya que vendría a ser llamados así y ellos heredarán una relación especial con Dios basada en la promesa que hizo a sus antepasados. Pero en el libro de Éxodo, el judaísmo se fundamenta de nuevo sobre una nueva base. Esta vez, Dios ordena un amplio conjunto de mandamientos a Moshé en el Monte Sinaí, para que todo el pueblo de Israel se comprometa a obedecerlos. Mientras los judíos sigan las leyes de Dios, Él promete darles posesión de la tierra de Israel y darles buena fortuna, pero si desobedecen a Dios y rompen el pacto, serán exiliados y castigados. En este modelo, los judíos no son tanto una familia como una comunidad política, con Dios como su soberano. El pacto no se basa en una promesa gratuita, sino en un contrato de obediencia. Esta doble fundación crea una serie de ambigüedades en el judaísmo. Para los rabinos del Talmud, el servicio a Dios se define como el estudio de la Torá. Como sabemos, nunca imaginaron a David como un rey guerrero, sino como un estudioso de la Torá, y se describen sus hazañas de conquista militar como hazañas de aprendizaje. Naturalmente, los rabinos quieren pensar que Abraham, el primer judío, era de la misma manera. Pero Abraham, a todas luces, vivió muchas generaciones antes de que Moshé recibiera la Torá. Entonces, ¿cómo podría Abraham haberla estudiado, y cómo sabía él cómo vivir?. 

Otra pregunta obvia: Si los patriarcas vivieron siglos antes de Moisés, ¿qué es exactamente lo que estaban estudiando en su yeshivot? ¿Cómo iban a estudiar una Torá que no se había sido dada todavía? Rav da la respuesta: “Abraham, nuestro patriarca cumplió toda la Torá“, incluso antes de que se le diera. 

La discusión del Talmud no termina allí, dejando algunas cuestiones teológicas grandes sin resolver. Si Abraham conocía la Torá, uno podría preguntarse, ¿por qué no enseñarla a los israelitas? Si preexistía la Torá de Moshé, ¿cuál fue la necesidad de que la dramática revelación en el Sinaí? La idea de que existía la Torá desde el principio de los tiempos, de que fue creada mucho antes de que se revelara, juega un papel importante en el misticismo judíom. pero evidencia la duda de quien fue primero. 


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