EN HONOR A OSCAR GARCIA;
EL TIBURON DEL ORINOCO
El 4 de mayo de 1929, los bolivarenses tuvieron la oportunidad de ver lo que entonces se consideraba una hazaña: cruzar a nado el Orinoco. El río padre, frente a Ciudad Bolívar, fue cruzado por primera vez por el nadador de nacionalidad francesa Juan Walter. Escoltado por dos curiaras y dos lanchas, lo atravesó en media hora desde Soledad hasta el Puerto de Blohm. El día 18 volvió a intentarlo de ida y vuelta en 55 minutos.
Hubo de transcurrir doce años para una prueba similar. Esta vez (14 de abril de 1941), por los jóvenes telegrafistas, Rafael García y Juan Alacayo. Lo cruzaron en 48 minutos, de Soledad al Puerto de Blohm. Imagínese el lector a los citadinos reunidos a lo largo del antiguo paseo La Alameda, contagiados con la emoción de la hazaña.
Los jóvenes telegrafistas se atrevieron porque les habían asegurado que ya no había saurios por la zona, pues el último, de tres metros, había sido liquidado en 1931 por el oficial de policía, Samuel Gutiérrez, frente al Resguardo. Sin embargo, no hubo de inmediato nuevo intento de cruzar el río, dado que las lavanderas de Orocopiche denunciaron la presencia de otros saurios.
Efectivamente, el 3 de julio, tras paciente seguimiento, fue localizado y eliminado cerca de la Cerámica, por el jefe militar de la plaza, mayor José Antonio González. El siguiente fue disparado desde el puerto de La Aduana, agosto del año siguiente, por el prefecto del distrito Heres, capitán José León Medina. De esta forma se declaró limpio el canal angostureño y los nadadores se propusieron confiados la travesía del río.
Pero no es sino a partir de 1954, tiempo del gobernador Eudoro Sánchez Lanz (dictadura del general Marcos Pérez Jiménez), cuando realmente toma cuerpo un movimiento de competencia organizado por Jorge Suikowsky, profesor de Inglés del Instituto de Comercio Juan Bautista Dalla-Costa, de origen ecuatoriano y deportista consumado.
De Perro Seco, El Pueblito, Palos de Agua y El Polanco salían los mejores nadadores del Orinoco. De allí, Oscar García, quien ganó la primera prueba de las dos realizadas en septiembre de ese año 1954. Entonces lo bautizaron “El Tiburón del Orinoco”, y con ese nombre atendió invitaciones de eventos similares que se organizaban fuera del estado. El domingo 26, en la segunda prueba de 3 kilómetros, desde Playa Blanca, en el litoral de Anzoátegui, hasta el Mirador Angostura, que en esos días había sido inaugurado con fuente de soda, restaurante y pista de baile, detrás del Mercado Principal. Allí se expendía una cerveza para entonces de moda, la Victoria, y su hija más pequeña la Caribita que distribuía Jesús López Fernández.
Además del Mirador Angostura existía el Mirador Sifontes en la Laja de la Sapoara, decretado y realizado bajo la presidencia municipal de Brígido Natera Ricci y contra el cual chocó el Ferry Angostura que transbordaba vehículos y pasajeros entre un lado y otro del Orinoco.
Antes de finalizar el año (13 de diciembre) hubo una tercera prueba de natación, pero con el sexo opuesto. En ella venció la guayanesa Cruz Ramírez contra la yugoslava Elena Develac. En tercer lugar llegó Crucita Ramos.
En febrero del año siguiente se realizó entre Macuto y la Guaira un maratón de natación al cual fue invitado el Tiburón del Orinoco. Oscar García lo ganó contra todos los pronósticos, venciendo al campeón nacional Quintín Longa.
En enero de 1967 se reanudaron las pruebas en el Orinoco y destacaron las figuras de Miquel Itriago, César Araya (el Caimán del Orinoco) y Beatriz de Silva.
Autor; Cronista Americo Fernandez
Fotografía; Archivo Familia García
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