24 personas murieron víctimas de un accidente aéreo que se registró el 25 de enero de 2001, aproximadamente a los 6:16 minutos de la tarde en Ciudad Bolívar, cuando una aeronave de la línea Rutaca se precipitó a tierra como consecuencia de presuntas fallas mecánicas. La nave, un DC3 Douglas siglas YV224C viajaba desde Canaima hacia Porlamar, pero hizo una escala en Ciudad Bolívar para equipar combustible.
El siniestro se produjo en las adyacencias del Hotel Cumberland en el sector conocido como La Invasión, en la avenida Menca de Leoni de la ciudad capital, ocasionando un incendio que afectó a una de las casas del sector, resultando gravemente herida una mujer de 22 años de edad y su hija, una pequeña de apenas seis meses.
Al lugar de los hechos se presentaron el gobernador Antonio Rojas Suárez, el director regional de Defensa Civil, José García y otros representantes del ejecutivo regional.
El vuelo 225 de Rutaca fue un vuelo turístico de pasajeros entre el Aeropuerto Tomás de Heres y el Aeropuerto Internacional Santiago Mariño de Margarita.
El avión implicado era un Douglas DC-3 fabricado en 1943, el cual operó inicialmente para la USAF, bajo las siglas NC68221. Luego fue vendido a la Fuerza Aérea del Brasil, donde operó bajo la matrícula C47-2056, estuvo en servicio con la Fuerza Aérea hasta 1975, cuando fue vendido a Linhas Aereas, donde operó con la matrícula PT-KXR. En 1983 fue comprado por Rutaca, aerolínea en la que sirvió hasta el día del accidente bajo la matrícula YV-224C.
El vuelo 225 transportaba a 20 turistas europeos a la Isla de Margarita, destino turístico muy visitado por los extranjeros, abordo también iban tres tripulantes: Un piloto, un copiloto y un mecánico. El avión despegó sin novedad del aeropuerto bolivarense. Durante el ascenso uno de los motores de la aeronave falló, el piloto decidió regresar al aeropuerto, pero cuando empezó a girar el aparato se salió de control, girando sobre su propio eje y cayendo desde 1.500 m de altura sobre un gran árbol, lo que ocasionó que se partiera en dos, la parte delantera cayó sobre la casa, y la trasera sobre un automóvil que se encontraba estacionado en el lugar, para posteriormente incendiarse matando así a todas las ocupantes de la aeronave, así como a una persona en tierra. También resultaron heridas un bebé y su madre, que sufrieron quemaduras en el 80% del cuerpo, teniendo que ser amputadas algunas de sus extremidades.
La mayoría de los 24 ocupantes del avión eran extranjeros, siendo solamente los tres tripulantes, dos pasajeros y un guía de nacionalidad venezolana. A continuación la lista de víctimas del accidente: piloto al mando: capitán Walter Manrique, Copiloto: capitán Ángel López y mecánico: José Olivares.
Pasajeros: Bastian Kameron, Steen Vander, Jderqueld, Van, donder Oen, Piu Miazerrelu (holandeses); italianos Giovani Castmogi, Pierludi Kanuti, Guissepe Peri y Roberto Kanuti; húngaros Algabiz Kiarobn y Peter Pastor; estadounidenses Liecaro Goden, Rober Yorki, Colin Riayne, Blisa Ariboy y Lee Aboubi; austriaco Henoe Schacke; venezolanos Rosa Lairet Gambasi Molina, Jorge Fabrizio Bravo Murillo y guía: Ramón Santana González Alberti.
Muy posteriormente se reportó el robo de las urnas con las cenizas de las cuatro víctimas italianas del desastre aéreo, lo cual representó un misterio asociado a una presunta operación del narcotráfico internacional. Los restos mortales habían sido trasladados desde Caracas por un avión de la compañía de bandera nacional Alitalia con destino al aeropuerto milanés de Malpensa, donde nunca aparecieron.
Este siniestro marcó el fin de la era de los DC-3 en Venezuela, ya que al día siguiente el INAC ordenó que todos los aparatos suspendieran sus actividades.
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