Publicado por Abraham Quintero
Hace uno días, Alexis el Librero me recomendó una novela de aventuras. Se trata de Lolomai; el río de los diamantes (Dahbar / Recuperaciones, Caracas, 2014) obra escrita hace ya unos 50 años por Sadio Garavini di Turno (1904-1991), a quien no hay que confundir con su hijo homónimo que fue Embajador de Venezuela.
La novela, me decía Alexis, está basada en hechos reales y describe la vida en la selva venezolana en los ya lejanos años 40: actividad minera según la antigua Ley de Minas (según la cual todo lo que se extrajera por métodos no industriales al sur del paralelo 5 eran propiedad de quien lo extrajera con muy pocos trámites) el aventurerismo que surgió en ese mundo rico y poco explorado, las "bullas diamantíferas, y el daño causado a las etnias y indígenas y sus culturas debido a la presencia de armas de fuego, vicio y el indispensable contacto con los "racionales". En efecto, esta novela ligera y de fácil lectura nos presenta ese mundo de manera personal e íntima. No es una gran obra literaria, pero da placer leerla y da buenas horas de sano entretenimiento.
No es la primera vez que Lolomai está en manos del público. Al momento de su primera edición estuvo en la lista de los best sellers del New York Times: Veamos la contraportada:
La publicación de esta novela en 2014 es el redescubrimiento de un tesoro, y un nuevo capítulo en una historia tan extraordinaria como los hechos que la novela relata. Cuando este aventurero y trotamundos que fue Sadio Garavini di Turno la publicó, esta historia de mineros, indígenas y seductoras nativas en medio de la selva venezolana llegó a la lista de best sellers del New York Times y fue traducida, en los años siguientes, a varios idiomas. Ahora, una editorial venezolana la devuelve a la luz, para que encuentre nuevos lectores esta pieza que no pertenece a ninguna tradición local y que tiene el sabor de los libros inolvidables.La novela ha viajado bien en el tiempo y, a pesar de su edad, mantiene su frescura con pocas arrugas, que tal vez sean solo líneas de expresión.
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