Sabes que es el Ohaguro....?

La costumbre de pintarse los dientes de negro se llama Ohaguro y era muy popular en la sociedad de Japón hasta la era Meiji, más o menos hasta 1910, pero se practicaba desde tiempos de la prehistoria. Me queda una duda, ¿qué mujeres lo hacían y por qué?

¿Por qué?

Existen varias versiones sobre el motivo por el que las mujeres pintaban su dentadura de negro, pero hay una en la que todos coinciden: fines estéticos. Las mujeres de la aristocracia, principalmente, eran aquellas que usaban esta técnica para embellecer sus dentaduras. Además, parece ser que en 1873, el emperador de Japón en ese momento decretó que las mujeres importantes casadas no podían aparecer en público con los dientes blancos, ya que esta tradición significaba riqueza, madurez sexual y belleza. ¡Vaya, vaya! Pero, luego, todas las mujeres, sin importar su posición social, adoptaron esta costumbre y se comenzó a utilizar en aquellas niñas casi mujeres que estaban "listas para el matrimonio". 

Hay otras versiones que dicen que las mujeres debían pintarse la dentadura de negro como símbolo de sumisión, ya que, de esta forma, se escondía la expresión de la boca y la sonrisa de la mujer que es tan atractiva. ¡Quién sabe si habrá sido así! También se consideraba que los dientes negros eran más bonitos ya que, de esta forma y según la creencia, éstos se mantenían siempre saludables.

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Sea por lo que sea, esta tradición de pintarse los dientes de negro dio origen a otra costumbre que hasta el día de hoy se practica en varias partes de Asia y es que las mujeres se tapan la boca al reír. Ahora que te lo cuento te suena familiar, ¿no?

Por otra parte, en mi búsqueda por conocer esta -en mi opinión- fascinante pero a la vez extraña costumbre, encontré varios relatos de cómo se llevaba a cabo la coloración de los dientes cuando las mujeres ya eran consideradas candidatas para casarte. ¿Quieres que te cuente? Vamos...

Técnica

La coloración de los dientes solía realizarse cuando la chica tenía entre 16 y 18 años y era un motivo de festejo. Uno de los relatos de protagonistas que leí, explicaba que la llenaron a la niña de anillos y brazaletes y que su abuela tiñó sus dientes mientras toda la familia observaba dichosa, haciendo comentarios de bendiciones y felicidad, porque ella ya estaba preparada para casarse. 

Este mismo relato explicaba que se realizaban 3 aplicaciones de la tinta, hecha con acetato férrico que se lograba disolviendo hierro en vinagre, ya que la saliva lavaba cada aplicación; y mientras la abuela le realizaba tales "etapas", la chica no podía comer sólidos. Quizás te estés peguntando lo mismo que me pregunté yo, ¿este proceso era doloroso? Hubo mujeres a las que no les afectó y a otras se les inflamó la boca o sus encías les ardieron por un par de días. Como solía decir mi madre, la belleza duele.