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20 de junio de 2017

LOS FARAONES NEGROS, QUE SALVARON A EGIPTO


SUDAN ERA LA ANTIGUA NUBIA, CUNA DE LOS FARAONES NEGROS QUE SALVARON A EGIPTO

EL REINO DE KUSH EN LA EDAD OSCURA DE EGIPTO. En el s.VIII a.C el alto Egipto de los faraones había perdido el rumbo. Se producen una serie de luchas entre jefes locales que acabarán por desmembrar la asombrosa civilización que otrora construyera las grandes pirámides. Fue entonces, al borde del colapso, cuando los vecinos etíopes de la antigua Nubia, en Sudán (Sur de Egipto), toman el control de un País dividido para conquistarlo y gobernarlo.

Estos reyes nubios se convirtieron, durante siete décadas, en los “Faraones Negros” que salvaron a la civilización Egipcia de su definitiva desaparición. No eran bárbaros sedientos de sangre o botines. Su objetivo era detener la rebelión egipcia, y salvar Egipto de la destrucción. Pero hubo algo diferente en ellos; su piel era oscura como la noche del desierto nubio…Egiptólogos de principios del s.XX como el afamado George Reisner, encuentran las primeras evidencias arqueológicas de los reyes nubios. Pero estos arqueólogos, solo pudieron ver Sudán a través de los ojos de Egipto y, a los negros africanos, no como una nueva estirpe de faraones sino como esclavos de Egipto.

Afortunadamente estos errores históricos se han ido subsanando con nuevos estudios sobre el reino de Kush (Nubia), en el Sudán en el contexto de un período de vacío cronológico, coincidente con el fin del Tercer Período Intermedio de Egipto y la etapa de ‘la Edad Oscura” en Oriente Próximo. 


NUBIA Y EGIPTO VECINOS PERO RIVALES
Sudán ha sido eclipsado por Egipto durante la historia, pero todavía ésta se puede reescribir. En Sudán quedan tesoros de incalculable valor, legados de la dinastía de los... faraones negros a quienes la historia olvidó. Nubia, región ubicada en su mayor parte en el Sudán, al sur de Egipto, durante siglos había sido explotada y dominada por los egipcios. Ambas tierras se relacionaron de distintos modos entre sí a lo largo de la era faraónica. Los egipcios explotaron insistentemente, durante siglos, las minas de oro del País del Kush (Nubia). Así era como llamaban la territorio situado al sur de la cuarta catarata. 

Existe escasa documentación de este período conocido como ‘Edad Oscura’ que también afecta a Nubia, de la que se conoce poco o nada alrededor de los siglos X y IX a. C. Pero hacia el 1069 a.C con el fin de la dinastía XX , la región Nubia, por primera vez en mucho tiempo, queda liberada de la ocupación y explotación de sus vecinos del norte, y comienza su etapa de independencia. Su expansión se produce hacia el 780 a. C. como reino de Kush ( Nubia) con capital en Napata, con marcada influencia egipcia, cimentada por siglos de dominación y colonización. Un linaje de príncipes avanza entonces desde Nubia para hacerse con el poder y fundar una nueva dinastía egipcia. Nubia, correspondía al citado en las fuentes bíblicas nombre de Kush o Cush.

EL PAIS DEL KUSH, LA TIERRA DE LOS FARAONES NEGROS. Los reyes etíopes se convirtieron en los nuevos Faraones de Egipto. Les bastaron 75 años de...Gobierno del país del Nilo, o ¿quizás algunos más?, para reunificarlo y construir un imperio. Fueron devotos de Amón adoptando el culto de sus vecinos egipcios y defendieron Egipto de la agresiva Siria. El faraón Taharqo llevó el reino a su apogeo, pero tuvo que retirarse ante los asirios.

Un capítulo en la dilatada historia del País del Nilo que hasta hace poco permanecía en la sombra. La profunda alta Nubia entre el 1085 -750 a.C, recuperó su independencia para convertirse en el reino de Kush o Cush. Surgió así una dinastía indígena de entre cuyos príncipes etíopes destacaron Pianjy Shabako, Shabitko, y Taharqo. Estos faraones cushitas que fundadon la dinastia XXV se ciñeron la doble corona, pero nunca renunciaron a sus orígenes. Además revitalizaron la institución de las Divinas Adoratrices de Amón, instalando cada uno de ellos a una hija suya en ese cargo logrando conquistar todo Egipto desde su capital y necrópolis real en Napata.

Entre los primeros reyes etíopes, en el 736. a.C destacó Piankhy, que ocupó Tebas y consolidó su poder en el País del Nilo, ya que se consideraba a sí mismo, legítimo sucesor de los grandes faraones Tutmosis III y Ramsés II, aunque con un pequeño detalle; su piel era oscura como la noche. Piankhi fue el primero de aquellos nuevos reyes nubios conocidos como los faraones negros que gobernaron Egipto con afán imperialista y llenaron su paisaje de grandiosos monumentos:

‘Yo haré que el Alto Egipto pruebe el sabor de mis dedos’, dijo Pianjy antes de tomar Tebas, capital del Alto Egipto y de presenciar el sometimiento de su decadente vecino egipcio como venganza de sus antepasados.

El baño de sangre fue inevitable.
La crónica de las proezas militares de Pianjy está grabada en la estela de la Victoria, en Gebel Barka. Le siguieron Shabako, Shebitku y Taharqo. Shabako luchó para evitar que Egipto fuera conquistado por Sargón II de Asiria, y lo consiguió, después tuvo un periodo de paz que aprovechó para dedicarse a las letras y a levantar monumentos. Su sucesor Shebitku volvería a enfrentarse a los asirios quienes intentaron conquistar Egipto hasta conseguirlo en el año 671 a.C.

LOS REYES ETÍOPES CONTRA LOS ASIRIOS
Taharqo gobernó en los tiempos convulsos entre el 690- al 664 a.C, y es mencionado en el bíblico libro de los Reyes como el defensor de Ezequiel de Judea contra el ataque del emperador asirio Senaquerib. Las excavaciones en Irak a mediados del siglo XIX sacaron a la luz relieves que representaban las campañas de Senaquerib, en especial el ataque de Lachish en Judea (701 a. C.) lo que parece confirmar la narración bíblica.

Las inscripciones reales y las numerosas tablillas de arcilla asirias, traducidas por primera vez en las décadas de 1860 y 1870, aportaron más conocimientos a los que sabíamos sobre los conflictos entre los asirios y los faraones nubios. En el año 1862, se descubrieron varias grandes estelas en el Templo de Dyebel Barkal. 

Pero el enfrentamiento asirio-egipcio era cuestión de poco tiempo, las tropas egipcias de Taharqo fueron derrotadas y el imparable avance asirio con Assurbanipal le hicieron retirarse. El último gran rey de Asiria, Asurbanipal, derrotó a Taharqo, quien huyó a Tebas, donde murió tras 26 años de reinado. La última partida estaba ganada por los asirios. Asurbanipal coloca en el mando de Egipto a Necao I como aliado de Asiria, inaugurando así la vigésimo sexta Dinastía que intentará mantener a raya a los kushitas con la ayuda del ejército asirio.

Hacia 660, los faraones kushitas fueron expulsados a su región de origen, Nubia, y la dinastia de los faraones negros quedó desde entonces en el más profundo olvido. 

Bibliografía:
Gardiner, Alan. El Egipto de los Faraones, 1994. Ed. Laertes.
D.B. Redford. De esclavo a faraón: los faraones negros de la XXV dinastía’. Editorial Crítica. Barcelona. 2005.
Desroches Noblecourt, Ch. Las ruinas de Nubia. La gran epopeya de la egiptología, Barcelona, 1997.
Revista National Geographic History. Número 5



¿Quién fue el Faraón que nombró a José como Gobernador de Egipto?

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