Los animales de las granjas de pieles, que son criados simplemente para convertirse en el abrigo de piel de alguna persona que lo pagará a precio de oro, y pasan sus interminables días en jaulas infecundas y forradas de orina y heces.Las investigaciones llevadas a cabo en estas granjas han encontrado animales con horribles lesiones y sin ninguna atención médica, zorros y armiños enloquecidos por su perpetuo cautiverio, corriendo en círculos incesantemente.
Los armiños, chinchillas, zorros, mapaches y otros animales típicos de las granjas de pieles pasan la totalidad de sus días en pequeñas y sucias jaulas, corriendo en círculos o de un lado a otro constantemente, ya que el estrés y la ansiedad los supera con creces. Algunos hasta se mutilan a sí mismos o devoran a sus compañeros de jaula. Los zorros viven años en jaulas que miden sólo un par de metros cuadrados, con uno y hasta cuatro ejemplares por jaula. Los armiños y otras especies de parecido tamaño están generalmente en jaulas que miden la mitad, e igualmente con hasta cuatro animales por cada jaula. Las condiciones extremas en las que viven a lo largo de toda su vida son especialmente angustiosas para los animales más solitarios, como los zorros o los armiños.
Durante el verano, muchisimos animales soportan un calor extremo y sufren mareos y vómitos, antes de que fecuentemente mueran por un shock térmico, especialmente las crias. En invierno, los animales encerrados en sus pequeñas jaulas de mallas metálicas y barrotes no tienen refugio alguno para escapar de temperaturas bajo cero, lluvia y nieve.
No existe ninguna ley federal que proteja a los animales de las granjas de pieles. Los granjeros matan frecuentemente a los animales por medio de la horripilante técnica de electrocución anal o genital, lo que les causa un dolor extremo, de un ataque al corazón y un intenso shock del organismo, cuando todavía están conscientes. Entre los métodos de sacrificio más clásicos de incluyen romperles el cuello y ahogarlos a pisotones. Frecuentemente, muchos de ellos no mueren, y son despellejados vivos.
Fuente: peta.org