Guayaquil, 5 de septiembre de 1829.
EXMO. SEÑOR GENERAL JOSÉ A. PÁEZ,
Adiós, mi querido general, quedo de Vd. su amigo de corazón......
EXMO. SEÑOR GENERAL JOSÉ A. PÁEZ,
.....Yo voy restableciendo de la debilidad extrema en que me dejó el furioso ataque de bilis negra que sufrí; y me halle en el campo a una milla de la ciudad, donde me va bien porque hay fresco y como con apetito; de modo que en los ocho días que llevo aquí me he repuesto mucho. Sólo me falta terreno donde pasear a caballo, porque esto es una isla pequeña y muy cortada por los fangos.
Adiós, mi querido general, quedo de Vd. su amigo de corazón......
Definicion de la Bilis Negra:
La melancolía (del griego clásico μέλας "negro" y χολή "bilis") se creó como término en la grecia clásica. Según Hipócrates existían cuatro líquidos corporales que establecían los "humores", a saber: la sangre, la flema, la bilis negra y la bilis amarilla. Dependiendo de la predominancia o exceso de uno de esos humores imperaba en el ser humano un determinado estado de ánimo, o su temperamento. En el caso de la bilis negra provocaba un comportamiento abatido, apático y un manifiesto sentimiento de tristeza. De esta manera también se determinaban la salud y la enfermedad: el equilibrio entre los cuatro humores hacía de la persona un ser saludable; el desequilibrio o el exceso de uno de los cuatro respecto al resto provocaba la enfermedad. La bilis negra, en concreto, se relaciona así con la depresión, si bien no recibe esa denominación hasta el año 1725, cuando el británico Sir Richard Blackmore bautiza a dicha enfermedad. Volviendo a Hipócrates, el sabio griego, el melancólico es sensible, aunque poco reactivo; tiende al pesimismo y la pasividad. Y según sus propias palabras: "Si el miedo y la tristeza se prolongan, es melancolía".