Por qué la odiamos? El uso del “poder duro” y el olvido del “poder blando” por parte de Corea del Norte.
Vamos a comparar dos ejemplos de países socialista y como utilizan diferentes formas de poder para mantener su soberanía y su respeto a nivel internacional. Es en este momento cuando el odio a Corea empieza a generarse.
Cuba por ejemplo se ha caracterizado en los últimos 50 años por el uso del “poder blando” o “soft power”, es decir, ha utilizado su patrimonio cultural y diplomático para asegurar su soberanía y expandir su influencia. La educación y sanidad cubanas son ejemplo para América latina, hay miles de médicos cubanos en los países tercermundistas –lo que genera una solidaridad inmensa hacia la isla-, y miles de estudiantes de países subdesarrollados estudiando medicina o magisterio en Cuba –con la transmisión de valores que esto significa-, siempre que hay una catástrofe los cubanos son los primeros en acudir, a nivel cultural la producción de la isla es enorme comparada con sus vecinos, y no solo eso, si no que intelectuales de otros países defienden la revolución cubana, llegando al punto en que propios intelectuales norteamericanos han acabado haciendo documentales a favor de la revolución cubana, como Oliver Stone o Michael Moore. Esto unido a las relaciones internacionales hace que hoy en día sea inconcebible una invasión a la isla por parte de EEUU, es más, hoy Cuba es un referente moral para muchos países latinoamericanos y para millones de trabajadores en todo el mundo.
Sin embargo, Corea del Norte ha utilizado el “poder duro” o “hard power” para mantener su soberanía, es decir, la fuerza militar, el ejército norcoreano es conocido como uno de los más poderosos del mundo, el desarrollo de su programa nuclear y balístico causa miedo entre las potencias occidentales, esto hace que ningún militar (a día de hoy) se plantee invadir Corea, el coste de derrotar a los norcoreanos es incalculable.
Sin embargo, volvemos a la pregunta que nos hacíamos al principio ¿Qué europeo medio no apostaría por una invasión de Norcorea? La utilización de ese poder duro, de ese poder militar, tiene una serie de ventajas –que militarmente no puedes ser invadido y por lo tanto mantienes tu soberanía- pero no utilizar el “poder blando” el poder diplomático, cultural, de solidaridad causa enormes desventajas, ¿qué información tenemos de Corea del Norte que venga de fuentes de la propia Corea? ¿Cuántas embajadas tiene? ¿Qué relaciones diplomáticas? ¿Se preocupa el gobierno de Corea del Norte de desmentir las acusaciones que se lanzan? Esta falta de interés por la imagen que se da al exterior causa cosas como que en nuestro país se emitan constantemente documentales difamatorios sobre la actual Corea, si esto ocurriese sobre por ejemplo, Francia, sin duda el embajador francés se quejaría y el documental probablemente se retiraría. O por ejemplo, si se lanza sobre Cuba el bulo de que solo se les permite cortarse el pelo de 3 formas diferentes, al día siguiente, tienes un pequeño reportaje en el portal cubainformación sobre las peluquerías cubanas y los cortes de pelo que llevan los cubanos, desmintiendo la falsa noticia, si esto ocurre sobre Corea, ¿Quién responde? Se alimenta el bulo, el monstruo que existe sobre Corea.
Corea del Norte molesta al imperialismo (al igual que Cuba) sin embargo, es mucho más fácil conquistar la mente de los ciudadanos occidentales con la repulsa hacia Corea del Norte que hacia Cuba porque la isla se defiende de estos ataques. Últimamente el país asiático está empezando a utilizar ese poder blando a través de la asociación de amigos de Corea del Norte “KFA” y de su “embajador” el catalán Cao de Benós, que recorre salas y platós de toda Europa, ¿Pero es suficiente esta labor para contrarrestar a toda la maquinaria propagandística del imperio?