Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más

Visitas

ULTIMAS PUBLICACIONES

1 de noviembre de 2016

Bolívar y Sucre: Navidad Negra y la Matanza de 500 Pastusos.

  

Se calcula que cerca de 500 pastusos fueron asesinados a lo largo de los tres días que duró la presencia de las tropas separatistas. Tal fue la masacre que la Calle del Colorado de la ciudad de Pasto debe su nombre a la cantidad de sangre allí derramada por las víctimas pastusas durante la Navidad Negra. Además de esta matanza hubo multitud de violaciones a mujeres y niñas.

Sin embargo, todo esto fue sólo una parte de la brutal represalia; también hubo un expolio y destrucción absolutos tanto de las propiedades de los vecinos como de las iglesias y edificios públicos. Se robaron todo tipo de objetos de valor y destruyeron los archivos del ayuntamiento, junto con los libros parroquiales, suponiendo a la postre la pérdida de un patrimonio histórico de incalculables dimensiones, que abarcaban casi tres siglos de la historia de la ciudad. La Navidad Negra de Pasto fue una matanza y expolio de tal magnitud que incluso algunos conocidos personajes independentistas criticaron con dureza a Antonio José de Sucre por permitir tales atrocidades. El general José María Obando le dedicó las siguientes palabras: “No se sabe cómo pudo caber en un hombre tan moral, humano e ilustrado como el general Sucre la medida altamente impolítica y sobremanera cruel de entregar aquella ciudad a muchos días de saqueo, de asesinatos y de cuanta iniquidad es capaz la licencia armada; las puertas de los domicilios se abrían con la explosión de los fusiles para matar al propietario, al padre, a la esposa, al hermano y hacerse dueño el brutal soldado de las propiedades, de las hijas, de las hermanas, de las esposas; hubo madre que en su despecho salióse a la calle llevando a su hija de la mano para entregarla a un soldado blanco antes de que otro negro dispusiese de su inocencia; los templos llenos de depósitos y de refugiados fueron también asaltados y saqueados; la decencia se resiste a referir tantos actos de inmoralidad ejecutados contra un pueblo entero que de boca en boca ha transmitido sus quejas a la posteridad”

Por su parte el voluntario irlandés Daniel Florencio O’Leary dijo en referencia a la Navidad Negra:

“[…] en horrible matanza que siguió, soldados y paisanos, hombres y mujeres, fueron promiscuamente sacrificados y se entregaron los republicanos a un saqueo por tres días, y a asesinatos de indefensos, robos y otros desmanes; hasta el extremo de destruir, como bárbaros al fin, los libros públicos y los archivos parroquiales, cegando así tan importantes fuentes históricas”

No obstante, aunque Antonio José de Sucre estaba al mando del asalto a la localidad de Pasto, no se debe olvidar que las órdenes venían impuestas por Simón Bolívar. El general Antonio José de Sucre actuó con semejante crueldad porque sabía que no traería consecuencias para su persona, que contaba con el beneplácito de su superior. Como mencioné, la derrota de Simón Bolívar en la Batalla de Bomboná supuso un duro golpe para su prestigio debido a que hombres con menor preparación y en menor número lograron vencerle. Desde entonces el anhelo del líder independentista era vengarse a toda costa de los pastusos, pese a la capitulación de San Juan de Pasto, apenas dos meses después de aquella batalla.

El nuevo alzamiento de la ciudad fue la excusa perfecta para planificar su venganza máxime tras otra derrota del ejército republicano a manos de los pastusos en la Batalla de Taindala. Entre las numerosas tropas que movilizó Simón Bolívar para la tarea se encontraban muchos de los supervivientes de su derrota en Bomboná como los hombres del Batallón Rifles.
Por desgracia, la masacre realizada en Pasto no debe sorprender a nadie, pues el bando independentista había acuñado el concepto de “guerra a muerte”, que consistía en el asesinato de civiles, el saqueo y la destrucción indiscriminada de propiedades y el fusilamiento de los prisioneros de guerra. Sin embargo, en este caso, fue peor puesto que estaba en vigencia el Tratado de Regulación de la Guerra firmado por el propio Simón Bolívar, el 25 de noviembre de 1820, donde se especificaba que los pueblos que fueran ocupados por las tropas militares serían bien tratados y respetados.

A modo de curiosidad si eres colombiano y alguna vez te has preguntado por el origen de las burlas hacia los pastusos, efectivamente, éstas son debidas a su lealtad al Imperio Español durante la guerra de independencia. Una vez consolidado el gobierno republicano se ejerció una deliberada estigmatización sobre los pastusos que, posteriormente, se tradujo en una caricaturización de los mismos y la cual continúa vigente en la sociedad colombiana.

«Los pastusos deben ser aniquilados, y sus mujeres e hijos transportados a otra parte, dando a aquel país una colonia militar. De otro modo Colombia se acordará de los pastusos cuando haya el menor alboroto o embarazo, aun cuando sea de aquí a cien años, porque jamás se olvidarán de nuestros estragos aunque demasiado merecidos».[3] Academia Nariñense de Historia, Manual de Historia de Pasto, Tomo IV, Graficolor, 2003, p. 26

Por Guillermo Argote


CONSULTA LA ETIQUETA

NUESTRA PAGINA EN FACEBOOK

Post Relacionados