En la Antigüedad tardía, fueron los colonizadores griegos en Egipto quienes reconocieron a su dios Hermes, Tres veces grande, en el Thot del Antiguo Egipto.
Thot era venerado como dios de la escritura y de lo oculto, y asociado a un faraón legendario que, supuestamente, dotó al pueblo egipcio de miles de volúmenes que contenían todo el conocimiento sobre lo natural y sobrenatural.
Los fundamentos de su conocimiento fueron resumidos y transmitidos en la llamada Tabula smaragdina o Tabla de esmeralda.
Es verdadero, sin falsedad, cierto y muy verdadero:
Lo que está abajo es igual a lo que está arriba,
y lo que está arriba es como lo que está abajo,
para realizar el milagro de la Cosa Única, del Uno.
Y así como todas las cosas provinieron del Uno, por mediación del Uno,
así todas las cosas nacieron de esta Única Cosa, por transmutación o adaptación.
Su padre es el Sol, su madre la Luna, el Viento lo llevó en su vientre;
la Tierra fue su nodriza.
Él es el padre de toda la perfección y maravilla del mundo, y está aquí.
Su fuerza permanece íntegra aun vertida en la tierra.
Separarás la Tierra del Fuego, lo sutil de lo grosero,
suavemente, con gran ingenio y esmero.
Asciende de la Tierra al Cielo y de nuevo desciende a la Tierra
recibiendo la fuerza de las cosas superiores y de las inferiores. Así lograrás la gloria del Mundo entero, y toda oscuridad y tiniebla se alejarán de ti.
Esta es la fuerza fuerte de toda fuerza, porque vencerá a todo lo sutil
y en todo lo sólido penetrará.
Así fue creado el Mundo.
He aquí la fuente de todas las admirables adaptaciones y transmutaciones,
cuyo modo es el que se ha dicho.
Por esto fui llamado Hermes Trimegisto —Tres veces Grande—,
poseedor de las tres partes de la sabiduría del Universo.
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