La tradición nos permite, gracias a los nombres y títulos que nos ha transmitido, identificar a los blancos que capitaneaba el Dios-Sol. En efecto, Ullman y Heimlap o Heimdallr son nombres escandinavos y encontramos el mismo origen para los títulos sciri (de skirr, puro), ayar (de jarl, conde) e inca o inga (de ing, descendiente), así como para el apodo Huirakocha que viene del antiguo escandinavo hvit, blanco, y god, dios.
Sin embargo, los textos nos señalan la actuación anterior, en Mesoamérica, de un dios blanco de características diferentes -pacifico y ascético- que, en el Anáhuac, se confunde en el recuerdo con Quetzalcoatl y le da una segunda personalidad incompatible con la primera, pero, en el país maya, conserva, con el nombre de Itzamná, una realidad autónoma (Jacques de Mahieu, El gran viaje del Dios-Sol. Páginas 89 y 90).
Ciertamente, el esquema teórico que De Mahieu creyó ver en el contexto precolombino -grupos de características “nórdicas”, es decir, población blanca aborigen- debía explicarse por las incursiones de grupos vikingos, normandos, e incluso celtas, en América. Estas incursiones no se debaten ni refutan. Pues es un hecho que estos grupos europeos arribaron al continente antes de la irrupción peninsular del siglo XV. Sin embargo, no fueron ellos los impulsores o gestores de las altas civilizaciones americanas.Pues, ¿dónde, en Europa, se encuentra algo semejante, siquiera, al estilo megalítico-astronómico de Tiahuanaco o del Cuzco? ¿Dónde se descubre en Europa la fuente de la Puerta del Sol de Tiahuanaco y su sistema calendárico o el estilo de los monolitos antropomorfos de la gran metrópolis andina (Como el “Monolito Benett”, el “Monolito Ponce” o el “Monolito El Fraile”(¡!)? Si estos prodigios de arquitectura e ingeniería tuviesen su origen en cualquiera cultura europea, lo lógico sería encontrar algo semejante o aproximado allí, pero ello, sencillamente, no ocurre, a pesar del eurocentrismo insostenible propugnado por De Mahieu.
Los monumentos megalíticos americanos -Tiahuanaco, Puma Punku, Cuzco, Sacsaihuamán, El Enladrillado, etc.- son de hecho, anteriores al poblamiento de los indígenas. Se remontan al último período prediluvial conforme a la Cosmogonía Glacial(1912) de Hans Hörbiger y Philipp Fauth. Corresponden, en consecuencia, a vestigios de la raza primigenia de América. Como se ha indicado en textos anteriores (Los Viracochas, los Dioses Blancos de América, 1º de Enero de 2012 y El misterio de las momias blancas precolombinas, 9 de Octubre de 2012), conforme a la evidencia arqueológica, los paleoamericanos, que han sido caracterizados como dolicocéfalos, fue el grupo aborigen que habitó el continente, con anterioridad a la irrupción de los grupos provenientes desde distintos puntos de Asia, que posteriormente fueron conocidos como indígenas.
Ellos fueron los descendientes de los viracochas, los Dioses Blancos de la tradición áurea.
Rafael Videla Eissmann
1º de Noviembre de 2012
2 comentarios:
Estos son escritos NAZI o NEO-NAZI. Ya dejen de introducer blanco donde blanco nunca existio. Nos robaron todo no es mas que suficiente asi.. Hombres de pocos escrupulos.
Estos son escritos NAZI o NEO-NAZI. Ya dejen de introducer blanco donde blanco nunca existio. Nos robaron todo no es mas que suficiente asi.. Hombres de pocos escrupulos.
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