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13 de febrero de 2020

LA CONCESION FITZGERALD - Parte II "Un Misterioso Personaje"

Hay muchas incógnitas y algunas informaciones erróneas sobre este misterioso personaje, pero, en primer lugar, debemos preguntarnos quién era Cyrenius C. Fitzgerald y porqué obtuvo esta singular concesión, sin ajustarse a la práctica establecida en la época de otorgarla a un venezolano que, de inmediato, procedía a venderla o alquilarla en los mercados de Inglaterra o Francia, práctica que hicieron muchos próceres de la independencia. 

No es fácil dar una información completa de este personaje que tuvo una gran importancia en Venezuela y que luego ha sido olvidado hasta por los libros especializados. La información que hasta ahora Cuando Fitzgerald murió en 1896 en EE.UU. a la edad de 65 años, el periódico Venezuelan Herald de Caracas, vocero de los intereses norteamericanos, publicó una nota en la que resaltaba su antigua condición de Gerente de El Callao y dueño de la Concesión Manoa "que es tan grande como el Estado de New England". Según esta fuente de información Fitzgerald dejó Venezuela en 1886 con cerca de 200.000 $ y una cantidad de concesiones. 

Sin embargo poco a poco fue consumiendo su capital en proyectos de dudosa viabilidad, él murió pobre, casi en la indigencia". "¡Qué sueños dorados y castillos en el aire debió construir él, cuando estaba al frente de 'El Callao', la mina más rica del mundo para la época!". Se dice además que el norteamericano irlandés era un caballero de estatura superior, cortés y conversador ameno. Parece que ciertamente era un hombre soñador, emprendedor y, con frecuencia, poco realista. 

Debemos a George Jackson la información de que vivió 17 años en Venezuela (habría llegado en 1869) y estuvo nacionalizado un tiempo. Aunque otros dicen que llegó hacia 1873, Albert H. Nicholson, gerente de la "Chile Gold Mine" en un informe de 1881 sobre la compañía "Nueva Cicapra", confirma el año 1869 como fecha de llegada al decir que tenía unos 12 años en Venezuela.


Fitzgerald, Cyrenius Charles 

Ingeniero y empresario; fundador en Venezuela de la Manoa Company Ltd. (1884). Hijo del capitán de marina Charles Fitzgerald, de origen irlandés y de Ángela Reyna, hija de unos comerciantes gaditanos de vino de Jerez. Por su madre, llegó a tener, desde niño, conocimientos del castellano. Culminó sus estudios en la Universidad de Durham (Inglaterra), donde se graduó de ingeniero civil y de minas. En 1868, rechaza una oferta de contratación que le hace Antonio Guzmán Blanco, entonces ministro plenipotenciario en Francia, para venir a trabajar a Venezuela en una «explotación aurífera» de la Guayana. Sin embargo, al año siguiente, resuelve viajar por su cuenta a Venezuela donde empieza a trabajar, como director-gerente, en la Compañía Exploradora Minera del Orinoco (Orinoco Exploring and Mining Co.), propiedad del norteamericano Joseph B. Austin. Bajo el impulso de Fitzgerald (1869-1873), la Orinoco Exploring and Mining Company es la primera empresa en introducir maquinarias para el tratamiento del mineral aurífero e inicia la explotación comercial del oro en Guayana. Superintendente de la Compañía Cantera de El Tigre, cerca del caserío de Nacupay, en la cual Austin se encuentra asociado con Antonio Liccioni (1874), Fitzgerald mantiene sus actividades como agente de la Orinoco Exploring and Mining Co. y figura, junto con Liccioni, como síndico liquidador de esta empresa después de su quiebra en 1878. Pasa entonces a desempeñar el cargo de gerente de la Compañía Minera El Callao (1878-1880), cuyo socio principal es Liccioni y logra aumentar los rendimientos hasta hacer de la mina de El Callao una de las primeras en el mundo para la producción de oro, lo cual le confiere gran notoriedad y asienta su reputación de experto en asuntos de minería. El 26 de julio de 1880, promueve y participa, como socio industrial con un 33% del capital, en la fundación de una nueva compañía minera, Alianza de Cicapra, donde figura como socio principal la firma H.L. Boulton. En 1881, Henry Lord Boulton, en contra de la opinión de Fitzgerald, resuelve traspasar las acciones de la Alianza de Cicapra a un consorcio inglés que toma la razón social de Alianza Cicapra Gold Mining Company. Despedido en 1882, Fitzgerald intenta promover en Inglaterra el proyecto de otra compañía minera, Nueva Cicapra, pero no logra reunir el capital necesario. En 1883, entra en tratos con Guzmán Blanco para promover el desarrollo de unas minas de cobre, propiedad del Ilustre Americano, situadas en Carrizal (Edo. Miranda) y al mismo tiempo, presenta un vasto proyecto para el desarrollo de la región del delta del Orinoco, el cual se concreta a través del otorgamiento de una concesión exclusiva por 99 años de 5.600.000 ha (22.9.1883) y de una segunda concesión de 8.000.000 ha (20.5.1884). En su totalidad, la concesión Fitzgerald abarca un inmenso territorio que cubre virtualmente todo el extremo suroriental de Venezuela, incluyendo las áreas del actual estado Delta Amacuro, de la zona en reclamación con Guyana y parte del actual estado Bolívar. Los términos de su concesión le otorgan a Fitzgerald el derecho para la colonización y explotación de todas las riquezas que se encuentren en ella. Al mismo tiempo, Guzmán Blanco confirma el apoyo oficial al proyecto, del cual también es socio, con la creación del territorio federal Delta (27.2.1884) que cubre toda el área de la concesión. El 9 de junio de 1884, Fitzgerald constituye en Nueva York The Manoa Company Ltd. para efectos de iniciar la puesta en valor de su concesión mediante numerosos proyectos agropecuarios, mineros, de transporte y de colonización. 

A comienzos de 1885, su hijo, George Edward Fitzgerald, ingeniero de minas recién egresado de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), y quien actuaba como ingeniero-residente de la Compañía Manoa, descubre la mina de hierro de Imataca, la cual, algunos años más tarde, se convertiría en la primera explotación comercial a gran escala del mineral de hierro en Venezuela. El 25 de mayo del mismo año, Fitzgerald recibe la aprobación del Congreso Nacional para la construcción de 2 ferrocarriles entre el río Orinoco y Guasipati. Sin embargo, sus ambiciosos proyectos no logran atraer capitales suficientes para su realización y en 1886, la concesión Fitzgerald es revocada. Cyrenius Fitzgerald abandona entonces a Venezuela y de vuelta a Estados Unidos, promueve nuevas inversiones en proyectos mineros en Carolina del Norte. En 1887, los directivos de la Alianza de Cicapra le ofrecen que regrese a Venezuela a trabajar con ellos, pero las condiciones que pone para ello no son aceptadas. Sus negocios en Estados Unidos aparentemente no fueron exitosos ya que su obituario, reproducido en las columnas del Venezuelan Herald, menciona que: «…irónicamente, quien fuera el Director-Gerente y lograra el desarrollo de una de las principales minas de oro del mundo, murió prácticamente en la indigencia…» Después de la salida de Fitzgerald de Venezuela y aun después de su muerte, la Compañía Manoa y sus empresas sucesoras, Orinoco Company (1895), Orinoco Company Limited (1896) y Orinoco Corporation (1900), tuvieron que enfrentar numerosos pleitos con intereses competidores norteamericanos y con el Gobierno venezolano, particularmente en torno a las operaciones de la mina de hierro de Imataca, pleitos que fueron parcialmente resueltos en las comisiones mixtas formadas después del bloqueo de 1902-1903. Pero, pese a todos estos reveses de fortuna, tanto la Compañía Manoa como su fundador se encuentran estrechamente vinculados al desarrollo inicial de las riquezas mineras de la Guayana venezolana. F.P. 

BIBLIOGRAFÍA: FITZGERALD, CYRENIUS CHARLES. A Report on the Territory of the Grand Delta of the Orinoco. Nueva York: Rodgers and Fundación Polar, 2da Edición 97. Sherwood, 1885. 

Fuente: Diccionario de Historia de Venezuela 

Conclusiones;

Ciertamente, de nuevo sobre el papel, hubiera sido bueno para el país el desarrollo y poblamiento del Delta y toda la Guayana del pasado. Pero cuando uno se pone a pensar que la concesión duraba un siglo, hasta 1982 y que ella entregaba las bocas del Orinoco a una colonia extranjera organizada por una Compañía inglesa o norteamericana, cuesta pensar que de haber tenido éxito, ese territorio siguiera hoy siendo de Venezuela y no anexado a Inglaterra o a Estados Unidos sin siquiera la figura de "estado libre asociado". 

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