"TORO MUERTO" CONOZCA DE DONDE VIENE EL NOMBRE DEL PARAISO QUE LOS GUAYANESES GUARDAN EN SUS CORAZONES
LOS PIRATAS CARIBES Y YUNQUES ANTIGUOS EN EL CARONI
Este relato nos traslada a los primeros exploradores españoles desde Diego de Ordaz hasta el inglés Sir Walter Raleigh quien se hallaba por estas aguas buscando a la ciudad “El Dorado” y fue el primero que documentará sus pasos por la region de Guayana, dejando entre sus escrito rebeliones y amotinamientos en sus embarcaciones y no fue hasta el año 1964 que se relacionaran con la zona ya que con el hallazgo de un Yunque con el nombre del ingles cuando se estaban realizando las obras de Gurí y que posteriormente se descubrieran otros yunques semejantes por la zona de Caruachi y Pedregales. Estos Yunque se asemejaban a la Cabeza de un Toro y que cuando se hicieron los primeros hallazgo en la zona y aun no se sabia que era un yunque, decían que allí abajo había la CABEZA DE UN TORO por lo que frecuentemente los lugareños lo mencionaban para ubicarse o dar alguna dirección; " Por allá donde estaba el TORO MUERTO".
También entre los escrito del Sir Ingles, narra sobre los temibles ataques de los Indios de la Zona, quienes se sumergían en el rio silenciosamente y respiraban a través de Grandes Cuernos Afilados semejantes al de los Toros, despertando curiosidad en las embarcaciones invasoras y una vez que se acercaban a ello eran atravesados con estos grandes cuernos, recibiendo estos indios el apodo de "Piratas Caribes" y todo expedicionario era alertado cuando cruzaba esta zona; "Cuidados con los Toros Muertos en el agua".
MISION SAN RAMON DE CARUACHI
Américo Fernández, Cronista de Guayana, nos da otro dato histórico sobre sucesos que ocurrieron en el río Caroní muy cercanos a esta zona que llamaron Toro Muerto. Durante la Guerra de la Independencia, los grandes Hacendados de la zona apoyaban con logística de alimentos y alojamiento a los patriotas así mismos los frailes de las distintas misiones capuchinas quedando en la memorias de estos Hacendados y Peones grandes relatos que pasaron de generación a generación, uno de ello era que un gran número de soldados patriotas se hallaban asentados en la cuenca de ese río, cerca de las misiones de San Ramón de Caruachi, cuando fueron sorprendidos por patrullas realista y debieron esconderse en una zona donde estaba el ganado muerto que por su olor era imposible estar cerca de allí por lo que los realista no escrudiñaron este sitio, salvándose milagrosamente... este sitio era el matadero de Toros y Vacas por lo que se dijo que se salvaron por los Toros Muertos, de allí fue referenciado esta zona como Toro Muerto. Sin embargo los Frailes Capuchino no corrieron con la misma suerte ya que ya que un 7 de mayo de 1817. Veinte frailes capuchinos y dos legos presos en el Templo de San Ramón de Caruachi, fueron degollados y lanzados al río Caroní. Con este hecho tan sanguinario como innecesario, quedaron liquidadas en Guayana las Misiones del Caroní durante más de una centuria. Aunque estos relatos no tienen históricamente una relacion estrecha, sustenta que las orillas del rio Caroní en esta época continuamente era plagada de cadáveres de Patriotas y Realistas.
BATALLA DE SAN FELIX
Durante la época de la batalla de San Félix, en la cual es sabido hubieron muchas bajas, combatientes de todas partes del pais, que al no poder regresar sus cadáveres a sus zonas de orígenes fueron ubicados en fosas comunes, de este lado del rio, hacia la zona en cuestión, en esa época cuando los habitantes de el antiguo pueblo de San Félix cruzaban el rio se decía que iban pa donde estaban To´Los Muertos... Y según de allí se fue deformando el nombre a través de el tiempo hasta transformarse en Toro Muerto.
EL HATO SAN FELIPE
Investigadora cultural Milagros Figueroa, nos señala que El Hato San Felipe, con miles de cabezas, era entonces el más grande latifundio, con 35 leguas y se extendía desde el Caroní hasta el río Guaimire que desemboca en el Orinoco, veinte kilómetros al oriente de Angostura. Allí Piar levantó provisionalmente su Cuartel para planificar su entrada y dominio de las Misiones del Caroní. La historia comienza en el siglo XVIII en tiempos de Carlos III, que fue un ilustrado que gobernó España y se preocupó mucho por las colonias americanas, sobre todo por la consolidación de la población en esas colonias. Él manda, en 1666, como gobernador a un oficial que se llamó Manuel Centurión, quien fue constructor de Angostura del Orinoco. En ese año también llega desde Margarita, un español llamado Gaspar Vidal. Arriba a Angostura en un galeón, se dice que era un hombre muy emprendedor y empieza a ayudar a construir la ciudad. Él es ascendiente del doctor Zambrano Vidal y Zoilo Vidal que en San Félix hay una calle lleva su nombre", inicia el relato Figueroa.
Cuenta que "Gaspar llega y empieza a construir Angostura, Manuel Centurión lo premia, porque había una ley que había que casar a un español con una indígena, con el fin de consolidar la población. Entonces Gaspar se enamora de Ana María García, unos dicen que era una indígena de la etnia Guayana y otros que era una indígena de las riberas de Caroní. Se casan y como regalo de matrimonio, Manuel Centurión le da 55 leguas de sabana, que son desde el río Guaimire llegando a Ciudad Bolívar hasta Castillito".
Según señala la investigadora, de la unión nacieron tres hijos: Isabel, Gaspar y Viviano Vidal. Sobre los hijos de Gaspar, Figueroa sostiene que "ellos van a ayudar activamente al proceso de la independencia. Viviano es el que va a salvar al Libertador de un incidente que tuvo en la laguna de Casacoima. Él, según, saca al Libertador de la laguna por detrás".
Añade que "esas 55 leguas se llaman Hato San Felipe, y en las cabeceras, en Guaimire tenían una casa y en Castillito también, una casa en cada extremo. Parte de esa posesión aún la tienen los Vidal, la que está cerca de Guaimire".
Prosigue: "cuando viene el proceso de la independencia actúan en forma definitiva donándole los caballos del Hato San Felipe, que nosotros conocemos en la historia como los caballos que trajo el padre José Félix Blanco, pero no. Además del Hato San Felipe en Castillito, le manda por el Orinoco a Piar, caballos veloces para la batalla y también le manda comida para contribuir a la batalla de San Félix en 1817. Hay que decir que ya cuando viene Piar en ese año ya los hijos de Gaspar estaban grandes. Se dice que Gaspar cuando muere se manda a enterrar en su tierra". En otros datos, la investigadora, decretada Patrimonio Cultural de Caroní en 2008, señala que "del Hato San Felipe de la parte de Castillito (Puerto Ordaz) le mandaban la comida. Toro Muerto es también del Hato San Felipe y contaban que se había muerto un toro y la gente decía 'me voy para toro muerto' y de allí viene el nombre.
HATO OLIVIERI
Yovanis Páez, cronista del Pao, nos cuenta que Todas las tierras desde el kilometro 70, vía a Guri, hasta las riveras del bajo Caroní, conformaban los predios de un Hato de Ganado Vacuno, un día el dueño del Hato, de Apellido Olivieri, encomendó la tarea de ubicar a uno de los toros padrotes del rebaño de ganado, al peón indígena Zoilo Vidal, el cual después de un arduo trabajo de rastreo a lo largo y ancho de la sabana, avisto el revoleteo de zamuros en las cercanías de la costa del rio Caroní, ubicando los restos del Toro Padrote, constituyéndose este episodio como el epónimo del nombre de este lugar.
Al centro el indio Zoilo Vida
“Suruqueando” en el Cachamay
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